RECURSOS EN SALUD MENTAL EN ESPAÑA – ENTREVISTA A PABLO RIVERO, DIRECTOR DE LA AGENCIA DE CALIDAD DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

9 Dic 2008

En los últimos años está proliferando una serie de investigaciones e informes oficiales en los que se constatan la necesidad, cada vez más acuciante, de atender de una manera más eficaz y eficiente los problemas de salud mental por parte de los gobiernos; una preocupación creciente, al menos, en los países desarrollados. Así, el aumento de la incidencia y la prevalencia de los trastornos mentales en la población general, tales como la depresión, la ansiedad o los trastornos adaptativos; el alto porcentaje de pacientes que acuden a consultas de Atención Primaria por problemas de naturaleza psicológica o emocional; y la falta de recursos y dotación de profesionales tanto en el primer nivel de atención como en el especializado, están configurando un panorama que, sin lugar a dudas, supone en la actualidad un gran desafío de futuro para los gobiernos de todo el mundo.

Conscientes de esta realidad, algunos gobiernos están poniendo en marcha diversas acciones encaminadas a paliar esta situación, tal es el caso, por ejemplo, del gobierno británico. En el Reino Unido se ha desarrollado un interesante proyecto, denominado Improving Access to Psychological Therapies Programme, en el que se planifica la incorporación paulatina de unos 3.600 psicólogos en Atención Primaria en los próximos años.

La materialización de esta importante iniciativa, que sin duda repercutirá positivamente en la calidad de la asistencia sanitaria de este país, es el fruto de diversas investigaciones e informes oficiales, como los realizados recientemente por el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) o por el Centre for Economic Performance’s Mental Health Policy Group, perteneciente a la London School of Economics, en los que se recogen los beneficios que conllevaría para el sistema sanitario público británico la presencia de la Psicología y la incorporación en número suficiente de estos profesionales en el primer nivel de asistencia.

 

En el caso español, si bien en la Estrategia en Salud Mental 2007 se reconoce explícitamente la importancia que tienen en la actualidad los problemas de salud mental y el impacto que suponen para el sistema sanitario público, al tiempo que se señala la conveniencia de incrementar las intervenciones de naturaleza psicológica para abordarlos; la realidad es que tanto la dotación de recursos como el número de profesionales de la Psicología siguen siendo muy reducidos.

Si la escasez de los profesionales de la Psicología es insuficiente en el nivel de especialidad (Salud Mental), la situación empeora drásticamente si nos referimos a Atención Primaria, donde la presencia de psicólogos es prácticamente inexistente, habida cuenta que el porcentaje de pacientes que acuden por motivos psicológicos o relacionados con ellos puede oscilar desde el 30% al 60% según hagamos referencias a estudios más o menos conservadores para la realidad española.

Infocop ha querido conocer de primera mano cuál es la situación actual en la que se encuentra España y, por tal motivo, entrevista para sus lectores y lectoras a Pablo Rivero Corte, Director General de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud. En esta entrevista, Rivero nos ofrece un panorama general de la situación española, nos habla de las acciones que tiene previsto poner en marcha el Gobierno a medio y largo palazo, y nos ofrece su opinión acerca del papel y el lugar que deben desempeñar los profesionales de la Psicología en el Sistema Nacional de Salud.

ENTREVISTA

Diversos informes nacionales e internacionales vienen aportando en los últimos años datos sobre los recursos de salud mental disponibles en España, comparándolos con otros países tanto del contexto europeo como del resto del mundo. Informes como Policies and practices for mental health in Europe – meeting the challenges o el denominado Proyecto Atlas 2005, ambos promovidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS); o el estudio titulado El observatorio de salud mental: análisis de los recursos de salud mental en España, realizado por la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN) nos ofrecen una información de gran interés en este sentido. Siguiendo las conclusiones a las que se llegan, España dista mucho de encontrarse en la media de los países incluidos en estos estudios. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿De qué datos dispone en estos momentos sobre los recursos en salud mental y su adecuación a la demanda existente? ¿Cuál es la situación actual de España en lo que a calidad asistencial y dotación de recursos se refiere, en comparación con los países de nuestro entorno?

En el marco de las competencias del Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC), nuestra política ha sido la de marcarnos como objetivo el aumentar las personas que reciben psicoterapia, y por tanto deben ser las Comunidades Autónomas las encargadas de tomar las medidas adecuadas para que esto se dé.

En concreto, nuestros objetivos son aumentar el porcentaje de pacientes con trastornos mentales que reciben psicoterapia, acorde con las mejores prácticas disponibles y aumentar el porcentaje de familias de pacientes con trastornos mentales graves que reciben un programa de intervención familiar específico, para mejorar su capacidad de afrontar las crisis y prevenir las recaídas.

 

Cuando evaluemos la Estrategia de Salud Mental podremos ver hasta qué punto se han conseguido y, en función de ello, en la nueva formulación pondremos más o menos énfasis, entendiendo que es una de las prioridades.

Sin lugar a dudas, la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud 2007 es una iniciativa importante del Ministerio de Sanidad y Consumo para orientar la política sanitaria futura en el ámbito de la Salud Mental. Ese documento alude, entre otras carencias, a las dificultades que tienen los usuarios del sistema sanitario público para acceder a los tratamientos psicológicos. Entendemos que este es un asunto que afecta directamente a la calidad de los servicios que se presta a los usuarios, tal y como indican con insistencia las guías de tratamiento de una gran variedad de trastornos mentales. En esta dirección, ¿qué acciones se están llevando a cabo en estos momentos para corregir esta carencia? ¿Qué medidas se van a adoptar a medio y largo plazo para mejorar la calidad de la atención psicológica en nuestro país?

A través de fondos especiales, se ha financiado desde 2006 el desarrollo de proyectos en las Comunidades Autónomas. En concreto, hasta la fecha, se han financiado 66 proyectos por un importe de más de tres millones y medio de euros. Este año, además, se ha dotado a las Comunidades Autónomas de un presupuesto extra de casi cinco millones de euros para el desarrollo de proyectos que potencien la formación de los profesionales de Atención Primaria y de los psicólogos clínicos en psicoterapia basada en la evidencia.

Además, se han desarrollado guías de práctica clínica para mejorar la excelencia de los tratamientos e intervenciones psicológicas en las personas con problemas mentales y sus familias. En concreto, se ha financiado a las Comunidades Autónomas para la realización de más de diez guías y directamente el MSC, a través de las agencias de evaluación de tecnología, ha desarrollado las guías de depresión, y depresión en el adolescente, ansiedad, trastorno de la conducta alimentaria, esquizofrenia, autismo, hiperactividad y déficit de atención, trastorno mental grave y trastorno bipolar.

Algo muy importante es que el MSC financia a entidades sin ánimo de lucro para desarrollar proyectos de apoyo a la Estrategia. En concreto, en 2007 se financiaron once proyectos y en 2008 doce. Animamos a las sociedades de Psicología a que presenten sus proyectos. Las convocatorias suelen publicarse en marzo en el Boletín Oficial del Estado.

 

En el documento de la Estrategia hay una preocupación constante por la calidad de los procedimientos de intervención en el campo de la salud mental. Así se dice, por ejemplo, que los programas de promoción y prevención raramente son evaluados y no se sabe si son eficaces, que los tratamientos en salud mental tienen una variabilidad mucho más alta que en otras ramas de la atención sanitaria, lo que puede entenderse como un reconocimiento de que el tratamiento no se rige por la evidencia, o que los profesionales de Atención Primaria que tienen que atender la mayor demanda de problemas mentales no están suficientemente formados para diagnosticarlos o tratarlos. ¿Qué cree que se puede hacer para mejorar la calidad de las prestaciones sanitarias en el campo de la salud mental? ¿Hay algún plan para actuar específica y decididamente en este ámbito de la atención sanitaria?

En general, la mayor parte de los objetivos de la Estrategia tienen que ver con que se realicen intervenciones en prevención, promoción, atención, etc., que estén basadas en la evidencia y que sean evaluadas.

En la evaluación de la Estrategia, que comenzará el 11 de diciembre de 2008, se contempla el que las Comunidades Autónomas nos informen sobre qué intervenciones han realizado, con qué evidencia y cuántas han sido evaluadas y con qué resultados; así mismo, qué están haciendo para garantizar la calidad de la atención, sus sistemas de evaluación y medición de la calidad, etc.

Con estos datos, tendremos una visión de hasta qué punto hemos avanzado y cómo seguir en los próximos años.

La grave falta de un número suficiente de profesionales de la Psicología en el Sistema Nacional de Salud en su conjunto, pero muy especialmente en Atención Primaria, estaría en la base de algunos de los problemas con los que actualmente se enfrentan tanto los sanitarios como el sistema en su conjunto, al atender a un porcentaje nada desdeñable de pacientes que acuden aquejados de problemas esencialmente de naturaleza psicológica. Gobiernos como el británico han puesto en marcha proyectos específicos que buscan la ampliación y mejora del modelo de asistencia que actualmente se brinda a la ciudadanía. ¿Qué opinión le merecen propuestas como la británica para mejorar la calidad asistencial? ¿Considera, salvando las diferencias propias de países distintos, que iniciativas como la que ahora ha puesto en marcha Reino Unido podrían tener cabida en el contexto español para mejorar la situación?

Nos parece una experiencia interesante y, sin duda, útil. Tenemos que profundizar en el abordaje multidisciplinar de las personas con trastornos mentales y aquí los psicólogos clínicos son parte imprescindible y fundamental. Veríamos con muy buenos ojos, y apoyaríamos, el que algunas Comunidades Autónomas, que son las que tienen esta competencia, iniciaran experiencias en este sentido.

El pasado mes de junio, Ivan Lewis, actual Ministro de Sanidad del gobierno británico, afirmaba en rueda de prensa, en relación a las primeras medidas desarrolladas dentro del marco del Improving Access to Psychological Therapies Programme, que la incorporación de los tratamientos psicológicos en los servicios de Atención Primaria de este país «es el avance más importante en los últimos tiempos». Unas declaraciones que, sin lugar a dudas, vienen a reconocer la importancia de las terapias psicológicas a la hora de dar respuesta satisfactoria a los problemas de salud mental más prevalentes actualmente. Desde su punto de vista, ¿cree que el sistema sanitario está dando, en nuestro país, una respuesta de calidad a los trastornos de ansiedad y afectivos que se están viendo en Atención Primaria y Especializada? ¿Cuáles son las prioridades del Ministerio de Sanidad y Consumo para aumentar la calidad de la asistencia en este ámbito?

Dentro de la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud se contempla la Atención Primaria como uno de los puntos clave en varios aspectos. En primar lugar, en la prevención y promoción, en el programa del niño sano, es fundamental apoyar a los padres en una crianza no sólo desde el punto de vista biológico, sino también en las esferas psicológicas y afectivas. Así mismo, son imprescindible intervenciones en el medio escolar, con asociaciones de vecinos y de pacientes, etc.

Si en lo anterior el papel de enfermería es básico, el médico de familia debe ser capaz de detectar precozmente los trastornos mentales graves y abordar en equipo los trastornos mentales leves. Para ello, el equipo de Atención Primaria requerirá en ocasiones la coordinación, el apoyo y asesoramiento y la intervención de un psicólogo clínico y, en este aspecto, la Estrategia contempla llevar a cabo dichas medidas de coordinación y de formación a los profesionales.

 

Para finalizar, ¿le gustaría añadir alguna otra cuestión que no haya sido abordada en esta entrevista y que quisiera que conocieran nuestros lectores y lectoras?

Me gustaría destacar que el mes que viene comienza el proceso de evaluación de la Estrategia, en la que van a participar los representantes de todas las Comunidades Autónomas, así como sociedades científicas de Psicología clínica, Psiquiatría, Medicina de familia, Enfermería de salud mental, Trabajo Social y pacientes y familiares. De esta evaluación sacaremos las conclusiones de los nuevos objetivos que se tendrán que poner en marcha, ya que la salud mental es una estrategia prioritaria para nosotros. Somos conscientes del papel fundamental que los profesionales y, concretamente, los psicólogos, juegan en este campo.

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