CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LOS ADOLESCENTES PACIENTES DE UNA UNIDAD DE REUMATOLOGÍA PEDIÁTRICA

9 Feb 2009

Amparo Coscollá1, Isabel Caro2, Inmaculada Calvo3 y Berta López3
(1) Asociación de Padres de Niños y Jóvenes con Enfermedades Reumáticas (Comunidad Valenciana), (2) Universidad de Valencia y (3) Hospital Infantil La Fe de Valencia

El objetivo del presente trabajo es explorar y describir el estado psicológico de los adolescentes pacientes de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Infantil La Fe de Valencia así como exponer las posibles diferencias entre sexos, para ver si existe o no, necesidad de que estos adolescentes reciban algún tipo de tratamiento psicológico.

Para ello se ha empleado una muestra formada por 40 adolescentes, con edades comprendidas entre los 13 y los 19 años.

Las enfermedades reumáticas configuran un conjunto heterogéneo de trastornos vinculados a anomalías en el funcionamiento del sistema inmunológico, cuya característica principal es la inflamación del tejido conjuntivo, especialmente las articulaciones, vasos sanguíneos y piel. En ocasiones, algunas variedades de este tipo de enfermedades pueden afectar a otras partes del cuerpo, incluyendo la sangre, los pulmones y el corazón. La categoría diagnóstica más común es la artritis reumatoide juvenil. Todas estas enfermedades presentan un curso recidivante y la existencia de un tratamiento paliativo, en ningún modo curativo.

 

Las enfermedades reumáticas conllevan una serie de desafíos que los adolescentes deben afrontar. La literatura sobre el tema destaca la imposibilidad de realizar actividades propias y características de su edad, movilidad restringida, problemas escolares derivados del absentismo escolar provocado por la propia enfermedad, cansancio, dolor, efectos secundarios de la medicación (retraso o detención del crecimiento, aumento de peso y efecto cushing de los corticoides, trastornos de la imagen corporal, irritación gastrointestinal, etc.), problemas oculares, ira e incapacidad de controlar los propios sentimientos, deseo de ser tratado como un adulto, aumento de las discusiones y tensión familiar, dificultades para controlar los pensamientos que causan malestar, exploraciones frecuentes, incertidumbre ante la posibilidad de futuras recidivas o brotes, sensación de ser diferente, etc. Toda esta situación implica que los niños y adolescentes con enfermedades crónicas se encuentren con un riesgo mayor de desarrollar alteraciones y problemas a nivel conductual, emocional y social. Estas disfunciones se refieren, principalmente, a la competencia social y al bienestar emocional.

Además el manejo de una enfermedad crónica y su desarrollo en la adolescencia tienen efectos adversos recíprocos. Fundamentalmente, los adolescentes muestran una pobre adherencia al tratamiento de una enfermedad crónica.

Nuestros resultados muestran que los adolescentes presentan más problemas relacionados con la ausencia y la capacidad de experimentar alegría, diversión y felicidad que problemas relacionados con la depresión. Estos datos coincidirían con la repercusión más importante citada por los propios adolescentes (Coscollá et al., 2006), la pérdida de actividades deportivas y de ocio. Este hecho puede influir de un modo directo en la incapacidad para experimentar estos sentimientos y emociones positivas. En cuanto a la depresión, tanto en el caso de las chicas como el de los chicos, destacan las medidas que corresponden a la preocupación por la muerte y la salud, mostrando la influencia de la enfermedad reumática en los sueños y fantasías en relación con su enfermedad y la muerte.

Los datos de nuestra investigación señalan la existencia de problemas de tipo psicosocial, problemas de ansiedad, depresión, somatización, obsesión-compulsión, sensibilidad interpersonal y hostilidad. Esto es así especialmente en el caso de las chicas, no encontrándonos con una población psiquiátrica pero sí con un número considerable de casos susceptibles de tratamiento psicológico.

El perfil del funcionamiento psicosocial de los adolescentes chicos es más complicado de establecer. Es decir, éstos, aunque en menor medida que en el caso de las chicas, presentan también problemas de ajuste psicosocial. En el caso de los chicos destaca la dimensión de hostilidad. Estos resultados confirmarían las conclusiones alcanzadas en otros trabajos (Caro et al., 2005), en donde los niños muestran en mayor medida que las niñas una conducta de externalización del malestar psicológico, es decir, conductas de ruptura de normas y agresividad. De este modo, los niños y niñas mostrarían patrones distintos en la manifestación del malestar emocional y psicológico.

Las diferencias de género encontradas coinciden con los resultados de la literatura. Las mujeres, en este caso adolescentes, somatizan más su dolor y preocupación que los hombres y también se sienten más depresivas y ansiosas.

Si nos centramos en la información aportada por los padres (LeBovidge et al. 2003 y Coscollá et al, 2008 ), éstos también concluyen que los niños y adolescentes con enfermedades reumáticas cuentan con un riesgo mayor de padecer problemas de adaptación psicosocial. Los adolescentes sienten que su enfermedad amenaza su bienestar social y emocional. Estos problemas emocionales incluyen miedo, culpa, vergüenza, depresión y ansiedad y son frecuentes entre los adolescentes con enfermedades crónicas en comparación con sus compañeros sanos.

Desde nuestro punto de vista, la intervención psicológica debería formar parte del protocolo de tratamiento del paciente pediátrico y sus familiares dentro del hospital. En adultos con enfermedades reumáticas diversas investigaciones muestran que la intervención cognitivo-conductual asociada a un programa médico es determinante para frenar el deterioro funcional y psicológico de los pacientes (Diaz, et al, 2003). Consideramos que esta intervención es especialmente importante en los primeros años del curso de la enfermedad y en un momento que es especialmente complejo, como es la adolescencia. En este sentido, las intervenciones psicosociales deberían centrarse en favorecer la adherencia, la aceptación y la adaptación a la enfermedad, la calidad de vida, el afrontamiento del estrés y de la ira, el manejo del dolor, así como la preparación para los procedimientos e intervenciones médicas e intervención en las relaciones familiares.

Este trabajo se centra en el artículo publicado en la Revista de Psicopatología y Psicología Clínica: Coscollá, A., Caro, I., Calvo, I. y López, B. (2008): Estado psicológico de los adolescentes con enfermedades reumáticas: una primera aproximación. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, Vol. 13, 2, 97-109.

Referencias:

Caro, I., Coscollá, A. Calvo, I. y López, B. (2005). Psychological consequences of rheumatic diseases for adolescentes and their parents. Clinical and Experimental Rheumatology, 23, 88.

Coscollá, A., Caro, I., Calvo, I. y López, B. (2006): Percepción y principales consecuencias psicológicas de la enfermedad reumática en la adolescencia. Boletín de Psicología, No. 87, 7-34.

Coscollá, A., Caro, I., Calvo, I. y López, B. (2008): Repercusiones de las enfermedades reumáticas infantiles: Evaluación paterna. Boletín de Psicología, Nº 92, 27-52.

Díaz, M. I., Comeche, M. I. y Vallejo, M. A. (2003): Guía de tratamientos psicológicos eficaces en el dolor crónico. En M. Pérez, J. R.. Fernández, C. Fernández, e I. Amigo (cords.). Guía de tratamientos psicológicos eficaces II. Psicología de la Salud (páginas 123-140). Madrid: Pirámide.

LeBovidge, J.S., Lavigne, J.V., Donenberg, G.R. y Miller, M.L. (2003). Psychological adjustment of children and adolescents with chronic arthritis: A meta-analytic review. Journal of Pediatric Psychology, 28, 1, 29-39.

Sobre las autoras:

Amparo Coscollá Iranzo. Doctora en Psicología. Psicóloga de la Asociación de Padres de Niños y Jóvenes con Enfermedades Reumáticas de la Comunidad Valenciana.

Isabel Caro Gabalda. Profesora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad de Valencia. Especialista en Psicología Clínica.

Inmaculada Calvo Penádes. Coordinadora de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Infantil La Fe de Valencia. Profesora Asociada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia.

Berta López Montesinos. Médico adjunto de la Unidad de Reumatología Pediátrica del Hospital Infantil La Fe de Valencia.

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