El salón de actos del COP Madrid (COPM) fue la sede de la celebración de la I Jornada de Psicología y Discapacidad Intelectual. Bajo el título “Presente y futuro de la discapacidad intelectual”, que se celebró el pasado 17 de febrero. En la misma, se abordaron temas como el rol del psicólogo en los centros de atención a esta población, investigaciones recientes y recursos de intervención basados en las nuevas tecnologías.

La jornada fue organizada por el grupo de trabajo “Psicología y Discapacidad Intelectual”, que desarrolla su actividad en el COPM desde finales del año 2012, y que tiene como principal objetivo congregar una red de profesionales que compartan sus experiencias, dudas e iniciativas. Acorde con este propósito se planteó esta actividad como punto de encuentro profesional, donde pudieron confluir las inquietudes de gran parte de la comunidad profesional, y se plantearon sinergias.

Se trata de un campo en constante desarrollo, que exige formación continua, adquisición y desarrollo de nuevas herramientas, así como revisar y mejorar las que ya se emplean.

La jornada se basó en tres pilares fundamentales: la experiencia profesional, la investigación y la persona con discapacidad intelectual como protagonista y agente de su proceso. De esta manera, quedó representada la necesidad de trabajar conjuntamente desde estos tres frentes, reuniendo a representantes de cada uno de ellos y escuchando sus propuestas.

Como el título de la jornada indica, se siguió un curso temporal presente-futuro. Este enfoque permitió situar el punto de partida como una imagen estática del momento actual, resultado de importantes avances teóricos, prácticos y sociales. Al mismo tiempo, proponía un abordaje dinámico que parte de una actitud transparente, abierta y autocrítica que permita trabajar  de manera proactiva.

El aspecto más reseñable de la jornada es la inclusión de la persona con discapacidad intelectual como núcleo central e imprescindible. Varias personas presentaron sus exposiciones como expertos, recorriendo temas centrales de la calidad de vida de las personas: relaciones interpersonales significativas, desarrollo personal, bienestar emocional, autodeterminación, inclusión social o derechos.