TRABAJAR CON CORAZÓN – 27 DE SEPTIEMBRE, DÍA MUNDIAL DEL CORAZÓN

28 Sep 2009

Ayer 27 de septiembre se celebró el Día Mundial del Corazón. Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un problema de salud de primer orden debido a dos razones fundamentales: su elevada prevalencia y su condición de principal causa de mortalidad global. Según datos de la OMS, alrededor del 30% de las muertes que se producen en el mundo se deben a este problema de salud, es decir, aproximadamente 17,5 millones de personas murieron en 2005 por esta causa; y, se estima que en el año 2015 los trastornos cardiovasculares supondrán unos 20 millones de muertes al año.

Con el objetivo de concienciar a la sociedad y a las diferentes administraciones, desde el año 2000, bajo el auspicio de la World Heart Federation, se estableció que todos los últimos domingos del mes de septiembre se celebraría el Día Mundial del Corazón, que en España organiza la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón.

Este año, el Día Mundial del Corazón 2009, bajo el lema Trabajar con Corazón, pretende promover pequeños cambios en nuestro entorno laboral, puesto que más de la mitad de nuestras horas de actividad cotidiana se pasan en el trabajo y, pueden suponer una mejora significativa de la salud y de la propia productividad.

Las ECV son una condición multifactorial y compleja, cuyas causas se dividen en dos grandes grupos: los factores no modificables (edad, sexo, antecedentes familiares, etc.) y los factores modificables (colesterol, diabetes, hipertensión, peso, hábitos de alimentación, práctica de ejercicio físico, estrés, depresión, etc.). Claramente, los esfuerzos para la prevención de las ECV habrían de dirigirse hacia estos últimos factores. En concreto, la OMS estima que alrededor del 80% de las muertes de origen cardiovascular podrían prevenirse a través de tres vías de actuación: establecimiento de un patrón de alimentación equilibrado y sano, realización de hábitos regulares de ejercicio físico y abandono del consumo de tabaco.

En este sentido y en coherencia con las directrices de prevención marcadas por la OMS, se proponen las siguientes medidas para fomentar un entorno laboral más saludable:

  • Come sano (lo que supone cinco raciones de verdura o frutas al día, reducir el consumo de sal, evitar las comidas preparadas, etc.).
  • Ponte en activo y anímate (practica unos 30 minutos de ejercicio físico al día de tipo aeróbico).
  • Di «no» al tabaco. El riesgo cardiovascular se reducirá en un 50% en un año y con el tiempo se igualará al nivel normal.
  • Mantén un peso adecuado. Una dieta sana y la práctica de ejercicio físico contribuirán a ello. La reducción de peso también contribuye a reducir la PA, que es el principal factor de riesgo cardiovascular.
  • Realiza revisiones periódicas sobre tu estado de salud: niveles medios de presión arterial, de colesterol, de azúcar, etc.

La promoción de estos hábitos saludables supone importantes beneficios, tanto a nivel personal como social y para la propia empresa. Algunas de las razones que justifican esta línea de actuación son las siguientes:

  • Se salvan vidas. El 50% de las ECV tienen lugar en personas en edad productivas, es decir, entre los 15 y los 69 años.
  • Bienestar personal. Realizar ejercicio fomenta un estado de ánimo más positivo, al facilitar la liberación de endorfinas. Un estado de ánimo más positivo ayuda además a una mayor concentración y a una mayor agilidad mental.
  • Ventajas sociales. Fomentar actividades en grupo permite ampliar la red de contactos sociales, lo que contribuye a adquirir nuevas habilidades, experimentar emociones positivas y bienestar, etc.
  • Beneficios económicos. Una plantilla más sana, sin duda, contribuye a aumentar la productividad, reducir la tasa de absentismo laboral y los gastos médicos, disminuir la tasa de accidentes laborales, mejorar la imagen corporativa, fomentar un buen ambiente laboral y la permanencia en la empresa.

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