EL MSC ANUNCIA LA ESTRATEGIA NACIONAL DE ATENCIÓN AL DOLOR PARA 2009

28 Oct 2008

El pasado 20 de octubre de 2008, José Martínez Olmos, secretario general del Ministerio de Sanidad, anunció la próxima creación de una Estrategia Nacional de Atención al Dolor, coincidiendo con la I Reunión Nacional de Dolor y Sociedad, celebrada en Madrid.

Tal y como han reflejado diversos medios estos días, José Martínez Olmos declaró que la elaboración del Plan estratégico Nacional de Atención al Paciente con Dolor del Sistema Nacional de Salud, comenzará en el primer trimestre del año 2009, y para su formulación se tendrá en cuenta «a las comunidades autónomas, a las sociedades científicas y a las asociaciones de pacientes».

 

La Estrategia Nacional de Atención al Dolor se elaborará, por tanto, de la misma forma que los planes de cáncer o diabetes y, según palabras del propio Secretario, estará directamente relacionada con la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos, remarcando el principio de universalidad que sustenta el Sistema Nacional de Salud.

Las líneas de acción prioritarias se centrarán en la mejora de la coordinación asistencial entre Atención Primaria y Especializada, la formación del personal sanitario y la disminución de las diferencias existentes entre las distintas comunidades autónomas en relación a servicios y recursos destinados a este grupo de pacientes. Todo ello con el objetivo final de mejorar la calidad de la atención de las personas que sufren dolor crónico en España, cuyas cifras alcanzan al 11% de la población, constituyendo el motivo de consulta más frecuente en Atención Primaria.

Según la Organización Mundial de la Salud, el tratamiento del dolor debe establecerse desde una perspectiva integral e interdisciplinar, que contemple los factores psicológicos asociados a dicha condición, dado que existe numerosa evidencia científica que constata la interacción entre dolor y componentes psicológicos.

El dolor crónico está estrechamente asociado a diversos trastornos del estado de ánimo, como ansiedad y depresión, que afectan notablemente a la vida del paciente y a la evolución de su condición física. Así, en el reciente informe Pain in Europe, se ha puesto en evidencia que más de la mitad de los pacientes que sufren dolor (tres de cada cinco), presentan síntomas de ansiedad o depresión. Además, los estudios muestran que estos problemas psicológicos afectan directamente a la intensidad del dolor, al tiempo de recuperación y al grado de discapacidad de estos pacientes, independientemente del tratamiento farmacológico.

Por otro lado, la utilidad de los tratamientos psicológicos para el abordaje del dolor y la importancia que los profesionales de la Psicología tienen en este campo es un hecho reconocido ya en la Estrategia de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, que se aprobó el 14 de marzo de 2007, basándose en la evidencia científica que demuestra los efectos positivos de las intervenciones psicológicas en el ajuste de estos pacientes a la enfermedad y en la mejora de su calidad de vida.

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