Históricamente el manejo del consumo de tabaco en la población de pacientes con trastornos mentales, ha quedado ignorado y se ha visto rodeado de mitos y falsas creencias. La tendencia actual en las estrategias sanitarias de salud mental hacia la desestigmatización y la normalización de estos pacientes hace necesario tener en cuenta esta cuestión.
La guía no presenta abordajes específicos o tratamientos especiales para esta población, sino que ofrece pautas y orientaciones en la intervención terapéutica habitual y científicamente aceptado para el tratamiento del tabaquismo en la población general, teniendo en cuenta, sin embargo, aspectos y variables diferenciadores en estos pacientes, que conllevan una complejidad de intervención añadida.
Actualmente, en Cataluña la tasa de fumadores se sitúa en un 29,4%, con tendencia a disminuir; sin embargo, esta prevalencia es mucho más alta en personas con enfermedades mentales, entre las que las cifras pueden llegar a alcanzar casi el 80%. Los trastornos mentales con una prevalencia más elevada de consumo de tabaco son: la esquizofrenia, las adicciones y los trastornos del estado de ánimo, especialmente el trastorno bipolar.
El hecho de que las personas con trastorno mental grave mueran unos 25-30 años antes que la población general, mayoritariamente por enfermedades causadas o agravadas por el consumo de tabaco, da cuenta de la importancia de la publicación de esta guía y de cualquier iniciativa que ayude a reducir el consumo de tabaco en esta población. La intervención en este sentido, se hace especialmente difícil con esta población, ya que según los datos las tasas de abandono del hábito son más bajas y hay más recaídas, que con la población general. Por este motivo, se requieren abordajes más intensivos y especializados, adaptados a sus particularidades clínicas.