CALIDAD DE VIDA RELACIONADA CON LA SALUD Y CONSUMO DE TABACO

La calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) se ha descrito como un concepto multidimensional que incluye la identificación de síntomas, el estado funcional, la percepción de bienestar psicológico y la percepción general de salud. En el caso de la adicción al consumo de tabaco, la preocupación por la salud actual o futura es uno de los motivos más informados para dejar de fumar.

En el presente estudio se analiza la relación entre la percepción de la calidad de vida relacionada con la salud y la etapa de cambio en el abandono del consumo de tabaco propuesta desde el modelo transteórico. Se busca conocer si cada etapa de cambio cursa con diferentes valoraciones en la percepción de calidad de vida relacionada con la salud, a fin de mejorar la eficacia de los abordajes terapéuticos para dejar de fumar. La muestra de estudio está formada por 201 fumadores o exfumadores (51,7% hombres y 48,3% mujeres) con una media de edad de 43,9 años (dt. 14,5), los cuales fueron visitados en centros de atención primaria o en consultas externas de hospitales de la provincia de Girona.

Se ha utilizado un cuestionario de elaboración propia para evaluar la edad, el género y las etapas de cambio: precontemplación (sin intención de abandono en los próximos seis meses), contemplación (intención de abandono en los próximos 6 meses), preparación (intención de abandono en el próximo mes y mínimo un intento de cesación en el último año), acción (abstinencia entre 1 día y 6 meses), mantenimiento (abstinencia entre más de seis meses y 3 años) y finalización (abstinencia desde hace más de 3 años).

La calidad de vida relacionada con la salud se ha valorado mediante el Cuestionario de Salud SF-36, formado por 36 ítems que cubren las siguientes ocho dimensiones del estado de salud: función física, rol físico, dolor corporal, salud general, vitalidad, función social, rol emocional y salud mental. Cada dimensión se evalúa de 0 a 100 (de peor a mejor calidad de vida percibida). Además, el SF-36 proporciona información sobre la evolución declarada de salud o salud actual comparada con la de un año atrás, evaluada de 1 a 5 (a menor valor mejor percepción).

Los fumadores con intención de abandonar el consumo de tabaco (contemplación y preparación) presentan inferior valoración de su CVRS que los fumadores sin intención de cambio (precontemplación) en las dimensiones del SF-36: función física y rol físico, y en la evolución declarada de salud. Es decir, una mayor proximidad al cese del consumo de tabaco se acompaña de mayor limitación percibida a causa de la salud en las actividades físicas, interferencia en la vida social y laboral, y peor salud comparada con la de un año atrás.

Los exfumadores presentan puntuaciones superiores en CVRS a las de los fumadores desde el primer momento del abandono.

Los resultados de este estudio sugieren que la intervención con programas comunitarios mediante el incremento de mensajes favorables a la cesación del hábito tabáquico en medios de comunicación y la participación de líderes sociales, políticos y sanitarios, que incidan en la concienciación de la CVRS disminuida en los fumadores y de la mejora que puede suponer convertirse en exfumador, pueden facilitar el paso por las etapas de cambio hasta el abandono.

Por otra parte, es probable que los fumadores con intención de cambio, por su peor CVRS, entren más en contacto con los servicios sanitarios. Los profesionales sanitarios en sus intervenciones mínimas (consejo médico, consejo enfermería, consejo psicológico), junto al ofrecimiento de ayuda profesional, deberían aprovechar estas ocasiones para potenciar la percepción de que la salud se está deteriorando a causa del consumo de tabaco e informar de la mejora de la CVRS inmediata al abandono del consumo. De esta forma, se podría facilitar el tránsito hacia la etapa de acción.

En la misma línea, en las intervenciones psicológicas, el incremento de la CVRS que sigue el abandono del consumo de tabaco podría incorporarse como uno de los componentes de los programas de prevención de recaída en las personas que se encuentran en las etapas de acción, mantenimiento y finalización.

En consecuencia, facilitar al fumador el cese del consumo de tabaco significaría ayudarlo a mejorar su salud percibida física y mental, y posiblemente también su salud objetiva, disminuyendo su riesgo de mortalidad y aumentando su calidad de vida.

El artículo original en el que se basa este trabajo se encuentra en la revista Intervención Psicosocial: Grau, A., Font-Mayolas, S., Gras, M. E., Suñer, R., y Noguera, J. (2007). Calidad de vida relacionada con la salud y el consumo de tabaco. Intervención Psicosocial, Vol. 16 (1), 79-92.