¿QUÉ RELACIÓN GUARDA LA ATRACCIÓN SEXUAL CON LOS DOMINIOS INSTRUMENTAL Y EXPRESIVO?

Uno de los núcleos básicos de la realidad del sexo es la atracción sexual, al igual que uno de los núcleos básicos del género es el constituido por los dominios instrumental (masculinidad) y expresivo (feminidad).

Se contó para ello con la participación de 423 estudiantes universitarios. Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario de Atracción Sexual (CAS; Fernández, Quiroga, y Rodríguez, 2006) y la versión de 12 ítems del Bem Sex Role Inventory (BSRI; Bem, 1974).

Los resultados proporcionaron un claro apoyo empírico a la dimensionalidad establecida para el SAQ: una dimensión bipolar o dos correlacionadas negativamente, que conceptual y empíricamente es lo mismo. A la luz de estos datos, pues, no parecen gozar del pertinente respaldo ni la concepción kinseyniana, tan ampliamente utilizada hasta nuestros días, ni la stormsiana. Además, los datos dejaron al descubierto ciertas debilidades conceptuales y psicométricas del BSRI, que ha sido el instrumento más utilizado durante las últimas tres décadas.

Tal vez sea más adecuado hablar, por un lado, de multidimensionalidad frente a la bidimensionalidad propuesta originalmente por su autora y, por otro, parece aconsejable elaborar una teoría algo más sólida de los conceptos de instrumentalizad/masculinidad y expresividad/feminidad, que la aportada a mediados del siglo pasado por Parsons y Bales (1955). Igualmente, los resultados apoyan la independencia de los dos núcleos analizados: el de la atracción sexual y el de los dominios instrumental y expresivo.

¿Qué implicaciones tienen estos datos, tanto desde un punto de vista académico como profesional? En primer lugar, ya podemos contar con un nuevo instrumento (el SAQ) para valorar la atracción sexual, que goza de buenas propiedades psicométricas: alta consistencia interna (fiabilidad) y sólida validez de constructo, de forma que pueda ser utilizado por los profesionales de diversos ámbitos, muy especialmente el de la sexología.

En segundo lugar, parece oportuno llamar la atención sobre la utilización, un tanto indiscriminada, del cuestionario que supuestamente mejor valora la masculinidad y feminidad: el BSRI. Sus propiedades formales o psicométricas dejan mucho que desear, por lo que tanto a la hora de clasificar a los individuos dentro de su famosa cuádruple tipología (andróginos, femeninos, indiferenciados y masculinos), como sobre todo a la hora de diagnosticarlos, uno debe saber que lo realizado no está fundamentado sobre bases muy sólidas, tanto de tipo conceptual como empírico.

En tercer lugar, parece que una y otra vez se confirma que la compleja realidad sexual y la de género gozan de cierta independencia, posibilitándose así una variabilidad de trayectorias vitales, ricas en matices, al contar con, al menos, dos cuádruples tipologías. Por un lado, la derivada de la atracción sexual (sujetos atraídos por ambos sexos, por mujeres, por varones o por ninguno) y, por otro, la comentada anteriormente, desde la compleja realidad del género, aunque a ser posible, con una mejor fundamentación científica (Fernández, Quiroga y Del Olmo, 2006).

En cuarto lugar, juzgamos que una de las pistas posibles para esa más adecuada funtamentación de la realidad del género reside en la consolidación de una nueva disciplina que denominamos generología. Dentro de ella, el estudio de las competencias, sobre todo en el terreno de la esfera pública, tal vez pueda ofrecer una salida adecuada para la elaboración de nuevos instrumentos que materialicen lo que se entiende por dominios instrumental (masculino) y expresivo (femenino). Es en esta dirección en la que nos encontramos trabajando en estos momentos.

Referencias bibliográficas

La versión original de este artículo puede encontrarse en la revista The Spanish Journal of Psychology: Fernández, J., Quiroga, M. A., y Del Olmo, I. (2006). Is Sexual Attraction Independent of the Instrumental and Expressive Traits? The Spanish Journal of Psychology, 9, 162-170.