La soledad y el aislamiento son problemas recurrentes que se unen a la cuestión de la discriminación y la aceptación social entre el colectivo de personas mayores LGTBI. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), a través del cual se aborda la posición social que ocupan en la actualidad las personas mayores LGTBI, analizando para ello, el acceso a la salud y los cuidados, la situación económica, o sus experiencias vitales marcadas por la discriminación y la soledad. Los datos, procedentes de una muestra de 145 personas mayores pertenecientes al colectivo, revelan lo siguiente: Las personas mayores LGTBI presentan una suma de vulnerabilidades, producidas, en primer lugar, por el hecho de ser mayor y, en segundo lugar, por su pertenencia al colectivo LGTBI.
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La múltiple discriminación que sufren se refleja en cuestiones fundamentales, tales como un menor acceso a los recursos económicos, la falta de atención y cuidados a algunos aspectos de su salud y un menor acceso a los recursos sociosanitarios y de cuidado. Los autores de este informe se muestran tajantes al afirmar que, junto con la invisibilización que el colectivo de mayores ha sufrido a lo largo de su vida, se añade el tener que enfrentarse a violencias y discriminaciones sociales e institucionales, ante la falta de políticas públicas que recojan la diversidad como parte fundamental en la provisión de recursos para la población mayor LGTBI. Mientras que la percepción subjetiva de salud inicialmente no parece diferente a la del resto de población de esta edad, las cifras muestran que la salud emocional parece no asociarse directamente con la visión general: los síntomas de depresión/ansiedad afectan a un 30% y a un 32% en mayores de 65 años -fundamentalmente a mujeres cis y mujeres trans-, un porcentaje tres veces mayor que el de la población general con estos grupos de edad, que señalan que la depresión/ansiedad afecta a un 10%. Asimismo, teniendo en cuenta que sentir ansiedad o depresión eleva el riesgo de ideación de suicidio, se observa que un aumento en la respuesta de sentimientos suicidas a lo largo de la vida, pasando del 40% global (que ya es muy alto), al 65% entre quienes sienten depresión. Los estilos de vida están caracterizados por un porcentaje importante de tabaquismo que oscila entre el 23 y el 26%, es decir, superior al 8% en el total de población. En cuanto a los usos de recursos sanitarios, destaca la asistencia a la Atención Primaria (50% asiste varias veces al año), seguido de la Atención médica Especializada (43% varias veces al año) y un 75% acude al servicio de enfermería ocasionalmente o nunca. A un 58% de los y las participantes en el estudio les preocupa envejecer. Este factor aumenta cuando sus recursos económicos y su nivel formativo son bajos, y cuando sufren depresión. A este respecto, en un 67% de los casos consideran que el proceso de envejecimiento conlleva aún mayores dificultades en las personas LGTBI. Los motivos aducidos son: falta de adecuación de los recursos (52%) y soledad y/o aislamiento (38%). El 57% considera como principal necesidad de las personas mayores LGTBI la visibilidad y la aceptación. Las principales causas de preocupación mencionadas son: no poder valerse por uno/a mismo (33%) y la soledad (29%). De los puntos anteriores se desprende que la soledad y el aislamiento son problemas recurrentes, unidos a la cuestión de la discriminación y la aceptación social. A esto se une la percepción de trato inferior en los servicios sociales y/o sanitarios, manifestada por los y las participantes, y el bajo porcentaje de personas mayores que revelan a sus médicos/as y/o servicios sociales su condición LGTBI. Con respecto al sentimiento de discriminación, se observa que la calle el lugar donde más discriminados y discriminadas se han sentido (27%), seguido de la familia (14%) (de hecho, el 59% de los y las encuestados/as revela que sus familiares reaccionaron negativamente ante la noticia de su orientación sexual y/o identidad de género), el mercado de trabajo (11%) y el centro educativo (7%). El estado civil casado/a y/o la situación de convivencia en pareja parece ofrecer un espacio de seguridad. En relación con las situaciones y experiencias de violencia y odio, las respuestas que se sitúan por encima del 30% son la agresión física y el robo. Estas situaciones suelen producirse principalmente en parques (en el 37% de las veces), comercios, bares y restaurantes (23%), y en el 60% de las ocasiones, perpetradas por un/a desconocido/a. Sin embargo, la decisión más frecuente suele ser no denunciar.
Dadas las conclusiones del estudio, el informe finaliza con una serie de demandas por parte de la Federación, orientadas a la mejora de la atención y el cuidado de las personas mayores LGTBI y su inclusión en las políticas públicas dedicadas a la vejez, tales como la formación y sensibilización de los profesionales sociosanitarios en materia de diversidad sexual, de género y familiar, o la revisión de protocolos, documentos, reglamentos y procedimientos en los que se regule la atención de las personas mayores, para incluir en dichos documentos la atención a la diversidad LGTBI, entre otras. Se puede acceder al informe desde la página Web de FELGTB, o bien directamente a través del siguiente enlace: Mayores LGTBI: Historia, Lucha y Memoria |