La adopción de criterios compartidos también mejoraría si los listados, revisiones o guías se actualizaran de forma periódica o estable (una vez al año, cada dos o cinco años). Algunas de estas organizaciones informan de evidencia de estudios o revisiones nada actualizadas (p.ej. la última actualización de la guía NICE para los trastornos de alimentación fue en 2004).
En este sentido, consideramos que las organizaciones deberían asumir criterios de coordinación a través de grupos de trabajo comunes.
Como expertos en el tema, ¿podrían decirnos en qué estado se encuentra actualmente la Psicoterapia basada en la evidencia, tanto a nivel nacional como internacional, y a qué retos futuros se enfrenta?
Si su pregunta va dirigida a una concepción amplia de las terapias basadas en la evidencia, en general, podemos decirle que hoy día creemos que este abordaje es el más importante y el de elección en el ámbito tanto práctico/aplicado como de investigación. De hecho casi todo el mundo afirma estar utilizando en la práctica clínica técnicas psicológicas basadas en la evidencia (aunque esto no creemos que sea tan cierto como podría parecer).
Si su pregunta va dirigida a la concepción que habitualmente se tiene de las “Psicoterapias tradicionales” (de corte psicoanalítico, humanista, Gestalt…), parece que dentro de estos modelos existe un interés creciente en realizar ensayos clínicos y en adoptar metodologías que les permitan concluir o estudiar sus resultados desde el punto de vista científico. De hecho algunas de estas terapias aparecen en los listados de nuestro artículo. El problema fundamental con el que se encuentran es que resulta difícil “manualizar” guías sobre este tipo de intervenciones y establecer variables dependientes que den información sobre sus efectos y resultados.
En cuanto al estado de este tema tanto a nivel nacional como internacional, pensamos que la investigación en tratamientos psicológicos basados en la evidencia es prolífica y que está especialmente en auge en nuevas terapias, como las derivadas de las denominadas de tercera generación y en la combinación de otras. Como ejemplo es llamativo como terapias del tipo de la Cognitive Behavioral Analysis System of Psychotherapy (CBASP) combinan varias técnicas de distintos modelos, en este caso de de modelos cognitivos, conductuales, de terapia interpersonal y psicoanálisis en una misma psicoterapia. También está desarrollándose bastante el ámbito de terapias centradas en las fortalezas, crecimiento personal y psicología positiva.
Pensamos que nos encontramos ante el importante reto de aunar un sistema metodológico desde el punto de vista científico que nos permita realmente discriminar entre lo que funciona y lo que no funciona, entre lo que potencialmente es un placebo o incluso puede dañar a un individuo. Siguiendo a Kazdin, es difícil pensar que dada la gran variedad de terapias existentes todas sean eficaces, y aunque realmente lo fueran seguro que habría unas que lo serían más que otras. Y dentro de las que realmente funcionan cabría preguntarse cuales son las más prácticas según los contextos. Por ejemplo, comprobar la eficacia de las terapias según formato (individual, grupal o incluso virtual); cómo se adaptan a formatos breves para ámbitos caracterizados por la presión asistencial, cuáles son más baratas y eficientes y consiguen mejores resultados en mejores condiciones de aplicabilidad.
Para finalizar, ¿desean añadir algún otro comentario?
Nuestro comentario final tiene que ver con la necesidad que pensamos existe en nuestra disciplina de aunar práctica clínica y ciencia. Subrayar la importancia de que en universidades se preste más atención a formar sobre la implementación de tratamientos psicológicos en contextos reales y que en los ámbitos aplicados se preste más atención a la introducción de intervenciones basadas en la evidencia facilitando la contribución de los profesionales en ejercicio en su estudio y desarrollo.
Referencia del artículo
Moriana, J.A., Gálvez-Lara, M. & Corpas, J. (2017). Psychological treatments for mental disorder in adults: A review of the evidence of leading international organizations. Clinical Psychology Review, 54, 29-43. |