Desde este modelo de trabajo, los menores constituyen un activo social fundamental en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y democrática y son merecedores de su derecho de participación social.Específicamente, “las personas adultas involucradas en las políticas que afectan a niños, niñas y adolescentes, deben escucharlos desde el respeto y ser parte de la solución, alejándose del modelo adultocentrista”.
Tal y como señalan los autores del documento para conseguir este objetivo es necesario que “el personal técnico implicado esté dotado de los mismos recursos, redes y estrategias de participación”, lo que ayudará a promover que los niños, niñas y adolescentes “se involucren en la sociedad de la que forman parte y sean una pieza fundamental de ella”.
La publicación realiza un análisis de la evolución histórica de los consejos locales de la infancia y presenta su situación actual, los retos futuros y las recomendaciones para mejorar la participación infantil, proponiendo un modelo metodológico común para desarrollar en la comunidad autónoma de Andalucía.
Se puede descargar el documento en el siguiente enlace:
Guía práctica de participación infantil en Andalucía e incidencia en la conciliación familiar |