LA PSICOLOGÍA EN LA DONACIÓN DE ÓRGANOS – ENTREVISTA A P. RUBIO

8 Jun 2006

Con motivo del Día Internacional del Donante, celebrado ayer, 7 de junio, Infocop Online entrevista para sus lectores a Purificación Rubio acerca del papel que juega la Psicología en la atención a los enfermos de trasplante de hígado. En esta entrevista se enfatiza la importancia de la atención psicológica para conseguir una mayor calidad de vida tanto de pacientes sometidos o a la espera de trasplante de hígado, como de sus familiares.

Purificación Rubio Álvarez es Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla. Actualmente realiza su trabajo como psicóloga clínica en la Asociación Andaluza de Trasplantados Hepáticos «Ciudad de la Giralda» de Sevilla.

ENTREVISTA

¿Cómo surge la iniciativa de crear una asociación de atención a personas trasplantadas de hígado?

La creación de la Asociación de Trasplantados Hepáticos Ciudad de la Giralda comienza su andadura hace ya trece años. Nace por iniciativa de los propios cirujanos y con la prioridad de dar asistencia al trasplantado y su familia, colaborar con toda actividad de divulgación para fomentar las donaciones, promover la investigación, etc. Todo ello se realiza desde un espíritu de voluntariado y sin ánimo de lucro.

Uno de los grandes objetivos de la Asociación se centra en el apoyo psicológico de personas trasplantadas o a la espera de trasplante de hígado. ¿En qué consiste exactamente la intervención que se lleva a cabo con estas personas?

La intervención del psicólogo con personas trasplantadas o que están a la espera de un trasplante tiene como objetivo fundamental, en primer lugar, ayudarlos a aceptar y afrontar de la manera más adecuada la enfermedad, sobre todo, desde el momento en que la recomendación terapéutica es el trasplante.

Son muchas las ocasiones en que esta noticia del diagnóstico o la necesidad de recurrir al trasplante llega sin que haya una información adecuada, adaptada a las necesidades de pacientes y familiares. En este sentido, la vida de estas personas se ve afectada tras una noticia de este tipo a todos los niveles: en el plano de pareja, familiar, social, laboral, etc.

En segundo lugar, no debemos olvidar la importancia del apoyo que hay que dar a la familia, ya que es ésta la que va a estar en todo momento con la persona trasplantada y tiene que tener el máximo de información y en las mejores condiciones posibles.

¿Cuáles son las necesidades que cualquier intervención psicológica debe contemplar con la población de personas trasplantadas de hígado?

Las necesidades que debemos contemplar para una intervención psicológica adecuada son muy diversas, como diversa es la población de personas trasplantadas: el deterioro físico-psicológico con el que llegan al trasplante, el consumo previo de alcohol u otras sustancias, la existencia de trastornos mentales asociados, los diferentes estilos de afrontamiento tanto a la enfermedad como al tratamiento, etc. Incluso, el origen de la propia enfermedad pude ser muy diverso: contagio por virus c, virus b, hepatitis auto-inmune, cirrosis alcohólica u otras causas; lo que hace que estemos trabajando con una población muy heterogénea.

No obstante, podría decir que los factores a tener en cuenta en nuestra intervención tanto con los pacientes como con sus familiares más directos, son el miedo, la angustia, la ansiedad, la desesperanza o el impacto emocional frente a la enfermedad y el trasplante. En este sentido, hay que ofrecerles recursos para que puedan afrontar y superar este trance, informarles de los síntomas que irán apareciendo sucesivamente (ya que, anticiparse a ellos y saber que van a aparecer, ayuda a controlarlos), dar sentido a todas las emociones que van sintiendo, etc.

Como indicábamos antes, es muy importante nuestra relación con la familia. En esta línea, es a los familiares a los que en muchas ocasiones tendremos que apoyar, tranquilizar y escuchar; sobre todo, en aquellos casos donde la causa del trasplante se debe a la cirrosis alcohólica o al virus C por consumo de droga.

Desde la asociación se ofrece atención psicológica, teniendo en cuenta el momento en el que se encuentre el paciente con respecto a todo el proceso del trasplante. ¿Qué diferencias existen en estos dos momentos del proceso?, ¿Qué factores psicológicos hay que tener en cuenta y qué necesidades se deben cubrir en cada uno de estas fases?

Efectivamente existen marcadas diferencias entre la fase pre y pos-trasplante. Cuando estamos en espera de un trasplante, son frecuentes, por una parte, el miedo a la muerte y, por la otra , la angustia que genera el pensar que alguien tiene que morir para que se produzca el trasplante.

Tenemos que trabajar para facilitar la adaptación del paciente a su tratamiento y enfermedad. Enseñar a controlar esos pensamientos negativos, que lo único que hacen es empeorar el estado general de la persona. Dar tranquilidad, en tanto que un trasplante puede mejorar la calidad de vida de la persona casi en un 100% y que la vida familiar y social pueden volver a reorganizarse. El éxito en este tipo de intervenciones está casi asegurado, es la única solución.

En la etapa pos-trasplante, a veces lo que se da es un estado de cansancio-tristeza, provocados por esa primera euforia (en algunas ocasiones los medicamentos tienen efectos que con el tiempo irán desapareciendo). En estos momentos los pacientes tienen la sensación de una vida nueva: tienen que aprender a valorar más lo que les rodea, aprender a distribuirse el tiempo de ocio, realizar actividades que no supongan un deterioro para la salud, etc.

 

En muchos casos, tienen que dejar de desempeñar el trabajo que hasta ese momento venían realizando, resolver las dificultades que se le presentan a la hora de asumir sus limitaciones; en definitiva, tienen que hacer un «reajuste» de su vida en general.

En ambas fases pueden aparecer o acentuarse trastornos psicológicos que ya habían padecido los pacientes con anterioridad. En todos ellos, el tratamiento sería individualizado (dirigido a la persona afectada y a su familia).

A parte de la intervención directa con los pacientes trasplantados, ¿en qué otras áreas de intervención y qué otras necesidades puede atender el Psicólogo dentro del ámbito de la donación y los trasplantes de órganos?

Efectivamente, nuestro ámbito de intervención es muy amplio, pero fundamentalmente va encaminado, por un lado, a dar apoyo a todas las personas que están en lista de espera o trasplantadas y; por otro, concienciar a la sociedad de la importancia de donar: para ello se realizan mesas informativas, charlas-coloquios en centros educativos, la publicación de un boletín informativo, la creación de un premio anual al mejor trabajo de investigación relacionado con el trasplante hepático, etc.

En este sentido, es fundamental promover la colaboración, desde la asociación, con todos los equipos que intervienen en todo este proceso ya que, estando unidos, los logros serán mucho mayores: almuerzos con trasplantados, jornadas de convivencia, viajes, etc.; pero sobre todo, celebrar cada día la generosidad de esas personas que donaron un órgano parar dar vida. 

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