Los resultados revelan que el 6,94 por cien de los adolescentes manifiesta haberse dado un atracón en los últimos 6 meses, y el 2,22 por cien lo hace a menudo.
En relación con los hábitos alimenticios, el 11,85 por cien presenta patrones de conducta alimenticia poco saludables y el 4,75 por cien un posible trastorno de alimentación.
En cuanto al sexo, no hay diferencias estadísticamente significativas.
Por lo que se refiere a las estrategias de afrontamiento los resultados muestran que hay una relación entre evitación, afrontamiento positivo y atracones: así, los adolescentes que dijeron haber tenido atracones puntuaban alto en las dimensiones de introversión y afrontamiento evitativo, a diferencia de los que no, que utilizaban un estilo de afrontamiento positivo, centrado en el problema.
A pesar de que el estudio posee varias limitaciones (como por ejemplo, el no poder extraer relaciones causa-efecto dada su naturaleza correlacional), los resultados muestran que el afrontamiento es una variable a tener en cuenta a la hora de diseñar un programa efectivo de prevención de patologías alimenticias en adolescentes
Ayudar a los adolescentes a manejar el estrés, ofreciéndoles estrategias de afrontamiento positivo (como la confrontación y la búsqueda de soluciones y de apoyo social), es importante a la hora de prevenir malos patrones de alimentación ya que, según datos de la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, el 5 por cien de los jóvenes españoles de entre 12 y 18 años sufren algún tipo de trastorno alimentario, y el 11 por cien en la misma franja de edad, se encuentra en riesgo de padecer alguno; y en los datos de 2010 del Instituto de Nutrición y Trastornos Alimentarios de la Comunidad de Madrid, señalan que el 11 por cien de la población de jóvenes de entre 15 y 18 años escolarizados en la Comunidad de Madrid padece un trastorno de la conducta alimentaria.
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