Retos para la Educación para la Salud en el ámbito educativo

13 Mar 2019

Los problemas más frecuentes en los centros educativos según el personal docente son la adicción al móvil, redes sociales e internet, los problemas de depresión y el consumo de tabaco entre los jóvenes. Este es uno de los resultados del informe «La educación para la salud en el ámbito educativo con jóvenes en situación vulnerable: dificultades, metodologías y buenas prácticas», que presenta los resultados de un estudio cuya finalidad ha sido conocer las necesidades de los Centros de Educación Secundaria en la promoción de la Educación para la Salud y promover buenas prácticas en este contexto.

Para la elaboración del estudio se ha contado con la opinión de personal docente de un total de 97 centros de educación secundaria localizados en las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla la Mancha, Extremadura, Madrid y Murcia, utilizando 458 cuestionarios, 10 entrevistas en profundidad y cuatro grupos focales.

Algunos de los principales resultados del estudio son los siguientes:

La mayoría de los docentes adoptan una concepción amplia de la salud, es decir, una conceptualización que tiene en cuenta la influencia de los determinantes psicológicos y sociales en los procesos de salud, si bien el 41% sigue anclado en una conceptualización biologicista.

Desafortunadamente, y a pesar del reconocimiento del concepto amplio de salud, esto no se traduce en la puesta en marcha de más intervenciones de salud integral en los contextos educativos. Las escasas acciones para la mejora de salud que se realizan en los centros suelen relacionarse con la promoción de desayunos saludables y la práctica de deporte, siendo el modelo preventivo el más predominante y desde un enfoque individual, no comunitario.

Los equipos docentes reconocen el papel que tiene el sistema educativo en la salud de los niños y adolescentes. No obstante, el profesorado tiende a dar más importancia al papel del contexto familiar y social del niño, frente a los equipos directivos y de orientación que conceden más protagonismo al personal docente, como principales agentes de salud.

La mayoría de los participantes (57%) perciben como “buena” la salud del alumnado, si bien los docentes señalan que se observa una falta de empoderamiento, desmotivación académica y falta de bienestar psicológico de su alumnado, vinculados a entornos familiares y sociales pocos favorecidos. Los indicios de una mala salud son relacionados, sobre todo, con malos hábitos de vida.

La mayor parte de los docentes siente que a pesar de haber recibido formación relacionada con la salud, no se siente suficientemente preparado para afrontar ciertos problemas relacionados con el bienestar afectivo-sexual de los alumnos (relaciones de pareja, conflictos, rechazo a la diversidad, conductas de riesgo…), siendo considerados temas tabú.

Los problemas más señalados por el personal docente son la adicción al móvil, redes sociales e internet, los problemas de depresión de los alumnos y el consumo de tabaco.

De acuerdo con los resultados, los autores del estudio recomiendan avanzar en el abordaje transversal y curricular de la salud en los centros educativos, mediante la interiorización del concepto de salud integral en el profesorado y reforzando la formación en estos contenidos, la integración de contenidos curriculares con salud y la promoción de relaciones saludables en los centros educativos (promover el cuidado mutuo, la libertad, la solidaridad, el respeto a las diferencias…), el abordaje de la educación afectivo-sexual y el respeto a la diversidad desde un enfoque de Derechos Humanos, mejorar los canales de comunicación y coordinación entre equipos directivos y profesorado así como la motivación del profesorado hacia el desarrollo de la promoción de la salud, reforzar y reconocer buenas prácticas y potenciar la implicación de las administraciones.

Tal y como se señala en las conclusiones del informe: “Para conseguir personas, organizaciones y sociedades saludables, la ética de la justicia y de la razón habrían de ser superadas por la ética del cuidado, en ámbitos, como el educativo, donde se inicia a las personas en el auto-cuidado y el de su entorno desde la vivencia y la empatía”.

La investigación, financiada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha sido elaborada por la Liga de la Educación, una organización dedicada a la intervención en infancia y adolescencia.

El informe puede descargarse en el siguiente enlace:

La educación para la salud en el ámbito educativo con jóvenes en situación vulnerable: dificultades, metodologías y buenas prácticas

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