Recomendaciones e información de la SEGG sobre el delirium

4 May 2021

El delirium, considerado “un enemigo poco visible”, es un cambio agudo de la función cerebral, afectando principalmente la atención y la cognición, que sufren a menudo los pacientes mayores hospitalizados.

Así define la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) esta situación clínica en un documento a través del cual recoge una serie de recomendaciones para abordarla.

Según estima la SEGG, el delirium afecta al 25% de los pacientes hospitalizados, el 50% de los pacientes quirúrgicos y al 75% de los pacientes de UCI. Esta situación aumenta la mortalidad y puede conllevar trastornos cognitivos, funcionales y sociales a corto, medio y largo plazo, siendo las personas de riesgo aquellas de edad avanzada, las críticamente enfermas, sometidas a cirugías, con antecedentes de demencia o deterioro cognitivo, múltiples patologías médicas, discapacidad sensorial y personas institucionalizadas.

Autor: Amine M’siouri Fuente: pexels Fecha descarga: 27/11/2020

Entre sus signos y síntomas, se observa el cambio del estado mental agudo y fluctuante, desorientación temporal y espacial sin reconocer a familiares, habla incoherente, ver o sentir cosas que no son reales, mayor inquietud o agitación por la noche, en ocasiones, somnolencia excesiva (alterna o no con episodios de inquietud/agitación), y mayor irritabilidad y desconfianza.

La sociedad española recomienda a los y las profesionales identificar y tratar las causas subyacentes, recordando que no hay fármacos aprobados para tratar el delirium, y poniendo de relieve la importancia de la prevención con estrategias no farmacológicas, tales como la estimulación cognitiva (orientar en tiempo y espacio, promover socialización, conversar) o evitar contenciones físicas, entre otras.

Asimismo, recoge diversas pautas dirigidas a los/as familiares orientadas a la prevención del delirium (como acompañar a la persona durante las primeras 48 h, estimular la movilización, reorientar en tiempo y espacio, etc.) y a cómo actuar en caso de tenerlo (por ejemplo, comunicar al personal sanitario cualquier cambio del estado mental o de comportamiento, como desorientación, confusión, agitación o somnolencia excesiva, mantener la calma, utilizando palabras claras y sencillas, con tono suave y tranquilo, etc.).

Las recomendaciones, tanto para profesionales como para familiares están disponibles a través de los siguientes enlaces:

El delirium, un enemigo poco visible

Delirium, ¿qué debo saber para atender mejor a mis pacientes?

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