LA PSICOLOGÍA ES FUNDAMENTAL PARA PROMOVER LOS CAMBIOS DE ACTITUDES Y COMPORTAMIENTOS – ENTREVISTA A RAFAEL CASAS, DIRECTOR CIENTÍFICO DE LA FUNDACIÓN THAO

5 May 2011

La inversión de recursos económicos y humanos en el desarrollo de programas eficaces para la prevencion de cualquiera de las alteraciones que se están tratando a lo largo de esta semana es fundamental. Uno de los programas que está mostrando mayores índices de eficacia es el Programa EPODE, que se puso en marcha en Francia, y que, desde el pasado año 2007, se está aplicando en nuestro país a través de la Fundación Thao. En relación con todo ello, y para finalizar el espacio dedicado en la sección de En Portada a las alteraciones del comportamiento alimentario, Infocop Online entrevista al psiquiatra y director científico de la Fundación Thao, así como coordinador Nacional del Programa Thao-Salud Infantil, Rafael Casas.  

 
Rafael Casas

ENTREVISTA

La obesidad y el sobrepeso constituyen un problema de salud prioritario en la población infanto-juvenil. ¿Podría explicarnos por qué?

En los últimos 10 años, la obesidad y el sobrepeso en la infancia han aumentado de manera alarmante en España y en otros países de nuestro entorno. El exceso de peso es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y otros trastornos cardiovasculares, alteraciones de los lípidos, dificultades respiratorias o, incluso, problemas articulares debidos a la afectación del crecimiento óseo de los niños. Las consecuencias de la obesidad y del sobrepeso en la infancia tienen repercusiones negativas en la salud a corto, medio y largo plazo, incluyendo las consecuencias psicológicas.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es uno de los retos más importantes del siglo XXI. De hecho, las enfermedades cardiovasculares se han convertido en la principal causa de muerte en todo el mundo, con 17 millones de víctimas anuales. Y, además, la diabetes se ha transformado en una epidemia mundial. Según los cálculos de la OMS, las muertes por esta enfermedad aumentarán en todo el mundo en más de un 50% en los próximos 10 años.

En los estudios de obesidad infantil, que hemos realizado desde el Programa Thao durante los últimos años, se desprende que este problema se detecta desde edades muy tempranas. Sabemos que la obesidad a partir de la edad de 4 ó 5 años tiende a ser persistente y puede conllevar a que se desarrollen este tipo de enfermedades.

Para prevenir la obesidad infantil, debemos actuar cuanto antes. Por eso, hemos creado el Programa Thao-Pequeña Infancia, que tiene en cuenta a la franja de edad de 0 a 3 años, con talleres dirigidos a padres y madres y a profesionales de enfermería pediátrica o jardines de infancia.

El objetivo es concienciar a los padres, madres y cuidadores de que los hábitos de vida saludables se instauran desde edades muy tempranas. Durante los primeros años de vida, se introduce la alimentación complementaria, se desarrollan las preferencias por ciertos sabores y se consolida la autorregulación de la saciedad y el hambre.

Hace unos meses, la Fundación Thao presentó los resultados de un estudio muy ambicioso sobre este problema en los niños y jóvenes españoles. ¿Podría resumirnos las características del mismo? ¿Cuáles han sido los principales resultados?

Desde 2007, la Fundación Thao analiza y da a conocer los datos de obesidad infantil recogidos en los municipios que desarrollan su programa para determinar la prevalencia de sobrepeso en los escolares. Durante el curso 2009-2010, realizó mediciones del índice de masa corporal (IMC) a 26.251 niños y niñas de 3 a 12 años, en 29 ciudades españolas, la muestra cuantitativa más importante analizada en España hasta el momento.

El análisis estadístico del IMC fue realizado por un equipo coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que integra las Universidades Complutense y San Pablo CEU de Madrid y la Universidad de Santiago de Compostela. Los 29 municipios donde se han realizado las mediciones de población infantil pertenecen a 7 comunidades autónomas: Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha, Baleares, Aragón y Galicia. 

Como principal conclusión del estudio, destaca que casi 1 de cada 3 niños y niñas españoles (29,3%) sufre problemas relacionados con el exceso de peso. Un 8,2% de ellos sufre obesidad y un 21,1% sobrepeso. Los datos revelan ya la alta prevalencia de estas alteraciones en la franja de edad de 3 a 5 años, que alcanza un 6,3% de los niños y las niñas de dichas edades.

A la luz de la evidencia empírica y de los resultados de su estudio, ¿cuáles serían los principales factores de riesgo para estas alteraciones? ¿Existe alguna relación entre los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y la obesidad y el sobrepeso?

Como hemos comentado anteriormente, la obesidad y el sobrepeso en sí son factores de riesgo que tienen consecuencias para la salud. A su vez, sabemos que la obesidad en los niños puede tener repercusiones psicológicas como baja autoestima, aislamiento social, bajo rendimiento escolar e, incluso, depresión. Existen estudios que correlacionan la obesidad infantil con una menor calidad de vida tanto en sentido físico como emocional y social.

En algunos casos, existe un círculo vicioso entre depresión e incremento de ingesta de manera compensatoria, lo que incrementa el problema de sobrepeso y, a su vez, agrava la sintomatología depresiva.

En cuanto a los TCA, hay estudios que relacionan la insatisfacción respecto a la propia imagen corporal, muy importante en la adolescencia, con el inicio de actitudes y conductas de control y restricción de alimentos que pueden llevar a desarrollar este tipo de alteraciones. Estos trastornos se inician cada vez en edades más tempranas, como se ha notificado un informe reciente de la American Academic of Pediatrics dirigido a los pediatras americanos.

Como experto en la materia, ¿cuáles serían las medidas más eficaces para prevenir la aparición de estos problemas? ¿Cuál es el papel de la Psicología en estos programas?

El Programa Thao trata de aplicar medidas eficaces que consisten en promover en los niños y las niñas unos hábitos saludables a través del aprendizaje continuado de una alimentación equilibrada y de la actividad física, lúdica y en grupo.

La Psicología es fundamental para promover los cambios de actitudes y de comportamientos. El Programa Thao se fundamenta en la comunicación de mensajes positivos y motivantes, sin prohibir productos o conductas, puesto que la restricción puede favorecer la actitud contraria a la que se persigue.

Un aspecto importante es que los niños aprenden por identificación con los valores positivos. De modo que es fundamental, por ejemplo, el papel de los padres transmitiendo estos valores y aplicándolos ellos mismos. No se puede pedir a un hijo que tome verduras si los padres no las toman, ni pedir que sean más activos y hagan deporte si son padres sedentarios. Es lo que popularmente se llama «predicar con el ejemplo».

En el Programa Thao, también queremos implicar a los líderes que son referentes para los niños para que actúen como modelos saludables. Como decía una madre, «a mi hijo tal jugador le dijo hace años que debía desayunar bien cada día y todavía lo recuerda y lo hace«.

En cuanto a la actividad física y al juego, es importante el aprendizaje social de valores como compartir, saber perder y ganar o ser solidario con los demás compañeros. Se trata de adquirir buenos hábitos a la vez que realizar un aprendizaje de valores. Estoy convencido de que la satisfacción emocional conseguida es un elemento fundamental para la salud.

En relación con todo lo anterior, ¿cómo se están articulando los diferentes programas e iniciativas que se están desarrollando desde la Fundación Thao? ¿Podría describir en qué consisten? ¿Cuáles son sus índices de eficacia y sus beneficios en general?

El Programa Thao propone diversas acciones que se planifican en forma de «temporadas», principalmente durante el curso escolar. En cada una de ellas, se destaca un grupo de alimentos o una actividad concreta con el objetivo de trabajar los mensajes de forma profunda y consolidar, así, un estilo de vida más saludable entre las familias, que se mantenga en el tiempo.

Hasta el momento, se han desarrollado ya 6 temporadas, dedicadas a la fruta, al agua, a los farináceos, a las frutas y verduras, a la actividad física y, actualmente, al pescado y marisco. De este modo, los escolares realizan actividades de acuerdo con su franja de edad, que les permiten conocer mejor los alimentos que se incluyen en cada grupo desde las propuestas más variadas: talleres, degustaciones, elaboración de recetas, visitas a mercados, juegos en plazas y jardines, obras de teatro, etc.

Además, paralelamente a las temporadas, se organizan algunos eventos que fomentan la actividad física con participación de las escuelas y de toda la ciudad. Encontramos dos ejemplos en El Patio de Mi Cole, una recopilación de juegos de siempre para el tiempo de recreo, y el Thaobús, que anima a los alumnos a ir a pie a la escuela.  

Una vez al año, se desarrolla la Semana Thao con múltiples actividades en torno a la alimentación y a la actividad física que logran un gran impacto en la ciudad.

El método de trabajo en el que se basa el Programa Thao ya ha empezado a dar buenos resultados en Francia, a través del Programa EPODE. Tras cinco años de implantación del Programa, han empezado a registrarse unos resultados alentadores en cuanto a la prevalencia de obesidad y sobrepeso infantil. Una vez analizados los datos de las mediciones a más de 23.000 niños y niñas de 8 municipios piloto, entre los años 2005 y 2009, la principal conclusión es que, en 2009, ya se constata una prevalencia de sobrepeso y obesidad menor que en 2005. De todos modos, la previsión es que los cambios se den a largo plazo.

¿Considera que, desde los poderes públicos, se están facilitando los recursos necesarios para su puesta en marcha?

El problema de la obesidad genera unos enormes costes sociales y económicos, tanto directos como indirectos, que se reducirían de forma considerable si se invirtiera más en programas de prevención de la obesidad infantil, desde los poderes públicos.

Los ayuntamientos, que se han implicado en nuestro proyecto y que han hecho posible que las ciudades desarrollen nuestras actividades, están realizando un esfuerzo muy importante, pero aún queda mucho camino por recorrer. Tenemos constancia de que las instituciones públicas están preocupadas por este grave problema de salud, pero necesitamos que su esfuerzo vaya de la reflexión a la acción y que inviertan más en la promoción de los hábitos saludables.

Para finalizar, ¿le gustaría añadir alguna otra cuestión?

Quisiera resaltar que uno de los aspectos originales del Programa Thao es la colaboración público-privada, aunando los intereses de todos, de manera que el Programa se pudo iniciar gracias al patrocinio de empresas sensibles y comprometidas con la promoción de la salud infantil, como Nestlé –patrocinador fundador del Programa–, Ferrero, Orangina-Schweppes y DKV Seguros, y gracias a la aportación económica de los ayuntamientos.

En muchos municipios, el Programa cuenta con el soporte económico de empresas del lugar y con la colaboración de los productores locales, que aportan, por ejemplo, fruta para los colegios. Queremos que el Programa Thao se vincule a la agricultura local y ayude a la economía local.

De la misma manera, vamos a pedir becas de investigación para los diferentes estudios que permiten analizar el impacto del Programa Thao sobre los niños y niñas, donde vamos a contar incluso con estudios de determinantes sociocognitivos que influyen en la adquisición de los hábitos saludables.

En definitiva, el Programa Thao crea una verdadera red de responsables políticos, técnicos, universidades, expertos y patrocinadores, un verdadero equipo en el que todos «reman» en la misma dirección de promover la salud de los niños y niñas.

Es importante destacar que el Programa Thao es dinámico y se va ampliando cada día. Ahora hemos desarrollado un programa específico para la pequeña infancia (menos de 3 años), pero no será posible aplicarlo si no encontramos apoyo económico. Más adelante tenemos previsto ampliar el Programa a la franja de 12 a 16 años y a la prevención de la obesidad infantil desde el embarazo.

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