EVALUACIÓN DE LOS COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

23 Mar 2007

David Álvarez García, Paloma González-Castro y Luis Álvarez Pérez

Universidad de Oviedo

La violencia escolar se ha convertido en uno de los principales retos del sistema educativo actual. Se trata de un fenómeno que debe ser abordado desde un enfoque multidisciplinar y en el que los profesionales de la Psicología han de desempeñar un papel decisivo, tanto en la comprensión del fenómeno y sus implicaciones, como en su tratamiento. Para ello, es fundamental que dispongan de unos instrumentos de evaluación manejables y rigurosos, que les permitan realizar análisis descriptivos de la situación o evaluar la eficacia de los programas de intervención dirigidos a su tratamiento. El «Cuestionario de Violencia Escolar» (CUVE), que se presenta en este texto, cumple estas condiciones.

 

Debido a la complejidad del fenómeno, en ocasiones los cuestionarios para la evaluación de la violencia escolar se centran en múltiples aspectos, como la frecuencia de aparición, la evolución en los últimos años, los escenarios, las medidas tomadas por el profesorado, las propuestas de solución o el perfil de víctimas, agresores y espectadores, entre otros asuntos. Esto da lugar o bien a cuestionarios demasiado extensos o bien a que estos aspectos se evalúen de forma superficial. Parece preferible, por tanto, elaborar cuestionarios más concretos, con el fin de disponer de una buena validez de contenido sin aumentar demasiado su longitud.

Para conocer la situación de violencia de un centro o de un aula, así como para analizar la eficacia de un programa de intervención, interesa especialmente conocer el grado de aparición de los diferentes tipos de violencia que son protagonizados tanto por los estudiantes como por los docentes, ya que ambos son los principales protagonistas de la vida en el centro y en el aula. E interesa conocerlo especialmente desde la perspectiva del alumnado, ya que, al informar desde dentro del sistema de relaciones entre estudiantes, pueden percatarse de situaciones inadvertidas para docentes y familias.

 

Se han publicado algunos cuestionarios en este sentido, si bien, al menos los que se han revisado, sólo se centran en violencia por parte de los estudiantes. Por todo ello, se decidió elaborar un nuevo cuestionario, que tuviese como fin conocer la percepción del alumnado de Secundaria sobre el nivel de violencia escolar protagonizado por profesorado y estudiantes.

Para la elaboración del cuestionario, se partió de un modelo teórico basado en la definición de violencia como comportamiento con el que intencionadamente se causa un perjuicio o un daño a una persona, un colectivo o una institución; en las clasificaciones de violencia escolar manejadas por el Defensor del Pueblo (1999) y por Fernández (1999); y en la opinión de expertos, en concreto docentes de los centros educativos participantes y miembros del equipo investigador.

Este modelo inicial tiene en cuenta tanto la violencia protagonizada por el profesorado como la llevada a cabo por el alumnado, que en ambos casos puede ser de tres tipos: verbal, física o psicológica. La violencia verbal se refiere a comportamientos que suponen hacer daño a través de la palabra, como por ejemplo insultar, poner motes molestos o hablar mal de alguien. La violencia física es aquella en la que existe un contacto material para producir el daño. Se puede distinguir entre violencia física directa e indirecta. En la primera, el agresor actúa directamente sobre el agredido -por ejemplo, golpear o pelearse-. En la segunda, el agresor actúa sobre pertenencias o material de trabajo de la persona o la institución a la que quiere dañar -por ejemplo, destrozos, robos o esconder cosas-. La violencia psicológica se refiere a comportamientos como ignorar, no dejar participar, rechazar o amenazar.

A partir de este modelo, se diseñó el «Cuestionario de Violencia Escolar» (CUVE), que consta de 29 enunciados, con cinco alternativas de respuesta, en cada uno de los cuales el evaluado ha de señalar en qué grado considera que ocurre el hecho violento que figura en el mismo.

Una vez elaborado, el cuestionario fue puesto a prueba con una muestra de 1.637 estudiantes pertenecientes a siete centros de Secundaria asturianos. A la vista de los resultados obtenidos, se puede concluir que este instrumento evalúa con una buena fiabilidad y validez de constructo cinco dimensiones de la violencia escolar -«Violencia física indirecta por parte del alumnado», «Violencia verbal del alumnado hacia compañeros», «Violencia física directa entre alumnos», «Violencia verbal del alumnado hacia el profesorado» y «Violencia del profesorado hacia el alumnado»- así como un factor general de «Violencia escolar». Se trata, por tanto, de una herramienta manejable y rigurosa, de utilidad para el profesional interesado tanto en el análisis de la situación de violencia escolar como en la evaluación del impacto de un programa de intervención.

Referencias:

Defensor del Pueblo (1999). Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar. Madrid: Publicaciones de la Oficina del Defensor del Pueblo.

Fernández, I. (1999). Prevención de la violencia y resolución de conflictos. Madrid: Narcea.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Psicothema: Álvarez, L., Álvarez, D., González-Castro, P., Núñez, J. C., González-Pineda, J. A. (2006). Evaluación de los comportamientos violentos en los centros educativos. Psicothema, 18 (4), 686-695.

Sobre los autores y autora:

David Álvarez García es Licenciado en Psicología, Doctor por la Universidad de Oviedo y Profesor Ayudante en el área de Psicología Evolutiva y de la Educación de dicha universidad. Es autor de diversas publicaciones y comunicaciones a congresos sobre convivencia escolar. Álvarez es el Director del curso Conductas conflictivas en el aula: estrategias de intervención, organizado por ANPE Asturias y homologado por el MEC.

Paloma González-Castro es Doctora en Psicología y Profesora contratada doctora de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Oviedo. En la actualidad centra su investigación en las Dificultades de Aprendizaje y en Déficit de Atención con y sin Hiperactividad. Es autora de diferentes de diversos artículos en revistas nacionales e internacionales y de algunos libros, entre los que cabe destaca Diversidad con calidad (2000), de la editorial CCS y Hypertexto. Una estrategia para comprender (2001), de la editorial CEPE.

Luis Álvarez Pérez es Profesor Titular de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Oviedo. En la actualidad, centra su investigación en dos campos: Las Estrategias de Hypertexto (Proyecto de Investigación «La mejora de la competencia matemática en la ESO mediante un modelo de intervención en estrategias» MCT-02-BSO-01295) y el Déficit de Atención con y sin Hiperactividad (Proyecto de Investigación «Aprender a Atender» MCT-02-BSO-00364, del que es director). El profesor Álvarez es autor de diversos artículos en revistas nacionales e internacionales y de un buen número de libros, entre los que cabe destacar La Diversidad en la práctica educativa (1996), en CCS; Enseñar para aprender (1999), CCS; Diversidad con Calidad (2002), CCS; Estrategias de Aprendizaje (2002), en Pirámide; Hypertexto. Una estrategia para comprender (2001), en editorial CEPE; Intervención Psicoeducativa (1999), en Pirámide; Aprender a atender (2004), CEPE (Colección formado por un libro guía, cuatro cuadernos y cuatro CD para entrenar la atención en las tres etapas de primaria y secundaria).

 

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