Los síntomas y secuelas del COVID-19 pueden alterar las aptitudes del conductor, según la DGT

4 Ene 2021

La pandemia provocada por el coronavirus ha marcado nuestras vidas. Y, tanto si se ha sufrido la infección por Covid-19, por las secuelas y efectos indeseados del tratamiento, como por el hecho de estar desentrenados en la conducción a causa del confinamiento o incluso por las preocupaciones provocadas por la situación económica, esta pandemia puede tener efectos al volante.

Así lo advierte la Dirección General de Tráfico (DGT) en un artículo a través del cual aborda el impacto de los síntomas ocasionados por la enfermedad del coronavirus y sus secuelas sobre la conducción, y establece una serie de recomendaciones en función de los distintos síntomas.

Tal y como afirma la DGT, la infección por coronavirus “se manifiesta con un cuadro clínico de mayor o menor gravedad que altera la calidad de vida y puede afectar a la capacidad de conducir o agravar patologías previamente controladas”, incrementando el riesgo de accidente de tráfico.

Autor: Jeshoots.com Fuente: pexels Fecha descarga: 15/12/2020

De acuerdo con la información disponible, los principales síntomas del Covid-19 son fiebre, tos, dolor de garganta, ausencia de gusto, debilidad muscular, SDRA (síndrome de dificultad respiratoria aguda), mareos, malestar, náuseas, diarrea y/o fallo renal. En ocasiones, se acompaña de alteraciones cardiovasculares, del metabolismo de la glucosa, del nivel de conciencia, accidente cerebrovascular, neuralgia, visión borrosa, trombosis, fallo multiorgánico, etc.

La aptitud psico-física para conducir puede verse deteriorada tanto por la propia enfermedad como por las repercusiones sociales y económicas de la pandemia. Según evidencian los diversos estudios publicados hasta la fecha, el Covid-19 ha impactado en la salud mental, observándose un incremento del estrés, dificultades de concentración, insomnio, incremento del consumo de alcohol, etc., que afectan a todas las áreas de la vida y que pueden repercutir en la seguridad aumentando el riesgo de accidentes.

Dado lo anterior, la DGT insta a tener cuidado al volante en caso de haber tenido COVID-19 y presenta una serie de recomendaciones en función de los distintos síntomas que pueden aparecer:

  • Ante debilidad, fatiga, dolor muscular y articular: evite viajes largos, realice periodos de descanso de conducción con movilización de extremidades, planifique los trayectos, comparta el tiempo de conducción.

  • Si presenta insuficiencia respiratoria, realice una ventilación adecuada del vehículo, impida que se fume dentro del mismo y evite las horas de mayor calor.

  • Alteraciones cognitivas (toma de decisiones, proceso de información): evite conducir hasta recuperar su capacidad y desaparecer el estado confusional.

  • La presencia de enfermedades cardiovasculares o metabólicas anteriores al COVID-19, puede desembocar en alteraciones y complicaciones con procesos como hipoglucemia en caso de diabetes, mareos o pérdida de conocimiento por arritmias. En todos estos casos, la DGT considera conveniente no conducir hasta estabilizar el proceso.

  • Si surgen problemas de visión (borrosa, ojo seco…): consulte a su oftalmólogo y evite conducir en horas de iluminación extrema.

  • Síntomas neurológicos (mareo, alteración de conciencia, temblores, ataxia…): no conduzca e informe a su médico de cabecera para descartar trastornos del sistema nervioso.

  • Si es conductor/a profesional o el vehículo es su herramienta de trabajo, antes de volver a conducir, hable con su médico de cabecera y consideren posibles alternativas.

Fuente: DGT

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