LAS LESIONES NO INTENCIONADAS PRIMERA CAUSA DE MUERTE EN LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA

20 Jul 2009

El Observatorio de la Salud de la Infancia y la Adolescencia (FAROS) del Hospital Sant Joan de Déu ha editado recientemente un informe, titulado Lesiones no intencionadas en la infancia y la adolescencia. Rompiendo el tópico de la mala suerte. Este informe ha sido realizado por Josep María Suelves, profesor de la Universidad de Barcelona. 

En los últimos años, la OMS se ha interesando por este tema, publicando en 2005 un informe sobre prevención de lesiones infantiles, puesto que dichas lesiones son la primera causa de mortalidad prematura infantil en niños mayores de un año.

Hasta no hace mucho tiempo, este tipo de lesiones se consideraban accidentes fruto de la mala suerte o del azar. No obstante, el autor parte de una óptica totalmente diferente, en coherencia con las directrices marcadas por la OMS, puesto que considera que estas lesiones de naturaleza no intencionada son un problema de salud y, por tanto, existen una serie de factores de vulnerabilidad o de riesgo de diferente naturaleza (variables individuales del niño, de los adultos que le rodean o del entorno) que aumentarían la probabilidad de incidencia de las mismas. En consecuencia, pueden someterse al análisis científico como cualquier otro problema de salud con el objetivo de conocer dichos factores de riesgo y, obviamente, también los factores de protección. De esta manera, se podrán diseñar programas de prevención basados en la evidencia.

El presente informe se estructura en dos partes fundamentales. En primer lugar, se realiza un pormenorizado análisis epidemiológico de las lesiones no intencionadas en función del grupo de edad (tasa de incidencia, tipos de lesiones, etc.). En función de toda esta información, se establecen una serie de pautas para prevenir la ocurrencia de las mismas.

En el documento, se concluye que las lesiones no intencionadas se configuran como un problema de salud importante en los niños y adolescentes españoles, cuya tasa de incidencia aumenta de manera alarmante a partir de los 15 años de edad, así como en todos los grupos de edad analizados se constatan claras diferencias en función del género y la clase social, puesto que la prevalencia es mayor en los varones y en las clases socioeconómicas bajas. En consecuencia, puede decirse que tienen un elevado impacto sociosanitario que, no sólo se debe al gasto económico y de recursos que implica, sino a las consecuencias que puede tener sobre el individuo y su familia.

Todo ello muestra la necesidad de desarrollar programas de prevención específicos para cada grupo de edad y fundamentado en el análisis de los determinantes de dichas lesiones, así como la necesidad de iniciar medidas de concienciación social.

Lesiones no intencionadas en la infancia y la adolescencia. Rompiendo el tópico de la mala suerte

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