Pese a los cambios sociales y legislativos que ha habido en cuanto al reconocimiento del colectivo de lesbianas, gais, transgénero, transexuales, bisexuales, intersexuales y queer (LGTBIQ+), los resultados que han demostrado el aumento de aceptación por parte de la sociedad hacia el colectivo LGTBIQ+ y el intento que ha habido de promover la igualdad en distintos sectores, la literatura indica que aún queda un largo camino por recorrer para que la discriminación que sufre este colectivo se extinga por completo.

Teniendo en cuenta esta realidad, a través de este estudio se evaluó las consecuencias de tres tipos de victimización (acoso escolar, ciberacoso y victimización en trabajo) en la sintomatología interiorizada (ansiedad, depresión y estrés) de las personas LGTBIQ+. Además, se analizó el papel amortiguador de distintos tipos de apoyo social percibidos (familiar, de amistades y de una persona especial) en la relación entre la victimización sufrida en el pasado y la sintomatología interiorizada actual.

En este estudio participaron 262 personas del colectivo LGTBIQ+ de las cuales 103 se identificaron como mujeres, 134 hombres, 13 no-binarias, dos intergénero, cuatro agénero, una transgénero no binaria, una queer, una género fluido y tres sin especificar. El rango de edad osciló entre 18 y 77 años con edad media de 29,83. Las personas participantes rellenaron un formulario a través de Internet, donde se incluyeron medidas sobre el apoyo social percibido, acoso homofóbico escolar, ciberacoso, victimización sufrida en el trabajo y síntomas de estrés, ansiedad y depresión. Los instrumentos utilizados se describen en detalle en el artículo de este estudio.

En primer lugar, se analizaron las asociaciones entre todas las variables de estudio. Los resultados mostraron una relación positiva entre el acoso escolar y el ciberacoso, indicando que estos dos tipos de victimización ocurren a la vez. Este es un fenómeno también recurrente dentro del colectivo LGTBIQ+ dado que las experiencias de victimización que sufren estas personas no solo ocurren en un entorno en concreto, sino que suelen repetirse en distintos ámbitos y lugares de su vida. Asimismo, los resultados indicaron que las sintomatologías interiorizadas descritas en este estudio se asocian positivamente entre ellas, por lo que se concluyó que las personas del colectivo tienden a desarrollar síntomas de depresión, ansiedad y estrés a la vez.

En segundo lugar, se estudió cómo los tres tipos de apoyo social percibido podrían amortiguar la relación entre los tipos de violencia sufridos y la sintomatología interiorizada de las personas del colectivo. Los resultados más destacables en este sentido fueron que: 1) en aquellas personas del colectivo LGTBIQ+ que percibían apoyo por parte de amistades, el acoso escolar no se relacionaba con los síntomas de estrés, ansiedad y depresión, indicando que dicho apoyo les protegía de desarrollar esa sintomatología cuando sufrían acoso escolar. Asimismo, el apoyo por parte de amistades también les protegió de desarrollar depresión ante experiencias de victimización en el trabajo; 2) el apoyo familiar amortiguó la relación entre acoso escolar y la ansiedad; y 3) ningún tipo de apoyo social amortiguó la relación entre el ciberacoso y la sintomatología interiorizada.

Por un lado, estos hallazgos explican que cuando surgen situaciones de acoso escolar, el apoyo de las familias y las amistades son relevantes para afrontar esta problemática y evitar que se desarrolle sintomatología de ansiedad y depresión. Asimismo, considerando el apoyo por parte de amistades como el apoyo percibido por parte de compañeros de trabajo, se podría concluir que el apoyo por parte de los compañeros de trabajo protege de desarrollar síntomas de depresión cuando se dan situaciones de victimización en el trabajo. Por último, parece que el apoyo social no tiene ese papel protector ante experiencias de ciberacoso. Puede ser que en situaciones de ciberacoso la víctima es atacada de una forma más difícil de detectar, por lo que recibir apoyo por parte de alguien se dificulta, ya que para las personas del entorno de la víctima puede ser más difícil sospechar que la víctima está siendo agredida.

En conclusión, el estudio ofrece contribuciones importantes al ámbito de la psicología, especialmente, a la situación actual de victimización que sufren las personas LGTBIQ+. Una de sus principales implicaciones es dar visibilidad a la LGTBIQfobia y sus consecuencias. Asimismo, este estudio da a conocer algunos de los factores que pueden proteger a las personas del colectivo LGTBIQ+ que sufren victimización en diferentes ámbitos. Estos resultados, por tanto, subrayan por un lado la importancia de combatir la discriminación hacia el colectivo en los diferentes ámbitos, al mismo tiempo que sugieren la necesidad de promover el apoyo social y desarrollar una buena red social de apoyo para amortiguar los efectos de la victimización en la salud mental de las personas LGTBIQ+. Estos resultados pueden ser importantes para futuros programas de prevención o intervención de problemas de acoso hacia las personas LGTBIQ+. Finalmente, a raíz de este estudio, se pretende aumentar el interés por realizar más investigaciones sobre las personas LGTBIQ+, el acoso que sufren, las consecuencias y sobre todo los factores que pueden protegerles.

El artículo completo puede encontrarse en la siguiente revista:

Larrucea-Iruretagoyena, M., & Orue, I. (2021). El apoyo social como moderador de la relación entre victimización y sintomatología interiorizada en personas del colectivo LGTBIQ+. Psicología Conductual, 29(3), 763-780.