UNA APROXIMACIÓN A LA INVESTIGACIÓN GERONTOLÓGICA FEMINISTA

30 Oct 2008

Anna Freixas

Universidad de Córdoba

La investigación feminista acerca del envejecimiento parte de los principios comunes de la epistemología feminista y tiene entre sus objetivos desvelar el carácter socialmente construido de los significados y valores que rodean la vida de las mujeres mayores, analizar las normas culturales que limitan su existencia libre en la vejez, examinar las condiciones de vida derivadas de la diferencia sexual e informar sobre sus consecuencias en la vida de las mujeres mayores.

La gerontología crítica analiza en qué medida los factores políticos y socioeconómicos interactúan para diseñar la experiencia del envejecer y considera que el sexo, la etnia y la clase social son variables sobre las que pivota la trayectoria de cada individuo, al predeterminar su posición en el orden social. Se propone, también, negar el carácter inevitable de la dependencia, la pobreza y la enfermedad en las ancianas y promover interpretaciones del envejecimiento que reflejen la complejidad de su ciclo vital y permita encontrar imágenes que alimenten la necesidad humana de significado.

 

La investigación gerontológica feminista plantea algunos requisitos (adquirir una sólida formación feminista, plantear «preguntas nuevas» y evitar las tipologías simplificadoras) para llevar a cabo un trabajo empoderador y trata de iluminar los puntos fuertes y débiles que acompañan la vida de las mayores. Entre las comprensiones imprescindibles, se destaca el papel que determinados hechos han caracterizado la vida de las mujeres que hoy son mayores y que deben ser tenidos en cuenta para la explicación: la entrega del tiempo libre, los múltiples roles, la condición de cuidadoras sin contrapartida, la medicalización de su salud y su cuerpo (a través del mito de la belleza y de la consideración de la menopausia como una enfermedad que requiere ser tratada).

Se destacan, por otra parte, las fortalezas con las que las mujeres se acercan a la vejez y que constituyen recursos de gran valor: la capacidad de crear redes de amistad, vecindad y comunidad que suponen espacios de apoyo y solidaridad; creadas a través de la intimidad y la comunicación que permiten a las mujeres su alta longevidad . Esta capacidad para el vínculo y la intimidad no impide su reivindicación de la soledad como un logro en la vejez. Son, también, las principales consumidoras de cultura y de ahí extraen una fuente de implicación, conversación y comunicación, lo cual supone una ruptura respecto a su anterior circunscripción al mundo privado y solitario del hogar. A pesar de que su salud percibida es peor que la de sus compañeros, su actitud activa frente a la salud es un elemento fundamental: hacen ejercicio físico, cuidan su alimentación, se intercambian informaciones, crean redes de médicas y médicos que las escuchan y atienden.

Las mujeres a lo largo de los años han desarrollado estrategias de supervivencia que tienen su origen en su condición de personas privadas de poder personal, social, político y económico («estrategias de las oprimidas») que suponen un cuestionamiento de un orden social que las margina y, en muchos casos, les permiten mejorar su posición personal y social. Estrategias que basan su eficacia precisamente en esta condición de invisibilidad y a través de las cuales acatan formalmente unas normas sociales que posteriormente quebrantan para la consecución de objetivos que, desde la ética del cuidado, ellas consideran justos y necesarios.

Una de las grandes libertades conquistadas por ellas, a partir justamente de la mediana edad, es la de poder deconstruir el modelo social de la feminidad y mostrarse como seres individuales y libres . El humor con que ellas miran su vida, su cuerpo y sus relaciones es un elemento que escapa a la investigación gerontológica tradicional.

 

Retos para una investigación gerontológica feminista

Para poder dar cuenta de la complejidad del proceso de envejecimiento, la investigación y la teoría psicogerontológicas tienen planteados numerosos retos, en gran medida porque muchos de los factores que hasta el momento han caracterizado la vida de la población mayor van a verse modificados sustancialmente en las próximas generaciones (mayor esperanza de vida, con mejor salud; experiencia laboral, económica, de poder y de estatus, diferente a las de sus predecesoras; mayores recursos económicos, sociales e intelectuales; etc.). Todo lo cual llevará a una redefinición de los papeles tradicionales relativos a la familia, la pareja, el trabajo remunerado, el dinero y el poder.

El objetivo de los estudios de las mujeres sobre la edad debería ser promover la libertad de las mayores para elegir los estilos de vida y las maneras de envejecer que desean. Es cierto que todas las transiciones hacia niveles superiores de pensamiento y de funcionamiento son difíciles y amenazantes, especialmente cuando ponen en cuestión antiguos modelos, pero, como señala Michelle Fine, no hay otra tarea que las investigadoras feministas podamos llevar a cabo: debemos provocar una curiosidad profunda, e incluso una intolerancia, hacia lo que se describe como inevitable, inmutable y natural .

Referencias:

Fine, Michelle (1992). Disruptive voices: The possibilities of feminist research. Ann

Arbor, MI: University of Michigan Press.

Friedan, Betty (1993/1994). La fuente de la edad. Barcelona: Planeta.

Heilbrun, Carolyn G. (1997). The last gift of time. Life beyond sixty. New York: Ballantine Books.

El artículo en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Anuario de Psicología: Freixas, A. (2008). La vida de las mujeres mayores a la luz de la investigación gerontológica feminista. Anuario de Psicología, 39 (1), 41-58.

Sobre la autora:

Anna Freixas es Profesora de Psicología de la Universidad de Córdoba. Sus líneas de investigación y sus publicaciones tratan fundamentalmente sobre mujeres y envejecer. Otros ámbitos de su interés docente e investigador son la coeducación y la transformación de la investigación y la docencia en Psicología desde una perspectiva feminista. 

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