LA ANATOMÍA DEL SARCASMO

21 May 2008

La capacidad para entender el sarcasmo depende de una cuidadosa y organizada secuencia de destrezas cognitivas complejas localizadas en partes específicas del cerebro. Un reciente estudio publicado en la último número de la revista Neuropsicología de la American Psychological Association (APA), dirigido por un grupo de investigadores de la Universidad de Haifa (Israel), explica los posibles mecanismos por los que la mente es capaz de interpretar el contenido de las palabras dentro del contexto.

Para la evaluación del sarcasmo, se diseñó una tarea en la que los participantes debían entender las intenciones del interlocutor dentro de un contexto específico. Esta tarea requiere el uso de pensamiento social sofisticado y de la teoría de la mente. Los niños autistas, que presentan problemas para interpretar la ironía, categoría más general de comunicación en la que reside el sarcasmo, son un claro ejemplo de un mal funcionamiento de estos procesos mentales.

En el estudio participaron 25 personas con daño en el lóbulo prefrontal, 16 participantes con daño en el lóbulo posterior y 17 sujetos saludables (grupo control). La tarea consistía en escuchar unas historias breves, sarcásticas o neutrales, y evaluar su significado. Un ejemplo de historia sarcástica utilizada en el estudio fue: «Joe llegó a la oficina y nada más empezar la jornada, se sentó a descansar. Su jefe advirtió su comportamiento y le dijo: ‘Joe, no trabajes tan duro’» (el significado de su frase sería: «Eres un vago»). El mismo ejemplo en su versión neutral sería: «Joe vino a la oficina e inmediatamente empezó a trabajar. Su jefe advirtió su comportamiento y le dijo: ‘Joe no trabajes tan duro’» (el significado de la frase en este contexto sería: «Eres un trabajador muy exigente»).

 

Los participantes con daño prefrontal mostraron serias dificultades en la comprensión del sarcasmo en comparación con el grupo con lesión en el lóbulo posterior y el grupo control. Además, se observó que dentro del grupo de participantes con lesión en el lóbulo prefrontal, aquéllos que presentaron daños en la región ventromedial derecha, fueron los que mostraron un peor rendimiento en la comprensión del sarcasmo.

Los resultados encajan con lo que conocemos acerca de la anatomía del cerebro. El córtex prefrontal está implicado en el procesamiento del lenguaje práctico y de la cognición social compleja, por lo que explica que los participantes con lesión en esta región del cerebro presenten fallos en la comprensión del sarcasmo. Al mismo tiempo, la lesión del área ventromedial, que está implicada en la personalidad y en la conducta social, produce errores en el entendimiento del sarcasmo y también en la comprensión de los indicadores sociales, de la respuesta empática y en el reconocimiento de las emociones.

El estudio subraya la importancia del tamaño de la lesión en las sub-regiones del lóbulo frontal ya que la extensión de la lesión en la región ventromedial derecha correlacionó significativamente con el rendimiento en la tarea de sarcasmo: los que peor rendimiento obtuvieron en la tarea fueron los participantes con lesiones más amplias.

Shamay-Tsoory y sus colaboradores, autores de este estudio, proponen una red neuronal para el procesamiento del lenguaje sarcástico:

  1. El córtex del lenguaje situado en el hemisferio izquierdo interpreta el significado literal de las palabras.

  2. El lóbulo frontal y el hemisferio derecho procesan el contexto social, emocional e intencional, identificando la contradicción existente entre el significado literal y el contexto.

  3. El área ventromedial derecha del córtex prefrontal integra el significado literal con el conocimiento emocional y social de la situación, facilitando que la persona determine el verdadero significado.

Según los autores, cualquier lesión en cada una de las regiones implicadas en esta red podría dañar la capacidad de entender el sarcasmo. La implicación de estas áreas en la comprensión del sarcasmo pone en evidencia la relación entre el lenguaje y la cognición social.

El artículo original está publicado en Neuropsychology: Shamay-Tsoory, S.G., Tomer, R., Aharon-Peretz, J. (2008). «The Neuroanatomical Basis of Understanding Sarcasm and Its Relationship to Social Cognition», Neuropsychology, 19 (3), 288-300.

Para consultar el artículo original pinche en el siguiente enlace: http://www.apa.org/journals/releases/neu193288.pdf.

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