USO AUTOINFORMADO DE INTERNET EN ADOLESCENTES: PERFIL PSICOLÓGICO DE UN USO ELEVADO DE LA RED

23 Mar 2009

Ferran Viñas
Universidad de Girona

El uso excesivo de Internet, definido por el número de horas que una persona permanece navegando por la red, puede afectar a la vida social y escolar del adolescente y, como consecuencia de ello, llevar a sus padres a solicitar ayuda psicológica. La descripción de alteraciones comportamentales asociadas a un uso excesivo de la red, tales como sentimientos de culpa, deseo intenso de estar o continuar conectado a Internet, pérdida de control, pérdida del tiempo de trabajo o de las clases, síntomas psicopatológicos, etc. han planteado y abierto un debate sobre una posible «adicción a Internet». No obstante, a pesar de las referencias a la adicción tecnológica, no hay un consenso claro sobre si se puede o no hablar de adicción a Internet.

 

Una de las líneas de investigación del Grupo de Investigación en Psicopatología Infanto-Juvenil del Instituto de Investigación sobre Calidad de Vidad (IRQV) de la Universidad de Girona es el estudio de las alteraciones emocionales y del comportamiento asociadas a un uso excesivo de Internet.

Partiendo de la idea de que el uso de Internet puede ser problemático cuando el número de horas de conexión afecta al correcto desarrollo de la vida cotidiana, se realizó un estudio en el que participaron 359 adolescentes de entre 12 y 17 años de edad.

Los datos obtenidos indican que el uso de Internet en la muestra de adolescentes estudiada es muy similar a los hallados por otros autores en los que también se observa que los adolescentes se conectan con regularidad a Internet y dedican bastante tiempo, entre otras aplicaciones, a visitar las salas de chat. La mayoría realizan un uso moderado de Internet (menos de 2 horas al día), pero un 6,7 % de la muestra estudiada navega por Internet un promedio superior a las 4 horas diarias y un 10,2 %, mayoritariamente chicos, permanece conectado a la red más allá de la medianoche. Estos adolescentes se caracterizan por pertenecer principalmente a los cursos superiores y se describen como introvertidos, emocionalmente inestables, poco amables y pesimistas. En otra palabras, un perfil de personalidad en el que predominan más bien las emociones negativas. Asimismo, ante la adversidad o los problemas que la vida les plantea, optan por ignorar el problema, autoinculparse, no afrontar el problema o buscar diversiones relajantes. Además, se caracterizan por un afrontamiento centrado en la relación con los demás (invertir en amigos íntimos, buscar pertenencia, buscar apoyo social, acción social o buscar ayuda profesional). Se trata de una postura curiosamente «extrovertida» que cabría pensar que sólo es factible, dado su perfil introvertido, en un entorno «protegido», desde un punto de vista social, como aparentemente proporciona la red. Estos rasgos de personalidad, constituyen una combinación perfecta para hallar en Internet un canal donde abrirse al «mundo exterior».

Los datos obtenidos en este estudio pueden ser de ayuda tanto para la planificación de la intervención, cuando los adolescentes acuden al psicólogo para solicitar ayuda ante un uso excesivo de Internet, como para la prevención, desde el entorno escolar o familiar. Entre las recomendaciones, que se desprenden de los resultados del estudio, está el fomentar un uso adecuado y responsable de Internet o la supervisión paterna. Tal como recomienda la American Academy of Child and Adolecent Psychiatry, es muy importante que los padres limiten el tiempo que pasan sus hijos «en línea» y «navegando» por Internet y, por supuesto, controlen dicho uso.

El estudio original en el que se basa este artículo puede encontrarse en la revista International Journal of Psychology and Psychological Therapy:

Viñas Poch, F. (2009). Uso autoinformado de Internet en adolescentes: perfil psicológico de un uso elevado de la red. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 9, 1, 109-122.

Sobre el autor:

 

Ferran Viñas Poch, es doctor en Psicología y Profesor Titular del Departamento de Psicología de la Universidad de Girona. Dirige el grupo de investigación en Psicopatología Infanto-Juvenil de dicha universidad. Su investigación se centra en el estudio de los factores psicológicos y de personalidad implicados en la génesis y mantenimiento de los trastornos emocionales y del comportamiento durante la infancia y la adolescencia.

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