EVALUACIÓN DE NIÑOS Y ADOLESCENTES VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA

9 May 2008

Beatriz Olaya , Mª Jesús Tarragona, Nuria de la Osa y Lourdes Ezpeleta

Universidad Autónoma de Barcelona

La sociedad está tomando conciencia de la gravedad del problema de las mujeres maltratadas. Sin embargo, la problemática de los niños, que también viven día a día el conflicto pero con menos recursos para afrontarlo, es un tema casi ignorado. Se estima a la baja que alrededor de 3.3 millones de niños son testigos de la violencia física y verbal entre esposos cada año. La presencia de violencia doméstica no sólo aumenta el riesgo de abuso hacia los hijos, también comporta una serie de consecuencias negativas en el funcionamiento del niño y en su bienestar mental. Detectar la presencia de la violencia doméstica y valorar tanto las consecuencias de esta violencia en los niños como las variables relacionadas es una necesidad en la práctica clínica profesional. Por este motivo, es de gran utilidad práctica establecer un protocolo de evaluación que incluya instrumentos válidos y fiables para niños y adolescentes que viven situaciones de violencia doméstica (ver Tabla).

 

En primer lugar, es preciso detectar la presencia de violencia en el hogar mediante instrumentos de cribado. Una vez detectada la situación de violencia, se recomienda valorar sus características específicas como el tipo, la severidad, la frecuencia, la cronicidad y la edad de inicio, la relación del niño con el agresor, el número de éstos, o la concurrencia de diversos tipos de violencia (Kinard, 2004). Dado que el patrón habitual de violencia en el hogar es del hombre hacia la mujer, es la madre la que suele proporcionar la mayor parte de la información. Sin embargo, cuando hay niños en el círculo de la violencia doméstica, existen algunas cuestiones específicas sobre la exposición que se deben conocer y evaluar desde su perspectiva. Algunos autores recomiendan recoger autoinformes del niño a partir de los 7 años (Hamby y Finkelhor, 2000).

Para conocer las consecuencias psicológicas de la violencia doméstica en los niños se hace necesaria la evaluación de su estado cognoscitivo, emocional y conductual a través de pruebas adaptadas a la edad y características del niño. La entrevista diagnóstica estructurada realizada con la madre y con el niño por separado es la que proporcionará la información clínica más importante. En algunos casos es interesante utilizar instrumentos más específicos para valorar trastornos mentales como estrés postraumático, depresión o ansiedad. La presencia de problemas mentales en los hijos de mujeres maltratadas produce una serie de dificultades en diversas áreas de la vida cotidiana del niño. Por tanto, el clínico debe valorar la adaptación de estos niños en diversas áreas de funcionamiento como la escuela, la familia o las relaciones de amistad. Pero no todos los niños que son testigos de violencia en casa tienen dificultades de adaptación. Algunos de ellos presentan resilencia, o capacidad para adaptarse correctamente a su entorno a pesar de la presencia de serias amenazas para su desarrollo. Por tanto, es importante valorar aspectos individuales como la autoestima, las habilidades sociales, las capacidades cognitivas o las estrategias de afrontamiento.

La variación de las consecuencias de la violencia doméstica en los niños también depende de otras variables del contexto familiar y social. Niveles socioeducativos desfavorables o la presencia de acontecimientos estresantes, como vivir pérdidas y situaciones de cambio frecuentes e indeseadas, separación, muerte o encarcelamiento de sus padres, cambios de domicilio, de ciudad, de amigos, o penuria económica, pueden aumentar el impacto negativo de la exposición de la violencia en los hijos.

Los niños no sólo viven el impacto directo de la violencia, sino que también lo sufren de manera indirecta, debido al estrés emocional materno o a la poca comunicación que afecta a la calidad de la disponibilidad emocional de las madres. Las prácticas de crianza y la supervisión de los padres se pueden ver alteradas afectando, a su vez, de manera negativa, al bienestar del niño. Evaluar el contexto familiar ayudará a entender la situación particular que están viviendo los hijos y planificar adecuadamente las intervenciones posteriores.

Por último, es importante valorar el contexto más amplio en el que vive el niño, como son las redes de apoyo social y familiar, que juegan un papel importante en amortiguar el impacto de esta violencia.

 

En conclusión, una recomendación inmediata que se desprende de este trabajo es la necesidad de adaptar y/o crear instrumentos que sean adecuados para la evaluación psicológica de mujeres y niños de nuestro contexto. En el momento actual, el tema de la violencia doméstica y, específicamente, sus efectos en los niños necesitan crecer en esta dirección.

El artículo completo puede encontrarse en Papeles del Psicólogo: Olaya, B., Tarragona, M.J., de la Osa, N., y Ezpeleta, L. (2008). Protocolo de evaluación de niños y adolescentes víctimas de la violencia doméstica. Papeles del Psicólogo, 29 (1), 123-135.

Referencias

Farnós, T., y Sanmartín, J. (2005). Menores víctimas de la violencia doméstica. En L. Ezpeleta (Ed.), Factores de riesgo en psicopatología del desarrollo (pp. 257-290). Barcelona: Masson.

Hamby, S.L., y Finkelhor, D. (2000). The victimization of children: Recommendations for assessment and instrument development. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, 39, 829-840.

Kinard, E.M. (2004). Methodological issues in assessing the effects of maltreatment characteristics on behavioral adjustment in maltreated children. Journal of Family Violence, 19, 303-318.

Sobre las autoras:

Beatriz Olaya. Licenciada en Psicología. Becaria FPU Ministerio de Educación y Ciencia. Unidad de Epidemiología y Diagnóstico en Psicopatología del Desarrollo. Departamento de Psicología Clínica y de la Salud. Universidad Autónoma de Barcelona.

Mª Jesús Tarragona. Psicóloga Clínica. Máster de Medicina Conductual por la U.A.B. Servicio de Psicología de la Regiduría de Políticas de Género del Ayuntamiento de Terrassa.

Nuria de la Osa. Profesora Titular de Evaluación Psicológica. Especialista en Psicología Clínica. Unidad de Epidemiología y Diagnóstico en Psicopatología del Desarrollo. Departamento de Psicología Clínica y de la Salud. Universidad Autónoma de Barcelona.

Lourdes Ezpeleta. Profesora Titular de Psicopatología Infantil y Adolescente. Especialista en Psicología Clínica. Unidad de Epidemiología y Diagnóstico en Psicopatología del Desarrollo. Departamento de Psicología Clínica y de la Salud. Universidad Autónoma de Barcelona.

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