ANSIA POR LA COMIDA Y BULIMIA NERVIOSA: MECANISMOS PSICOFISIOLÓGICOS IMPLICADOS EN LA ALIMENTACIÓN EMOCIONAL

5 Abr 2006

 

Sonia Rodríguez Ruiz es licenciada en Psicología y actualmente es doctora (con mención europea) e investigadora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR (Universidad de Granada), así como profesora del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UJA (Universidad de Jaén).

Sonia Rodríguez Ruiz

Universidad de Granada y Universidad de Jaén

Enmarcados en los proyectos «Ansia por la comida y trastornos de la conducta alimentaria: Instrumentos de evaluación y mecanismos psicofisiológicos» (BSO2001-3015) y «Mecanismos motivacionales del ansia por la comida: su papel en la explicacion de los trastornos de la conducta alimentaria» (SEJ2005-06699), los estudios que se presentan a continuación han examinado los posibles mecanismos psicofisiológicos subyacentes al craving1 o ansia por el chocolate en particular, y por la comida en general. Éstos aportan información sobre las complejas interacciones entre los mecanismos apetitivos y defensivos que pueden ser clave para entender científicamente el problema del craving o ansia por la comida y su potencial relación con los trastornos de la conducta alimentaria.

Amor y odio son los sentimientos que suscita el amargo placer de comer el prohibido chocolate. Éste, es uno de los alimentos que más se ha asociado a los cravings por la comida. El término craving o ansia se refiere al «deseo irresistible de consumir una determinada sustancia» y se define como un estado motivacional -fisiológico y psicológico- que promueve la búsqueda de sustancias y la consiguiente realización de conductas de ingesta o consumo de esas sustancias, generalmente drogas o comida (Tiffany, 1995). La investigación sobre los cravings es relativamente reciente y surgió asociada al ámbito de las adicciones –drug craving-. La capacidad predictiva de los cravings por la comida con respecto a los trastornos de la conducta alimentaria, hace que su conocimiento se convierta en una herramienta útil para comprender mejor los trastornos de ingesta compulsiva, los atracones en bulimia nerviosa (BN) o el abandono temprano de los tratamientos destinados a la pérdida de peso en personas obesas.

Muchas han sido las explicaciones que han buscado las causas de la necesidad imperiosa de comer un alimento específico (craving) cuando la persona pretende mantener un cierto control o auto-restricción sobre su consumo (dieta). La compensación de un estado nutricional deficitario y/o la evitación de estados de ánimo negativos (reforzamiento negativo), la búsqueda de sensaciones placenteras (reforzamiento positivo) o la activación de los sistemas dopaminérgicos implicados en la motivación apetitiva (sensibilización neural) son algunos de los posibles factores predisponentes del ansia por la comida (Cepeda-Benito y Gleaves, 2001). Sin embargo, menos han sido las propuestas que han evaluado las respuestas fisiológicas ante la comida y encontrado su significado psicológico para las personas que experimentan craving.

Este es el objetivo principal de nuestros trabajos de investigación: conocer los mecanismos psicofisiológicos implicados en el ansia por la comida y estudiar cómo son modificados por diferentes condiciones desencadenantes (la deprivación de alimento y/o el estado de ánimo negativo) en población no clínica, subclínica y con BN. Para ello, realizamos tres estudios en los que seguimos la metodología de la modulación emocional de los reflejos defensivos (Respuesta Cardiaca de Defensa [RCD] y Reflejo Motor de Sobresalto [RMS]) a través de la visualización de imágenes afectivas (agradables, neutrales, desagradables, y chocolate/comida) propuesta por los grupos de investigación del profesor Jaime Vila (2003) y del profesor Peter J. Lang (1995). También registramos la Respuesta de Conductancia de la piel [RC] de forma simultánea y la Variabilidad Cardiaca [VC] en reposo, y evaluamos las reacciones subjetivas a las imágenes afectivas presentadas durante la prueba psicofisiológica.

El primer estudio realizado estuvo centrado en examinar los mecanismos psicofisiológicos del craving por el chocolate. Participaron 72 estudiantes seleccionadas en función de sus puntuaciones altas o bajas en el Food Craving Questionnaire-Trait adaptado al chocolate. Los resultados referentes a la RCD mostraron que en el grupo de alto craving, tanto el sistema motivacional apetitivo como el defensivo, se activan en mayor grado ante las imágenes de chocolate y desagradable, respectivamente, que en el grupo de bajo craving

    

A su vez, el grupo de alto craving incrementó la magnitud del RMS y la RC ante las imágenes de chocolate, comparado con el grupo de bajo craving. Estos resultados junto a la evaluación subjetiva de dichas imágenes como más agradables, activantes y con menor nivel de control por parte de las participantes con alto craving muestran que las imágenes de chocolate generaron sentimientos de ambivalencia o un conflicto motivacional de aproximación-evitación (Rodríguez, Fernández, Cepeda-Benito y Vila, 2005).

En un experimento posterior, cuyo objeto de estudio fue estudiar el craving por la comida en población con riesgo de padecer BN (n= 72), encontramos que la simultaneidad aproximación-evitación está determinada por la restricción calórica y el estado de ánimo en el que se encuentra la persona. De forma que, a las participantes con alto craving que acaban de comer y a las que se les inducía un estado motivacional negativo previo, las imágenes de comida les resultaban claramente más desagradables y mostraban ante ellas respuestas más defensivas (mayor RCD y RMS que aquellas participantes que no habían comido en seis horas y bajo estados de ánimo positivo y neutro). Estos resultados son apoyados y replican los de estudios correlacionales más recientes sobre restricción calórica y estado de ánimo (Waters, Hill y Waller, 2001).

En un último estudio clínico en el que participaron mujeres con alto craving por la comida y BN (n= 24), hemos encontrado una hiporreactividad autonómica ante las imágenes de comida (más cercana a un estado emocional de ansiedad generalizada que de miedo), que muestra la pobre regulación autonómica y emocional que caracteriza a las mujeres con BN. Este déficit de regulación emocional fue reflejado por un mayor afecto negativo (ansiedad y depresión) y una mayor potenciación de los reflejos defensivos (RCD y RMS) ante las imágenes de comida en mujeres con BN, más acentuado, si éstas tenían baja VC. Estos datos de nuevo son respaldados por los experimentos psicofisiológicos más recientes llevados a cabo en el ámbito de la psicopatología (p.e. trastornos de ansiedad, adicciones…) (Cuthbert y cols., 2003; Thayer y Siegle, 2002)

En resumen, los trabajos comentados muestran la existencia de un continuo que va desde un estado motivacional no patológico (craving por la comida) hasta el inicio y/o desarrollo de BN así como los factores precipitantes implicados en su evolución (restricción-emoción-craving-atracón). De estos estudios se deriva la importancia de evitar los factores previos que intensifican el craving por la comida y que puedan llevar en última instancia a un episodio de atracón. Para ello, se recomienda no prohibir alimentos de la dieta (p.e. el chocolate) y no intentar comenzar y/o mantener esa dieta restrictiva durante estados emocionales negativos (p.e. ansiedad, estrés, tristeza o depresión…). En conclusión, una forma de prevención de los trastornos de la conducta alimentaria relacionados con la ingesta compulsiva sería dejar de comer en función de nuestras emociones, o lo que es lo mismo, abandonar una posible alimentación emocional. 

1 Suele mantenerse craving en inglés, ya que el término ‘ansia’, en castellano, no refleja fielmente su significado

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