Propuesta de intervención con adolescentes, jóvenes y familias en programas de prevención indicada

De acuerdo con la evidencia actual, el trabajo con cada menor y joven que presenta indicadores altamente correlacionados con problemas asociados al consumo de drogas a lo largo de sus vidas, o que presentan consumos tempranos, incrementa la probabilidad de impedir que se produzcan las consecuencias derivadas de ello.

Así lo afirma Proyecto Hombre en una nueva guía a través de la cual ofrece una propuesta para el abordaje con menores y jóvenes y/o con sus familias desde la prevención indicada, definida por el Observatorio Europeo de Drogas (2011) como aquella cuyo objetivo es identificar e intervenir con individuos que presentan indicadores altamente correlacionados con los problemas ligados con el consumo de drogas a lo largo de sus vidas (por ejemplo, problemas psicológicos, fracaso escolar o conducta antisocial), o que presentan consumos tempranos de drogas (aunque sin reunir criterios clínicos de drogodependencia).

El objetivo de los programas de prevención indicada no es necesariamente prevenir el inicio del consumo de drogas, sino prevenir el desarrollo de la dependencia, disminuir la frecuencia de uso, o la progresión hacia patrones de consumo más perjudiciales.

Tal y como manifiesta Proyecto Hombre, teniendo en cuenta que el enfoque biopsicosocial es clave para todos los modelos etiológicos de adicción y partiendo del hecho de que la mayoría de las conductas potencialmente adictivas en jóvenes comparten muchos factores de riesgo y de protección, el modelo propuesto en su guía puede aplicarse a comportamientos potencialmente adictivos como el uso problemático de las TIC, los videojuegos, los juegos de apuestas o las conductas antisociales. Si bien cada una de estas conductas puede tener sus propias especificidades, “comparten elementos comunes que deben servir de guía en los programas de prevención indicada”.

Mediante contenidos basados en la evidencia científica, el Programa de prevención indicada presentado en la guía pretende dar respuesta educativa intensiva a menores y jóvenes entre 14 y 20 años que conviven con la familia o están bajo la tutela de otras personas adultas y que presentan consumo de drogas u otro tipo de conductas potencialmente adictivas, como abuso de las TIC, los juegos de apuestas (online/presenciales) y los videojuegos, además de otros problemas como la inadaptación familiar, escolar y/o social. Asimismo, el documento recuerda la trascendencia del trabajo con las familias, centrado principalmente, en contrarrestar los factores de riesgo existentes y en dotar a la familia de información y estrategias educativas efectivas.

De acuerdo con el texto, en la intervención con menores es clave el trabajo de coordinación en red con otros dispositivos de la comunidad que mantienen el contacto con la población diana, como, por ejemplo, los Servicios Sociales Básicos y especializados, Departamentos de Orientación de los centros escolares, Equipos de Salud Infanto-Juvenil, Equipos de Atención Primaria, Secciones de Protección a la Infancia, Unidades de Intervención Educativa o Juzgado de Menores.

En esta propuesta se incorpora la perspectiva de género, abordando de forma diferencial el modo en que operan los factores de riesgo y protección en chicos y en chicas, subrayando las diferencias en la etiología de los consumos u otros comportamiento potencialmente adictivos, las pautas/prácticas y sus consecuencias.

La guía se encuentra disponible a través del siguiente enlace:

Propuesta de intervención con adolescentes, jóvenes y familias en los programas de prevención indicada de Proyecto Hombre