Asímismo, un 20% de la muestra manifestó haber experimentado síntomas de TEPT "sub-sindrómicos", es decir, síntomas de malestar significativos asociados a TEPT pero de menor intensidad, que no son suficientes para recibir el diagnóstico completo de TEPT. Este segundo grupo fue más propenso a haber padecido una historia previa de problemas de depresión, y no tanto de ansiedad.
El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un trastorno de ansiedad que se presenta como reacción a un acontecimiento emocional intenso, como una agresión violenta, un desastre natural u otro suceso que pueda suponer una amenaza para la vida de la persona. En este sentido, recibir el diagnóstico de cáncer y su tratamiento, lo que supone una nueva situación generadora de ansiedad, también puede desencadenar el desarrollo de TEPT. Los síntomas del TEPT interfieren notablemente con la vida diaria e incluyen revivir el suceso en forma de pesadillas; evitar a personas, lugares y cosas relacionadas con el acontecimiento; sentimientos de soledad y pérdida de interés en las actividades cotidianas; dificultades para mantener la atención y problemas de sueño, entre otros.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto la necesidad de evaluar antecedentes de trastornos del estado de ánimo en personas que acaban de recibir el diagnóstico de cáncer, así como la importancia de que estos pacientes puedan recibir atención psicológica tras el diagnóstico, para minimizar el impacto psicológico de la enfermedad, facilitar su adaptación y mejorar su calidad de vida.
El artículo original puede encontrarse en la revista Journal of Traumatic Stress: Shelby, R.A., Golden-Kreutz, D.M., Andersen, B. (2008). PTSD diagnoses, subsyndromal symptoms, and comorbidities contribute to impairments for breast cancer survivors. Journal of Traumatic Stress, 21 (2), 165-172.