La jubilación permite cambios favorables en los estilos de vida que protegen contra la depresión, según un nuevo informe

19 Nov 2019

“La jubilación sí que parece ofrecer multitud de ventajas para nuestros mayores, contradiciendo la creencia generalizada de que retirarse equivale a estar triste o solo, con menos vida social y con una sensación de ser poco útiles a la sociedad”.

Así lo afirma un estudio llevado a cabo por Vivaz -marca de seguros de salud de Línea Directa Aseguradora S.A.-, junto con la Universidad Francisco de Vitoria y el Instituto Carlos III, con el objetivo de analizar el efector mediador de variables de salud mental sobre los hábitos de salud y el uso de servicios sanitarios en personas de edad cercana a la jubilación. Para tal fin, se han realizado 1.700 encuestas a personas de entre 55 y 75 años.

Tal y como señala Vivaz en nota de prensa, los datos revelan que dejar de trabajar “no sólo no favorece la depresión, sino que parece reducir sus síntomas”. A este respecto, las cifras muestran que el porcentaje de españoles de 55 a 64 años que presentan síntomas depresivos, es un 27% mayor que el de los mayores de 65 años que ya se han jubilado. 

En este sentido, confluyen una serie de circunstancias: la mejora del Sistema Sanitario, junto con la adopción de unos hábitos saludables, una gran oferta de ocio y una vida más cómoda gracias a las nuevas tecnologías, han contribuido notablemente al incremento en la esperanza de vida de los españoles (nuestro país es el segundo más longevo del mundo detrás de Japón y -de acuerdo con el Índice Bloomberg Helthiest Country 2019- el más sano del planeta); debido a ello, el informe utiliza el término “jubillennials”, para hacer referencia a “personas jubiladas de 65 años en adelante que gozan de unas perspectivas vitales realmente envidiables”.

En opinión de los autores del estudio, la disminución de los síntomas depresivos en los jubilados tras dejar de trabajar, pueden ser consecuencia de un cambio favorable en su estilo de vida, al dejar de lado el estrés y el sedentarismo previos a la jubilación para adoptar unos hábitos de vida mucho más saludables (se hace más ejercicio de forma regular, se siguen dietas más saludables, se fuma y se bebe menos y se está más satisfecho con la vida social en general). Se observa que el porcentaje de personas de 65 a 75 años que realiza ejercicio de forma regular se incrementa un 28%, con respecto a los 10 años previos al retiro.

Empero, también se detectan algunos problemas específicos en el colectivo: una mayor tendencia a medicarse que, en muchos casos, lleva a la polimedicación (consumir 5 medicamentos o más al día), que se incrementa un 107% tras dejar de trabajar, lo que, a juicio de los autores, “tiene una función más preventiva que terapéutica, ya que estos medicamentos generalmente son para evitar factores de riesgo como el colesterol o la hipertensión”.

No obstante, aunque los jubilados parecen tener una mayor conciencia preventiva, no utilizan de una forma exagerada la Atención Primaria, las Urgencias y los Hospitales, y mantienen niveles de uso muy parecidos a la etapa inmediatamente anterior a su retiro.

Con respecto al uso de recursos sanitarios, los jubilados admiten que suelen acudir menos a los especialistas sanitarios, “quizás debido a que se encuentran mejor que en la época inmediatamente anterior”, siendo los psicólogos (-62%), los fisioterapeutas (-29%) y la rehabilitación clínica (-37%), los profesionales que más dejan de frecuentar este colectivo.

Asimismo, a pesar de su buen estado de salud en general, la depresión y la ansiedad no son infrecuentes entre los españoles y las españolas de 55 a 75 años: un 18,5% presenta síntomas depresivos, en mayor porcentaje que los que presentan problemas médicos comunes como la falta de audición (17,3%), las jaquecas (16,5%), las dolencias coronarias (15,7%) o las respiratorias (11,4%).

Los datos muestran que las personas mayores en esta franja de edad que viven en la Comunidad Valenciana son las que más presentan síntomas depresivos (22,8%), seguido de Andalucía (22,5%) y Canarias (21,2%). Por el contrario, el porcentaje es mucho menor en la Rioja (6,1%), País Vasco (11,4%) y Castilla-La Mancha (13,6%).

Para acceder directamente a la nota de prensa del estudio, pincha el siguiente enlace:

Jubillennials: El impacto de la jubilación en la salud a partir de los 65 años

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