APRENDIENDO CON LOS NIÑOS HIPERACTIVOS. UN RETO EDUCATIVO

17 Oct 2006

El próximo 25 de octubre se presenta en el salón de actos del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, el libro Aprendiendo con los niños hiperactivos. Un reto educativo, obra que pretende facilitar la intervención psicológica y educativa en el TDAH, ayudando a programar un tratamiento específico para cada déficit.

Como invitados a esta mesa, se encuentran Fernando Chacón, Decano del Colegio oficial de Psicólogos; Pedro Núñez Morgades, Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid; Javier San Sebastián, Jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil del Hospital Ramón y Cajal de Madrid; José Carlos Gibaja, Subdirector General de Educación Infantil, Primaria y Especial de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid; Trinidad Bonet Camañes, Psicóloga especialista en Psicología Clínica, Directora del Departamento Infantil de CINTECO y coautora del libro; y Manuel Montalbán, Director General de Thomson.

Este libro, eminentemente práctico, ofrece claves importantes para todos aquellos profesionales y personas implicadas en el tratamiento de este trastorno para poder afrontarlo de una manera más realista y adecuada.

El TDAH es un trastorno de origen biológico, probablemente a nivel cerebral y de transmisión genética, que afecta a la capacidad del niño, adolescente o adulto de regular su nivel de actividad (presentando hiperactividad), inhibir o frenar sus pensamientos o comportamientos (impulsividad), y por prestar atención a los estímulos relevantes y a sus propias acciones que realizan (inatención).

 

El TDAH presenta consecuencias especialmente negativas tanto para aquellas personas que lo padecen, como para sus familiares, afectando principalmente el rendimiento académico en la época escolar del niño, su desarrollo social y emocional, las relaciones familiares y, en muchas ocasiones, dándose sintomatología depresiva y baja autoestima, entre otros. A diferencia de la creencia común, el TDAH no sólo afecta a niños y adolescentes, sino que a largo plazo, si no se trata correctamente, sus consecuencias se mantienen en la edad adulta.

En la actualidad, no se dispone todavía de técnicas analíticas y/o de imágenes objetivas que nos permitan diagnosticar este trastorno, por lo que el abordaje diagnóstico es principalmente clínico, apoyándose en la evaluación del comportamiento según diversas escalas.

El 80% de los niños con este trastorno lo continúan padeciendo en la adolescencia. Los adolescentes con TDAH tienen más dificultades en autocontrolarse, no piensan las consecuencias de sus acciones, no aprenden de sus errores, viven el presente, etc., en comparación con los adolescentes sin TDAH; por lo que existe más probabilidad de cometer conductas de riesgo (consumo de sustancias, tabaco, drogas, alcohol… relaciones sexuales más tempranas, dificultades de tráfico, etc.).

 

Entre un 30%-65% sigue padeciendo este problema en la edad adulta. En este caso, el TDAH, aunque con manifestaciones diferentes a las expresadas por niños y adolescentes, continúa con una sensación interna de inquietud, poca planificación y organización, poca memoria, malestar emocional, frustración, enfados, mal carácter, rendimiento ocupacional y trabajo laboral por debajo de sus capacidades, más dificultades en sus relaciones de pareja, problemas de conducta, comportamientos antisociales, y trastornos psiquiátricos asociados.

Según diversas fuentes, sólo el 25% de los TDAH se abordan de forma correcta, debido a diversas razones: por errores en las evaluaciones o infradiagnóticos, por la inadecuada derivación de los pacientes y por la ausencia de un trabajo realmente interdisciplinar entre los profesionales implicados en el diagnóstico y evaluación de este trastorno.

Por todos los motivos expuestos, se hace necesario contar con un diagnóstico precoz, que permita maximizar los recursos disponibles para atender a estas personas y diseñar tratamientos individuales eficientes para cada persona y su familia.

El tratamiento para el TDAH supone una intervención interdisciplinar, en el que deben intervenir médicos, psicólogos, profesores y padres; siendo los elementos centrales el tratamiento farmacológico, la intervención psicológica con técnicas cognitivo conductuales, el reforzamiento en los aprendizajes escolares y el asesoramiento y entrenamiento de la familia.

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