Las personas mayores LGTBI enfrentan mayores niveles de soledad y aislamiento que la población general, según un informe

17 Ene 2020

La soledad y el aislamiento son problemas recurrentes que se unen a la cuestión de la discriminación y la aceptación social entre el colectivo de personas mayores LGTBI.

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), a través del cual se aborda la posición social que ocupan en la actualidad las personas mayores LGTBI, analizando para ello, el acceso a la salud y los cuidados, la situación económica, o sus experiencias vitales marcadas por la discriminación y la soledad.

Los datos, procedentes de una muestra de 145 personas mayores pertenecientes al colectivo, revelan lo siguiente: 

  • Las personas mayores LGTBI presentan una suma de vulnerabilidades, producidas, en primer lugar, por el hecho de ser mayor y, en segundo lugar, por su pertenencia al colectivo LGTBI.

  • La múltiple discriminación que sufren se refleja en cuestiones fundamentales, tales como un menor acceso a los recursos económicos, la falta de atención y cuidados a algunos aspectos de su salud y un menor acceso a los recursos sociosanitarios y de cuidado.

  • Los autores de este informe se muestran tajantes al afirmar que, junto con la invisibilización que el colectivo de mayores ha sufrido a lo largo de su vida, se añade el tener que enfrentarse a violencias y discriminaciones sociales e institucionales, “ante la falta de políticas públicas que recojan la diversidad como parte fundamental en la provisión de recursos” para la población mayor LGTBI.

  • Mientras que la percepción subjetiva de salud inicialmente no parece diferente a la del resto de población de esta edad, las cifras muestran que la salud emocional parece no asociarse directamente con la visión general: los síntomas de depresión/ansiedad afectan a un 30% y a un 32% en mayores de 65 años -fundamentalmente a mujeres cis y mujeres trans-, un porcentaje tres veces mayor que el de la población general con estos grupos de edad, que señalan que la depresión/ansiedad afecta a un 10%.

    Asimismo, teniendo en cuenta que sentir ansiedad o depresión eleva el riesgo de ideación de suicidio, se observa que un aumento en la respuesta de sentimientos suicidas a lo largo de la vida, pasando del 40% global (“que ya es muy alto”), al 65% entre quienes sienten depresión.

  • Los estilos de vida están caracterizados por un porcentaje importante de tabaquismo que oscila entre el 23 y el 26%, es decir, superior al 8% en el total de población. En cuanto a los usos de recursos sanitarios, destaca la asistencia a la Atención Primaria (50% asiste varias veces al año), seguido de la Atención médica Especializada (43% varias veces al año) y un 75% acude al servicio de enfermería ocasionalmente o nunca.

  • A un 58% de los y las participantes en el estudio les preocupa envejecer. Este factor aumenta cuando sus recursos económicos y su nivel formativo son bajos, y cuando sufren depresión. A este respecto, en un 67% de los casos consideran que el proceso de envejecimiento conlleva aún mayores dificultades en las personas LGTBI. Los motivos aducidos son: falta de adecuación de los recursos (52%) y soledad y/o aislamiento (38%).

  • El 57% considera como principal necesidad de las personas mayores LGTBI la visibilidad y la aceptación. Las principales causas de preocupación mencionadas son: no poder valerse por uno/a mismo (33%) y la soledad (29%).

  • De los puntos anteriores se desprende que la soledad y el aislamiento son problemas recurrentes, unidos a la cuestión de la discriminación y la aceptación social. A esto se une la percepción de trato inferior en los servicios sociales y/o sanitarios, manifestada por los y las participantes, y el bajo porcentaje de personas mayores que revelan a sus médicos/as y/o servicios sociales su condición LGTBI.

  • Con respecto al sentimiento de discriminación, se observa que la calle el lugar donde más discriminados y discriminadas se han sentido (27%), seguido de la familia (14%) (de hecho, el 59% de los y las encuestados/as revela que sus familiares reaccionaron negativamente ante la noticia de su orientación sexual y/o identidad de género), el mercado de trabajo (11%) y el centro educativo (7%).

  • El estado civil casado/a y/o la situación de convivencia en pareja parece ofrecer un espacio de seguridad.

  • En relación con las situaciones y experiencias de violencia y odio, las respuestas que se sitúan por encima del 30% son la agresión física y el robo. Estas situaciones suelen producirse principalmente en parques (en el 37% de las veces), comercios, bares y restaurantes (23%), y en el 60% de las ocasiones, perpetradas por un/a desconocido/a. Sin embargo, la decisión más frecuente suele ser no denunciar.

Dadas las conclusiones del estudio, el informe finaliza con una serie de demandas por parte de la Federación, orientadas a la mejora de la atención y el cuidado de las personas mayores LGTBI y su inclusión en las políticas públicas dedicadas a la vejez, tales como la formación y sensibilización de los profesionales sociosanitarios en materia de diversidad sexual, de género y familiar, o la revisión de protocolos, documentos, reglamentos y procedimientos en los que se regule la atención de las personas mayores, para incluir en dichos documentos la atención a la diversidad LGTBI, entre otras.

Se puede acceder al informe desde la página Web de FELGTB, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Mayores LGTBI: Historia, Lucha y Memoria

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