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La revista British Medical Journal de junio de 2015, en su sección Practice Pointer, proporciona una revisión del trastorno dismórfico corporal, el impacto que tiene en la vida de los pacientes y las opciones de tratamiento.
Las personas con trastorno dismórfico corporal presentan una preocupación constante y fuera de lo normal sobre algún aspecto físico de su cuerpo (imagen corporal), ya sea real o imaginado, que consideran un grave defecto, lo que les genera vergüenza y ansiedad elevadas. Se trata de un trastorno relativamente frecuente, pues se estima que alrededor del 2% de la población lo presenta, siendo igual de común en hombres y en mujeres. Estas personas suelen acudir a las consultas de medicina general, dermatología o cirugía, por lo que su presencia en los servicios de salud mental es menos habitual, y en este último caso, el trastorno suele ir asociado a depresión severa, a una grave interferencia con la vida social o laboral o a la presencia de ideación suicida. |
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Tal y como se indica en el artículo, en la intervención con estos pacientes, los profesionales sanitarios deben tener en cuenta que:
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Las personas con trastorno dismórfico corporal no suelen manifestar el grado en que les preocupa su posible defecto, a menos que se les pregunte directamente sobre la vergüenza que sienten acerca de su apariencia.
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Ante la sospecha de trastorno dismórfico corporal, es necesario evaluar el grado de preocupación, de malestar psicológico y la interferencia en la vida cotidiana, con el objetivo de distinguir el trastorno dismórfico corporal de la insatisfacción corporal común, y no patológica, y poder derivar al paciente a una evaluación completa en salud mental.
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Las opciones de tratamiento incluyen la terapia cognitivo-conductual específicamente diseñada para el trastorno dismórfico corporal, y sólo en los casos moderados a severos la administración de inhibidores de la recaptación de serotonina.
Fuente:
Body dysmorphic disorder
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