Esta misma afirmación ya ha sido puesta de relieve por el Consejo General de la Psicología, quien, entre sus recomendaciones para el ejercicio profesional de la Psicología ante la situación creada por el COVID-19, aconseja utilizar y priorizar la atención no presencial, por medio de canales alternativos para atender a los usuarios o pacientes: teléfono, correo electrónico o telepsicología.
A este respecto, el COP recomienda el uso de la Guía para la práctica de la Telepsicología.
Esta guía, publicada en 2017 por el Consejo General de la Psicología y elaborada por el Grupo de trabajo del Ejercicio Privado de la profesión, supone una herramienta necesaria en éste momento, donde la posibilidad de mantener la actividad profesional a distancia es una necesidad para muchos/as de nuestros/as profesionales.
En su elaboración se tuvieron en cuenta aquellos Principios Éticos y Deontológicos imprescindibles en el ejercicio de nuestra profesión. La adecuación a la Ley de Protección de datos, así como la revisión de varias guías internacionales, en especial la elaborada por la APA.
Las recomendaciones que se presentan hacen referencia también a los problemas específicos que pueden surgir durante el uso de medios tecnológicos. Cómo iniciar el contacto con el paciente/cliente, qué condiciones se van a pactar en la relación profesional, cómo solventar problemas de confidencialidad, de buen uso por parte del paciente/cliente, la adecuación de los dispositivos a la casuística con la que se va a trabajar, son recomendaciones que nos van a facilitar un trabajo con criterios de rigor y eficacia profesional en nuestras intervenciones.
La guía se encuentra disponible a través del siguiente enlace:
Guía para la práctica de la telepsicología |