WILSON LÓPEZ, EL PSICÓLOGO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

19 Ene 2005

ENTREVISTA A WILSON LÓPEZ

Por Paz Martínez

En un tiempo de agitación, donde la agenda mediática está marcada por la guerra de Irak, el terrorismo (nacionalista o globalizado) y la guerrilla Colombiana entre otros conflictos, la palabra más destacada es paz.

En nuestro país, y fundamentalmente tras los atentados del 11-M, se ha abierto un debate sobre la necesidad de regular los contenidos mediáticos (sobre todo televisivos) para eliminar imágenes violentas y preservar la franja de audiencia infantil que ya está teniendo las primeras repercusiones legislativas. Hasta el momento, la Proposición no de ley que el PSOE ha presentado en el Parlamento para que la TV proteja a la infancia y la juventud y su propuesta de crear un Consejo Superior de Medios Audiovisuales.

Wilson López, conferenciante del 9º Congreso Europeo de Psicología de Granada, reflexiona en esta entrevista sobre el papel de los medios de comunicación y la labor del psicólogo en la construcción de una cultura de paz, tema de su próxima conferencia en el Congreso.

Wilson López es Director de la Unidad de Investigaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Colombia y docente e investigador en la Universidad Pontificia Javeriana.

 

Paz Martínez: En una situación como la que se está viviendo en Irak, o en su país, Colombia. Los medios de comunicación pueden ser un acicate para agitar y movilizar a las personas, crear confusión o por el contrario crear espacios abiertos de diálogo y transformación. ¿Cuál es el papel de la Psicología en todo esto?.

Wilson López: El papel de los medios de información y análisis ha sido fundamental en el conflicto colombiano como en todos los conflictos que vive hoy el mundo, pero su papel es más crítico en países que tienen un mayor desarrollo de medios. En un mundo globalizado la presión internacional sobre la dinámica de los conflictos internos es cada vez más compleja pues los medios, especialmente los informativos, orientan frecuentemente la construcción de las jerarquías en las agendas políticas de los actores (decisores) de las políticas sociales, de seguridad y convivencia, los medios juegan un papel fundamental en la socialización política, la formación de opinión, los procesos de movilización de la ciudadanía y en el funcionamiento de las democracias pues no pueden aparecer como neutrales y asépticos. Los medios no influyen en forma mecánica sobre la opinión, pero sí son obviamente un actor dentro de los conflictos sociales.

Por otro lado, no se puede descuidar el papel de otros tipos de expresiones de los medios como las novelas, los concursos, los realitys que juegan también un papel crítico en estos procesos. En Colombia es claro que los medios están jugando un papel crucial; hace unos años ocurrió uno de los más lamentables y destructivos eventos al tejido social. Un informativo de televisión reprodujo sistemáticamente durante varios días, la imagen de un ciudadano pobre que intentaba detener una masa de gente que buscaba destruir bienes comunes y que lo golpeó y lo mató, mientras varios policías miraban. Cuando se le cuestionó al director del informativo, sólo dijo que estaba informando y que la violencia mejoraba la audiencia. Esta escena se reprodujo por varios días y además de un intuitivo reproche social por parte de algunos científicos de las ciencias sociales no paso nada más. Pero lo que ocurrió aquí es que la iniciativa pacífica fue castigada brutalmente y el papel del Estado como garante de la seguridad y la convivencia quedó deslegitimado. Como este caso, estamos llenos de ejemplos, creo que otro ejemplo paradójico es cómo las unidades de paz de los diarios y otros medios informativos en Colombia son realmente unidades de guerra donde los medios han servido, por ejemplo, como empresas de marketing de los actores armados bajo el manto de la aparente neutralidad informativa.

Recientemente se han producido dos hechos críticos, por un lado, el secuestro de un alcalde de una comunidad indígena por las FARC, la respuesta de la comunidad fue meterse en la selva con palos, sin armas y las FARC no tuvieron más alternativa que liberarlo. El segundo caso fue una ordenada y pacífica marcha indígena de más de 50 mil personas por la paz sin actores armados de ninguna clase. Noticia a la que los medios dieron poca cobertura. Ya hace unos años un investigador de medios, Jorge Bonilla mostró cómo el principal periódico en Colombia terminaba deslegitimando y asociando toda movilización con subversión del orden.

Los medios en Colombia son corresponsables de la dinámica de nuestro conflicto con o sin intención. Creo que esto está asociado a problemas no sólo de los medios sino a la concepción de qué es la democracia y qué es el Estado de Derecho. (Nuestros dirigentes están aún aprendiendo qué es una democracia (no sólo en el sentido electoral) y que una democracia real que se moviliza públicamente funciona mejor (ataca con mas claridad la violencia en cualquiera de sus formas) que una de nombre. Esta noción de democracia aún en construcción, unida a los miedos, la desinformación de quienes asesoran, manejan y son dueños de los medios, ha desafortunadamente considerado peligrosa este tipo de expresiones democráticas, cuando es la movilización pacifica una de las mas importantes expresiones de la democracia hoy y que es la movilización la que permitiría enfrentar en forma mas clara y contundente a los actores violentos.

En Colombia han tenido éxito sólo dos tipos de movilizaciones pacificas y minoritarias, por un lado, las de los pueblos indígenas y por otro, la que emprendió el actual Vicepresidente, por el ‘’no al secuestro’’ (hablo de éxito en la convocatoria, no de resultados) que representaba a otras minorías con poder. En ese momento, el líder de la organización trabajaba en el principal diario nacional del país (hoy el único). Sin embargo, los grandes problemas del país, asociados a la pobreza (más del 60 % de la población esta en la línea de pobreza absoluta),la violencia cotidiana, el desplazamiento forzoso (generado por guerrilleros y paramilitares y sobre tierras que han terminado ¿en manos de quien?) y el terrorismo (que ha afectado población civil), no han generado estas movilizaciones y los medios no se han comprometido con las mismas. Está claro que en el caso de los indígenas estos tienen una organización muy desarrollada y en el segundo caso el movimiento dejó de lado los espacios de movilización. ¿Por qué? es una pregunta política que no es pertinente en esta entrevista.

Sin embargo creo que la desafortunada falta de investigación sobre el papel de los medios en la sociedad no ha dejado ver con claridad el papel tan relevante que juegan los medios en la construcción de una sociedad de paz.

En el contexto internacional hoy por hoy esto es tan evidente que, por ejemplo, los medios de comunicación televisivos en los Estados Unidos no pueden mostrar sus muertos de la Guerra de Irak, que hoy son más de mil. Esta decisión es una decisión política de un actor en guerra que sabe lo que esto significa para la opinión. La Psicología juega varios papeles, por un lado, la investigación sobre el rol que juegan los medios de comunicación en la construcción de opiniones, emociones y del comportamiento en general es fundamental, pese a que este tipo de trabajos tienen una larga tradición, creo que se ha opacado, y como lo comenté recientemente con el profesor Amalio Blanco en un evento en Bogotá, uno de los papeles de la psicología es desnudar los usos que se hacen de los medios en los conflictos, tanto los directos como los indirectos. Me refiero especialmente a las decisiones sobre qué, cómo, cuándo, por qué, para qué se comunica e informa o recrea; en este último punto hago referencia no a los informativos, noticiarios y prensa sino al mundo recreado en telenovelas, películas entre otros. Dilucidar el papel que juegan los medios es crítico pero es necesario no sólo señalar críticamente si no además mostrar cómo los medios pueden contribuir a la construcción de sociedades y prácticas culturales pacificas; esta es una tarea que esta aún por desarrollar.

P.M: Geoff Martín, editor del periódico Irlandés News Letter comenta cómo el último proceso de pacificación de su país se inició con un pacto entre los directores de los periódicos católico y protestante, quienes reconocieron públicamente haber sido víctimas de la manipulación impuesta por los actores armados. Últimamente, tras los atentados del 11-M en Madrid, la credibilidad de los medios también ha quedado en entredicho. ¿Qué podemos hacer los psicólogos al respecto?

W.L: Creo que más que quedar en entredicho, lo que han evidenciado es, como ya lo ha planteado el profesor José Manuel Sabucedo en varias ocasiones y publicaciones, que los medios no pueden ser neutrales y es necesario monitorear su acción. En este sentido, los observatorios de medios son una propuesta que cada vez cobra más importancia. Estos observatorios no son sólo para describir sino para, a partir de investigación Psicosocial, evaluar el impacto de los mismos sobre la sociedad. En Colombia han surgido varias iniciativas para hacer pactos sobre el tratamiento de la información pero no han funcionado entre otras cosas porque los directores, comunicadores y dueños de los medios no cuentan con información precisa sobre el impacto que tienen sobre la sociedad y en segundo lugar, porque intencionalmente o no, no asumen toda la responsabilidad sobre su papel no como informadores sino como formadores de la sociedad. Así que los psicólogos tenemos mucho que hacer.

Los medios son un bien de la sociedad democrática contemporánea y por tanto, es necesario que la sociedad ejerza sobre ellos más control y asegure el manejo transparente de la forma y el contenido de lo que comunican.

P.M: En Colombia, se ha creado una iniciativa llamada MEDIOS PARA LA PAZ, en la que un centenar de periodistas busca una cultura de paz a través del ejercicio periodístico documentado y creando herramientas profesionales para desarmar el lenguaje utilizado en la elaboración de noticias. ¿Cree que la figura del psicólogo debería estar cada vez más presente en los equipos de redacción? ¿Cuáles serían nuestras funciones?.

W.L: El problema con estas iniciativas es que terminan operando mas por intuición que con información científica. En ellas falta mucha participación del psicólogo y creo que a los equipos de redacción de noticias les haría bien contar con expertos psicólogos, pero repito, lo trágico es que en nuestro contexto los psicólogos no son considerados fuentes con suficiente respaldo científico para influir sobre la opinión de los decisores de noticias o de otro tipo de expresiones de la comunicación masiva, para dar cuenta del impacto del tipo de lenguaje e imágenes con las que se cuentan y recrean las noticias.

Esto implica una opción política, para dar un ejemplo: no es lo mismo en medio de una guerra referirse a un secuestrado que decir retenido; o decir asesinado que decir ejecutado o ajusticiado; la palabra ejecución puede presuponer juicio previo o justificado, la palabra asesinado no. Diversos estudios han mostrado que el discurso es una poderosa herramienta que califica al adversario, lo humaniza o deshumaniza, lo personaliza o despersonaliza, lo incluye o lo excluye. No es lo mismo hablar sobre una guerra aséptica donde sólo se observan bellos juegos pirotécnicos y hermosos diseños de aviones de alta tecnología y no vemos muertos, ni sangre o la destrucción que generan (tipo cubrimiento CNN), que observar los muertos de las guerras tribales de la África subsahariana o nuestros muertos sin nombre que caen todos los días.

El psicólogo también puede emitir juicios a partir de la investigación sobre el orden y los tipos de vínculos, asociaciones y relaciones de equivalencia que se están presentando en las noticias o lo que se comunica. No da lo mismo después de describir una tragedia como la de la escuela en Rusia pasar a hablar en milésimas de segundo sobre una trivialidad cinematográfica. Trivializar la muerte tiene profundas consecuencias sobre el tejido social. Así que el psicólogo puede participar como consultor sobre la forma en la que comunicar dentro de un medio pero también como analista, pero repito; no sólo como quien asesora, sino aportando la lectura psicosocial de los eventos y del manejo que los medios y otros actores líderes de opinión pueden hacer del conflicto y de una situación de crisis. Aún cuando los medios no son responsables, son un medio para la guerra o la paz.

P.M: ¿Qué opinión tiene sobre el tratamiento de los medios respecto a los conflictos actuales: terrorismo globalizado, guerra de Irak, la guerrilla Colombiana?, ¿Cree que los medios deberían tener un papel más activo en buscar caminos hacia la paz?.

W.L: Los medios juegan un papel fundamental en los principales conflictos sociales de nuestra época, pero su manejo y la forma como inciden o median sobre la sociedad no está claro y la información sobre su incidencia es heterogénea. Tenemos sociedades con mas claridad y control sobre el manejo de los medios que otras, por ejemplo el gobierno actual de los Estados Unidos, como mencione anteriormente. Hace unos días, el Secretario General de Naciones Unidas dijo: «El Estado de Derecho en el mundo esta en peligro en todo el mundo…» claro que lo está, pero evaluemos cuántos análisis se han desprendido de esta poderosa afirmación y del manejo de la misma

En otro sentido y asociado a lo anterior, podemos preguntarnos quién devela el manejo mediático de las campañas presidenciales en los Estados Unidos y la diferencia sobre lo que ocurre en el resto del mundo. Como dijo recientemente un periodista colombiano, «los norteamericanos eligen un presidente y el mundo entero tiene que sufrírselo». El manejo de la información en Estados Unidos es muy distinto al que se da fuera, las encuestas mundiales que se realizaron sobre la opinión que se tenía del presidente de los Estados Unidos fueron en su mayoría desfavorables y esto tiene que ver con el tratamiento que los medios han dado de sus acciones.

Los medios son actores en los conflictos y es evidente que los dueños de medios, los responsables del marketing de los mismos y del índice de audiencia, los comunicadores, e incluso los anunciantes y creadores y recreadores mediáticos deben tener clara la responsabilidad social que tienen en sociedades en conflicto y nuestras sociedades tienen que asumir el compromiso de observar el manejo de los mismos sobre la situación de conflicto. La democracia descansa hoy más que nunca sobre un manejo transparente y responsable de los medios.

En relación a los conflictos que menciona, son muy distintos y corresponden a realidades y dinámicas diferentes por lo que no pueden ser tratados de la misma forma. Por ejemplo, la guerra de Irak es completamente distinta al terrorismo desatado por los fundamentalismos (aún cuando tienen como común denominador la variable religión). La condición de Irak como país invadido, sin el consentimiento de las Naciones Unidas y la guerra civil que vive, no puede ser comparable con las acciones terroristas contra los Estados Unidos que acomete el fundamentalismo islámico ni tampoco es comparable con la guerra terrorista que sufren Palestinos e Israelitas o Rusos y Chechenos o el conflicto colombiano entre el Estado y la guerrilla, aún cuando en todos los casos lo que parece claro es que no existe justificación alguna sobre la muerte y el atropello a los derechos humanos. Sin embargo, qué papel juegan los medios en la construcción de la paz es un tema poco estudiado y tenemos una gran tarea por hacer.

Las particularidades de cada conflicto requieren de análisis distintos sobre el manejo mediático que se hace de los mismos. En Colombia, la guerrilla y los paramilitares justifican su guerra entre otras cosas por la debilidad del Estado para afrontar las desigualdades sociales y económicas. Aquí, los medios han tenido de acuerdo con el momento de negociación, cambios en la forma de tratar las acciones de estos actores, que han permitido justificar el homicidio, el secuestro y otras violaciones a los derechos humanos. Un secuestro es un secuestro y no puede cambiársele el nombre por retención; un asesinato es eso y no una ejecución o un ajusticiamiento y éstos los cometen personas y los cometen sobre personas y esos muertos tiene historias, tienen familias y vida, no son números solamente o cuerpos sin nombre dentro o fuera de una bolsa, como aparecen en la televisión. Los medios no son causa, pero sí juegan un papel crucial dentro de la construcción de sociedad y hoy más que nunca, la ciudadanía debe promover la responsabilidad sobre su papel en el conflicto.

En Colombia, se han organizado diversos encuentros en torno a este tema, sin embargo, sigue existiendo una falta de investigación y de reconocimiento de la labor de los psicólogos en este campo de la evaluación del impacto psicosocial de los medios en la movilización social y en la formación de la ciudadanía y la democracia. Aún se piensa que podemos aparecer en los medios para hablar de sexo, de pareja pero no como analistas sociales, como pensadores e investigadores de macro problemas.

En relación a la segunda pregunta, los medios de comunicación, son junto con la familia y la escuela uno de los más importantes socializadores de la cultura y son determinantes no sólo en la formación de opinión sino como generadores y mantenedores de prácticas culturales pacíficas, violentas, tolerantes intolerantes, excluyentes o incluyentes, xenófobas, racistas o pluralistas. Desafortunadamente han concentrado la consecución de índices de audiencia sobre la generación de prácticas violentas y no sobre practicas pacíficas, parece que los decisores de los medios tienen como consignas que la paz no vende como la guerra, sin embargo, así como se usa todo el ingenio para la guerra debería usarse todo el ingenio para vender comportamiento pacifico, altruista y prosocial.

P.M: ¿Cómo se puede construir la paz desde los medios de comunicación?.

Mire, en un estudio reciente realizado en Colombia Maritza Sandoval encontró que cerca del 60 % de los contenidos funcionales de los programas con mayor índice de audiencia entre novelas e informativos de televisión tenían un carácter antisocial y eran premiados y el 30 % de los contenidos prosociales eran castigados. Imagínese qué impacto tiene esto cuando en las novelas de mayor audiencia ocurre esto y en uno de los informativos con más audiencia, el 44 % muestra infracciones a la ley y no hay consecuencias sobre las mismas. Imagínese el impacto de esto sobre la sociedad. Bueno en ese mismo estudio, Sandoval sometió a dos grupos de jóvenes de dos colegios a programas de televisión con un enfoque centrado en conducta prosocial y además al diseño cultural prosocial versus a un colegio donde no se intervino. La diferencia en el desarrollo de prácticas prosociales fue significativa. Está claro que en general, los psicólogos tenemos que trabajar más en construir culturas pacificas. Si observamos la cantidad de investigaciones que trabajan sobre comportamiento violento no se pueden comparar con las que trabajan para generar comportamientos pacíficos, está claro que la paz es un problema que involucra una gran cantidad de variables y que exige afrontamiento interdisciplinario y multi modal

P.M: ¿Cuáles serían grosso modo los grandes retos para la Psicología en materia de crear caminos hacia la paz desde los medios de comunicación?

W.L: Desarrollar más programas de investigación sobre el impacto de los medios de comunicación en las prácticas culturales y en el diseño cultural. Crear y contribuir en observatorios de medios de comunicación. Asesorar a los medios de comunicación tanto en los informativos, como a los creadores de programas diversos telenovelas, realitis, concursos y demás, para orientar y promover comportamientos prosociales y altruistas.

P.M: ¿Qué podríamos hacer los psicólogos?

W.L: En primer lugar participar en los procesos de investigación sobre el impacto de los medios sobre la cultura y la sociedad que evidencie su acción sobre la sociedad, en especial en sociedades en guerra (y ahora que la guerra es permanente, preventiva y contra enemigos desconocidos es mas relevante aún), pero también sobre como se maneja la conducta prosocial, altruista y pacifica. En segundo lugar, creo que podemos participar mas en los medios como analistas macro sociales y en tercer lugar tenemos que ganar espacio en los medios de comunicación para lograr trabajar de forma preventiva tanto en las salas de redacción como en los diseños de los otros tipos de programas. No se trata de una censura psicológica, se trata de que si un programa abierta o encubiertamente va a promover violencia, racismo o exclusión, lo haga con toda la responsabilidad y las consecuencias que esto implica y no juegue a una aparente libertad de expresión bajo la cubierta de neutralidad valorativa o de jocosas e inofensivas (también aparentes) maniobras para incrementar las audiencias. Además se puede proveer información a guionistas, directores, productores, anunciantes y dueños de medios sobre como contribuir a construir sociedades mas pacificas y menos guerreras. Por ultimo, es necesario trabajar en observatorios de medios desde universidades y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que permitan proveer a la sociedad de información permanente sobre como los medios influyen sobre la sociedad. Tenemos mucho que hacer y muchos caminos por abrir.

P.M: ¿Hay alguna otra cuestión que pueda resultar de interés a los psicólogos españoles?

W.L: La psicología española tiene un notable desarrollo el cual se ve reflejado en el numero y calidad de sus producciones y creo que los últimos acontecimientos desafortunados del 11 de marzo, como los que ya han vivido con el terrorismo, mostraron que son hoy una comunidad con un creciente reconocimiento, respeto y consideración. La sociedad en general y los medios en particular, esta moviendo a ámbitos de la psicología mas orientadas a macro problemas sociales y estoy seguro que esta dirección nos abrirá nuevas fuentes de compromiso con la construcción de sociedades mas plurales, tolerantes y pacificas. Y por ultimo que los medios nos globalizaron hace tiempo y que la solidaridad y los esfuerzos de una comunidad ya no tienen fronteras y por tanto hoy mas que nunca tenemos un compromiso con problemas comunes.

 

PSICOLOGÍA EN RED


LOS COLEGIOS HABLAN

MÁS NOTICIAS