“Detrás del texto de ‘Agarrarte a la vida’ hay muchos expertos de la Psicología” – Entrevista a Rozalén

Rozalén lanza una canción que visibiliza el suicidio y la salud mental

Cada año, casi 4.000 personas, se quitan la vida en nuestro país. Alrededor de un millón en todo el mundo, una cada cuarenta segundos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Eso según cifras oficiales, porque los profesionales de la salud mental consideran que pueden ser muchas más.

Para visibilizar este grave problema de salud pública, y “sin mirar para otro lado”, Rozalén lanza “Agarrarte a la vida’, una canción creada con el objetivo de romper tabúes y profundizar precisamente en una cuestión tan crucial como la salud mental y, más concretamente, el suicidio.

Para componerla, la artista manchega —que estudió Psicología y Musicoterapia— se ha rodeado de compañeros psicólogos que la han asesorado durante la composición y la escritura de la letra, que pone el foco en la prevención.

Rozalén confía en que esta canción sirva, “por lo menos”, de herramienta que ayude, no solo a los que puedan estar pasando un mal momento, sino también a quienes “están cerca de personas con ideas suicidas o con depresiones porque no sepan cómo acercarse a ellas o a los que perdieron a alguien”.

ENTREVISTA

‘Agarrarte a la vida’ es tu última creación. Una canción escrita, por lo que has afirmado, con la intención de prevenir el suicidio. ¿Qué te llevó a escribirla?

Esto viene desde la carrera de Psicología y era un tema que me costaba mucho comprender, y al que tampoco atendía mucho, como la sociedad. Desde hace unos meses he estado recibiendo muchos mensajes diciéndome que hablara sobre el suicidio. El que me despertó como un poco la chispa fue el que me escribió el Teléfono de la Esperanza (al parecer fue, la también profesional de Psicología Clínica y responsable del área nacional de prevención del suicidio en el Teléfono de la Esperanza, Magdalena Pérez Trenado, quien le escribió un mensaje y le propuso publicar una canción con esta temática), y luego, como todo, hasta que no te toca de cerca parece que no te pones las pilas y sí que tengo alrededor a varias personas, una de ellas una amiga de toda la vida, con ideas suicidas, con depresiones; otros amigos que lo han intentado directamente y que siguen aquí… Es un tema que está muy cerca. La hice también gracias a las cartas que me escribió mi amiga que ha sido muy generosa conmigo por eso. Regresé a los libros de Psicología y hay muchos expertos de la Psicología detrás de la canción porque le he dado muchas vueltas hasta que pulí cada frase para que estuviera correcta y, sobre todo, ya no es solo una canción que se dirige a alguien que esté en un pozo, sino que creo que puede ser una canción que dé pistas para cómo comportarnos a los que estamos alrededor de gente que esté pasando por una situación así.

En alguna entrevista has dicho que te sentiste en la «obligación» y «responsabilidad» de escribir esta canción y que habías tardado mucho en dar ese paso

Sí, porque esto es un problema que está desde hace demasiado tiempo y yo, con la formación que tenía, que tengo, y siendo un problema que estaba claro que estaba ahí, y que, además después de la pandemia, creo que todo se ha disparado, me daba miedo hablar de ello. Ya me he enfrentado y ya lo hablo y estoy aprendiendo muchísimo, tanto en el proceso de creación y después de sacarla. Me está enseñando mucho.

Nos llama también la atención otra manifestación que has hecho donde afirmas que te costó entender qué lleva a alguien a plantearse el suicidio y que ni tus estudios en Psicología te ayudaron…

Claro. Hay muchas cosas que, dentro de la mente humana, me costaba entender en la carrera, la psicopatología. A una que es muy amante de la vida, en ese momento que yo tenía 18, 19 años, la primera vez que me hablaron de suicidio o cuando ha habido personas que se quitan la vida, en mi familia o cercanas, es algo que cuesta mucho comprender, cuesta mucho. Agradezco todo este proceso porque creo que lo comprendo ahora un poquito más. Y entiendo que la gente haya mirado hacia otro lado, por eso, porque quizás nos educan en ciertos tabús como es la muerte, el duelo, la tristeza, esos sentimientos, esas lecciones, o esas exigencias del éxito y la felicidad que la sociedad nos impone ahora mismo…Son muchas cosas.

Lo has reconocido en la primera pregunta, pero nos gustaría incidir un poco más en ello. En este proceso de creación te han ayudado compañeros psicólogos y profesionales de salud mental a pulir la letra…

Sí, sí. Como es un tema tan delicado necesitaba que me dieran el ok y ha habido muchas frases que he ido cambiando porque estaba cometiendo un error ya como psicóloga… Por ejemplo, cuando digo ‘la ilusión puede volver distinta, pero puede volver’, yo ahí decía ‘todo puede volver’ y eso es una mentira como una catedral de grande porque no todo vuelve. Lo que es sí es verdad es que cada etapa, cada proceso y cada fase de la vida tiene una ilusión diferente, unos motivos diferentes a los que aferrarte y es una ilusión distinta, una luz nueva, pero que nada tiene que ver con la anterior…

Por tu experiencia profesional y como psicóloga que eres de formación, ¿crees que aún cuesta hablar de suicidio? ¿Y por qué?

Sí, sí, claro. Lo noto con la canción. Sí, cuesta acercarte, por lo que he dicho antes, el miedo, el tabú que rodea al suicidio que es la muerte, la tristeza, la depresión, la salud mental, aunque no esté relacionado, debemos preguntarnos qué tipo de sociedad y de sistema tenemos que hace que tanta gente, sobre todo gente joven, no encuentre su lugar. Por eso se pide un plan de prevención integral, porque esto abarca demasiados ámbitos de la sociedad.

El suicidio es un grave problema de salud pública que, solo en España supuso la muerte, el pasado año, de casi 4.000 personas. Bajo tu punto de vista, ¿te parece que se esté haciendo lo suficiente en nuestro país para atajar esta problemática?

Lo suficiente no, pero al menos se han empezado a dar pasos. Antes jamás oías hablar de suicidio y de salud mental y desde hace unos años es algo que está en los medios de comunicación, por ejemplo. Eso es un gran paso. Desde el Gobierno el número (024) que han puesto es un paso. Ahora hay que poner a muy buenos profesionales detrás y hay que mejorar todo mucho para que de verdad haya una prevención idónea, pero que se han empezado a hacer cosas, eso también es cierto. ¿Te parece que la atención que se ofrece de cara a la prevención del suicido es suficiente? ¿Qué le pedirías a las instituciones y administraciones de cara a esa prevención? No es suficiente. Para nada. Sobre todo, en la salud pública, en este país que siempre podemos presumir de los profesionales que hay en la salud pública, aunque últimamente se esté abandonando mucho, aunque se les diera aplausos en su momento, sí que es cierto que para la salud mental hay muy poca ayuda en la salud pública. Si ir al psicólogo, o al psiquiatra, es una cuestión de clase social, quien se lo pueda permitir y quien no, eso es un error gigante. Entonces, por supuesto, que se necesitan más medios para que esto sea un bien común y de todos, independientemente de nuestra clase social.

Rozalén

¿Cómo esperas que esta canción pueda ayudar a quienes se encuentren en situación de riesgo?

Sinceramente, yo no sé si puede ayudar a alguien que está en situación de riesgo, aunque los comentarios que me llegan son muy, muy motivadores y alegran, porque son fuertes, y sí parece que, a gente que está en ese proceso, les ha podido aliviar. Pero, creo que es más una herramienta de trabajo, que la puedan usar en terapia, que se pueda dialogar de cada una de las frases, porque detrás de cada frase hay mucho de que hablar. Creo también que es una canción que, sobre todo, puede hacerle bien a quienes están cerca de personas con ideas suicidas o con depresiones porque no sepan cómo acercarse a ellas o a los que perdieron a alguien. Que sea una herramienta más para seguir dando pasos. Solo eso.

Puedes escuchar el vídeo oficial en el siguiente enlace: