ESTIGMA SOCIAL Y ENFERMEDAD MENTAL

3 Abr 2006

Un grupo de trabajo de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, compuesto por el Dr. Manuel Muñoz, la Dra. Eloísa Pérez-Santos, la Dra. María Crespo, y Dña. Ana Isabel Guillén acaba de presentar ante diversos medios de comunicación los resultados de su investigación ESTIGMA SOCIAL Y ENFERMEDAD MENTAL: Análisis de las Actitudes de Rechazo Social y Estigmatización que sufren las personas con enfermedad mental grave y crónica. Esta investigación analiza las actitudes existentes en la población general hacia las personas que padecen algún tipo de enfermedad mental grave y crónica. 

 

Manuel Muñoz ha dirigido esta investigación y ofrece a los lectores de Infocop Online algunos resultados clave de la misma. 

Manuel Muñoz

¿Cómo se ha llevado a cabo el estudio? ¿Han recibido financiación?

Este estudio ha sido promovido por la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid con el apoyo y la cofinanciación de Obra Social de Caja Madrid, en el marco del Plan de Atención Social a personas con enfermedad mental grave y crónica 2003-2007.

En él se aborda el estigma de la enfermedad mental con una perspectiva integral, incluyendo los puntos de vista de personas con enfermedad mental, familiares, profesionales, población general y medios de comunicación. La metodología combina las estrategias cuantitativas y cualitativas y emplea los instrumentos propuestos por el Chicago Consortium for Stigma Research (actualmente el principal centro de investigación sobre el estigma de la enfermedad mental) lo que permitirá en un futuro inmediato la comparación de la situación madrileña con la de otras ciudades y regiones en todo el mundo.

De los resultados obtenidos, ¿cuáles son los aspectos que les parecen más relevantes?

Algunos de los resultados más interesantes son:

    • Existe cierta confusión de la enfermedad mental con el Retraso Mental (el 56% de la población general creen que el retraso mental es una enfermedad mental crónica).

    • Los datos cuantitativos muestran que el estereotipo de peligrosidad es el más frecuente en población general, siendo menor y muy escaso entre profesionales.

    • El nivel de estigma se asocia con la edad (a mayor edad mayor estigma), el nivel de conocimiento (a mayor nivel de conocimiento menor estigma) y el lugar de residencia (menor estigma en el resto de la Comunidad que en la ciudad de Madrid).

    • El estigma sobre la psicosis es menor que el existente respecto a otras condiciones de salud, como la adicción a la cocaína o el SIDA, pero mayor que el de otras enfermedades mentales como la depresión y muy similar al que se asocia al retraso mental.

    • Las reacciones más frecuentes ante las personas con enfermedad mental son miedo y sobre todo, compasión. Estas reacciones se traducen en comportamientos de sobreprotección (en los familiares) y rechazo, evitación y actitudes de segregación (entre la población general).

    • El análisis cualitativo mostró que las personas con enfermedad mental crónica tienen numerosas experiencias de rechazo y discriminación especialmente en el ámbito laboral, los amigos y la familia extensa: el 44% informa haber tenido experiencias de discriminación en el área laboral, el 43% en las relaciones con los amigos y el 32%, con los vecinos. El 37% ha tenido experiencias de discriminación dentro de su propia familia.

    • Las personas con enfermedad mental crónica viven con gran intensidad el rechazo social que, según ellos, les lleva a incrementar el aislamiento y la desesperanza. Aunque, de acuerdo al estudio cualitativo, quizá la estrategia más frecuentemente empleada por las personas con enfermedad mental crónica y sus familiares sea el ocultamiento de la enfermedad mental.

    • El principal ámbito de discriminación para las personas con enfermedad mental es el laboral, con sus consiguientes repercusiones económicas. Durante la toma de datos cualitativa, las personas con enfermedad mental crónica afirmaron experimentar muchas dificultades o imposibilidad para encontrar un trabajo sin la ayuda de las instituciones. De hecho, sólo el 5% de las personas con enfermedad mental entrevistadas tenían un empleo regular.

    • En el estudio de medios realizado se halló que los medios de comunicación tratan muy poco este tema, prácticamente no hay noticias sobre la enfermedad mental crónica y cuando las hay se asocian a sucesos negativos. Sin embargo, existe un abuso de términos relacionados con las enfermedades mentales graves y crónicas (derivados de la palabra loco y otros más peyorativos) aplicados a situaciones y objetos (sobre todo en noticias de cultura, deportes o políticas) o personas (también unido a actos violentos o delictivos). Los datos indican que, aunque la información no suele ser imprecisa o errónea, sin embargo, mantiene un tono general negativo, especialmente en aquellas noticias que hacen referencia a personas.

¿Cómo se relaciona la imagen que existe de la persona con trastornos mentales con el riesgo de exclusión social?

Los procesos de exclusión social deben entenderse desde una perspectiva multidimensional y en este sentido, el estigma puede influir de forma transversal en muchas de las dimensiones de exclusión (laboral, vivienda, educación, sanidad, etc.).

La experiencia directa de estigma social puede llevar a que las personas con enfermedad mental desarrollen cierto autoestigma, que se manifiesta, según sus familiares, en la autolimitación en el trabajo, la no asistencia a la rehabilitación, el rechazo a la enfermedad, la baja autoestima y la falta de expectativas de recuperación. Los familiares creen que las personas con enfermedad mental crónica se ven a sí mismos como inferiores y fracasados, sintiéndose inseguros y temerosos de sus propios comportamientos. Esto provoca, a su vez, que en muchas ocasiones se agrave el autoaislamiento, que se detecta en el 24% de las personas con enfermedad mental entrevistadas que dicen que no salen de casa casi nunca o pocas veces. Estos datos reflejan algunos de los principales resultados de la investigación teórica sobre el tema, que indica cómo el estigma social puede llegar a influenciar a las personas afectadas hasta tal punto que provoque, mantenga o agrave algunos de sus principales problemas y dificultades de integración social. Sólo el 14% de las personas con enfermedad mental crónica tiene pareja estable y un 18% afirma no tener ningún amigo. Es más, tanto los familiares como las propias personas con enfermedad mental indican que ante esta situación, las relaciones sociales se limitan, en ocasiones, a otras personas con su mismo problema por lo que se crea una especie de gueto que perpetua el autoaislamiento social. Gueto en el que, por cierto, también se pueden vivir experiencias de discriminación, como lo reconoce el 20% de las personas con enfermedad mental crónica.

Todo lo anterior lleva a estas personas a anticipar el rechazo por parte de los demás, lo que les conduce por un lado al ocultamiento de la enfermedad, y por otro al aislamiento respecto a los demás. Estas dos formas de comportamiento se relacionan con las dos dificultades fundamentales que encuentran estas personas: las dificultades laborales y las referentes a las relaciones sociales, especialmente con iguales.

¿Se puede proyectar desde la Psicología una imagen más positiva de los trastornos mentales?

En realidad no sería necesario sesgar la información hacia lo positivo, sería suficiente con dar la imagen real de estos trastornos y de sus consecuencias para promover acciones más ajustadas en la sociedad.

Los psicólogos que trabajan en la Red de Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) y de Centros de Rehabilitación Laboral (CRL) dependientes del Plan de Atención Social a personas con enfermedad mental crónica de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid trabajan continuamente para ofrecer esta imagen positiva de las personas con enfermedad mental grave y crónica.

La Psicología y las organizaciones profesionales de psicólogos deberían dar a conocer a la sociedad la labor que la Rehabilitación Psicosocial ha desempeñado y desempeña en la rehabilitación de las personas con enfermedad mental crónica y resaltar su importancia por encima de otro tipo de intervenciones más medicalizadas. 

Presentación de la investigación ante los medios de comunicación (D. Manuel Muñoz a la drcha de la foto)

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