Los expertos coincidieron en que se podría obtener mucho más
beneficio haciendo un mejor uso del conocimiento científico. Un ejemplo lo
constituye la obesidad, que, según se indicó en la conferencia, afecta al 25% de
la población en Reino Unido, y podría reducirse animando a las personas a
realizar actividades físicas con un plan de entrenamiento o evitando la compra
compulsiva de alimentos poco saludables procurando ignorar determinadas zonas en
el supermercado.
La evidencia presentada en la conferencia muestra que las
intervenciones psicológicas no sólo mejoran la calidad de vida, sino que
también resultan rentables. Así, la rentabilidad sobre la inversión de la
promoción de la salud en el trabajo es de 10 a 1; para la prevención
del bullying en el contexto escolar es de 14 a 1; la ratio para la
prevención de los trastornos de conducta es de 80 a 1; y el tratamiento
de la depresión y la ansiedad en pacientes con enfermedades crónicas como
la diabetes, la hipertensión, el cáncer o el asma, puede reducir los costes
totales de atención hasta un 20%.
La conferencia de la EFPA ha sido el primer encuentro
entre psicólogos expertos en el cambio, prevención y tratamiento del
comportamiento, y personas implicadas en el cuidado de la salud, escuelas,
organizaciones, deportes y en la atención a personas mayores. Los ponentes
hablaron de la importancia de la conducta en la aparición de las enfermedades y
los problemas de salud actuales, y de la posible mejora de la salud y
reducción de los costes a partir de una buena colaboración entre médicos
y profesionales de enfermería.
Señalaron que las intervenciones cognitivo-conductuales pueden
reducir la necesidad de tratamiento farmacológico, siendo más eficaces
que las prescripciones médicas.
Otros expertos confirmaron que los psicólogos pueden ayudar
a mejorar las condiciones en las escuelas y las empresas, donde los
problemas de estrés y salud mental obstaculizan el aprendizaje y el rendimiento.
Indicaron que son los más capacitados para reconocer los síntomas iniciales de
la enfermedad física y mental, para prevenir el bullying y para ayudar a
prevenir el suicidio, un problema cada vez más urgente debido a la actual crisis
económica. El envejecimiento saludable es otra área en la cual la psicología
puede tener un impacto, cambiando la mentalidad y el comportamiento de la
sociedad hacia las personas mayores.
La Comisión Europea está interesada en estudiar más
contribuciones del ámbito psicológico para la puesta en práctica de su
estrategia para la salud, tal y como señaló la Directora General de Asuntos de
Salud y Consumo, Paola Testori-Coggi, en su discurso de apertura. Ésta
enfatizó la importancia de incorporar a los psicólogos para reducir la
depresión, la ansiedad y el estrés, así como para fortalecer los enfoques de
integración promovidos por el objetivo de "salud en todas las políticas" de la
Unión Europea.
El doctor Arun Nanda, asesor principal en Estrategia y
Política de la OMS en Europa, agradeció la contribución de la psicología,
especialmente para reducir la brecha en el sistema de salud europeo.
Al cierre de la conferencia, Robert Roe, Presidente de
la EFPA, confirmó el compromiso de la psicología europea con la salud. Asimismo,
señaló que la EFPA está desarrollando un programa de acción para mejorar la
salud a bajo coste, en el cual participarán psicólogos tanto a nivel europeo
como a nivel nacional.