Recomendaciones para la protección y prevención de las formas de violencia contra la infancia

22 Mar 2019

En una ciudad protectora se construyen relaciones y espacios que promueven al juego, el afecto y la participación como elementos centrales para un sano desarrollo de los niños y niñas de la primera infancia. El cambio de una ciudad no protectora a una protectora depende en gran parte del reconocimiento de varias condiciones. Entre más se acerque un ámbito al grupo de condiciones establecidas más se estará cerca de ser protector.

Con esta argumentación, la organización Save the Children presenta su Guía de la Ciudad Protectora, un documento a través del cual ofrece una serie de recomendaciones para transformar en lugares protectores de la infancia, todos los ámbitos y entornos donde se desenvuelven de forma cotidiana los niños y niñas.

La estrategia “Ciudad Protectora” que detalla la Guía, promueve el fortalecimiento de las relaciones entre las personas en los espacios públicos y privados, fomentando la vida y la participación mediante la solidaridad, el cuidado y la protección de niños y niñas, a través de los cuales se desarrolla una propuesta metodológica flexible, abierta y en diálogo permanente con las dinámicas propias de cada territorio.

Para tal fin, incluye diversas herramientas y actividades prácticas orientadas a la protección y prevención de las diferentes formas de violencia contra niños y niñas, y ofrece recomendaciones dirigidas a involucrar, de una forma sencilla y explicativa, a los diferentes actores locales y a comprometer a todos los adultos en estos procesos que favorecen el derecho de la niñez a su protección. En todo este proceso, el documento pone de relieve una serie de elementos fundamentales a tener en cuenta:

1. El juego como derecho infantil, como forma de comunicación y aprendizaje.

2. Los lenguajes y saberes diversos de los niños y niñas más pequeños, para entrar en diálogo con los lenguajes y saberes de jóvenes y adultos.

3. Nuevas formas de interacción y de comunicación entre personas protectoras.

4. La participación, como forma de reconocer al otro u otra, de escuchar su voz, de tenerle en cuenta y como aporte a la transformación colectiva de situaciones de riesgo, en situaciones de protección.

5. El afecto, el cuidado y la protección como sentidos y características en la cotidianidad de las acciones y relaciones, en todos los espacios de los niños y las niñas.

Se puede acceder a la guía desde la página Web de Save the Children, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Guía de la ciudad protectora

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