EL ESTRÉS LABORAL SUPONE UN COSTE DE VEINTE MIL MILLONES DE EUROS

3 Nov 2009

Desde hace unas semanas, diferentes medios de comunicación alertan de los efectos que la crisis económica está teniendo en la salud mental de los trabajadores. El caso de France Telecom, empresa en la que en un periodo de 20 meses ya se han suicidado veinticinco de sus trabajadores, es sólo la punta del iceberg de los efectos que el estrés laboral puede tener en la salud física y mental de las personas y que, se estima, que afecta a unos dieciocho millones de europeos.

Dolores de cabeza, cansancio y fatiga, dificultades para dormir, irritabilidad, colon irritable, diarrea, ardor de estómago, agobio, ansiedad, apatía, tristeza, etc., se encuentran entre los principales motivos por los que acudimos a nuestro médico de Atención Primaria, en concreto, entre el 30% y el 60% de las consultas. Muchas de estas quejas tan habituales, en realidad, esconden un problema psicológico de ansiedad, depresión o estrés.

Aunque no se dispone de cifras concretas, parece que el número de personas con problemas de salud derivados de la situación de crisis económica (desempleo, incertidumbre laboral, aumento de carga de trabajo, etc.) ha aumentado considerablemente. Todo ello supone importantes repercusiones no sólo para la persona que lo padece en todas sus áreas de funcionamiento (individual, familiar, social, laboral, etc.), sino también a nivel socioeconómico: incremento del gasto sociosanitario, del absentismo laboral, de las bajas laborales, etc.

Ante esta realidad, la Atención Primaria española se encuentra desbordada, no sólo por la falta de recursos, sino también por la imposibilidad de ofrecer la intervención más eficaz en cuanto a la relación beneficio-coste. Efectivamente, los médicos de familia se sienten desbordados ante el elevado número de pacientes a los que tienen que atender cada día, lo que repercute de manera directa en la calidad de la asistencia (tiempo, diagnóstico y tratamiento adecuado, etc.); pero además se han de enfrentar a problemas de salud para los que no están adecuadamente formados, tal y como se recoge en el informe sobre salud mental, atención primaria e incapacidad laboral temporal, realizado por el psicólogo Santiago Mario Araña Suárez, que ha sido puesto en conocimiento de la Secretaria de Estado de la Seguridad Social y del director general de la Seguridad Social. Ante esta situación de indefensión en la que se encuentran los médicos de Atención Primaria, éstos responden con recetas de ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos, cuando, tal y como recomienda la NICE (National Institute for Health and Clinical Excellence), la evidencia empírica demuestra que la terapia cognitivo-conductual es el tratamiento de primera elección para el manejo de estos problemas: no sólo por su eficacia contrastada a corto plazo, sino por su eficacia a medio-largo plazo, por la reducción de la probabilidad de prevención de recaídas, por la generalización de sus resultados, etc.

La ausencia de la aplicación de estos programas eficaces y empíricamente validados para la prevención e intervención sobre los problemas psicológicos, no sólo implica una falta de calidad de la atención sanitaria sino que supone además un coste den unos 20.000 millones de euros al año, tal y como recoge en una noticia el periódico El Mundo. El tratamiento cognitivo-conductual aplicado por profesionales preparados para ello, los psicólogos, no sólo presenta resultados de eficacia superiores al tratamiento farmacológico, sino que también es mucho más barato para nuestro sistema sociosanitario.

En consecuencia, si los tratamientos psicológicos avalados empíricamente y aplicados por psicólogos pueden contribuir a una reducción de las consecuencias negativas tanto a nivel individual como empresarial y sociopolítico, ¿por qué no incluir en la cartera de servicios de nuestra Atención Primaria la atención psicológica? Disponemos de ejemplos pioneros y prometedores como el ambicioso programa británico, Improving Access to Psychological Therapies, por el que se están incorporando 5.000 psicólogos a los servicios de Atención Primaria, o la atención psicológica gratuita que se ofertará en las oficinas de empleo de Reino Unido a personas con problemas de ansiedad o depresión derivados de la pérdida de empleo, problemas económicos, etc. Este cambio revolucionario y pionero iniciado en Gran Bretaña está creando escuela, puesto que en EE.UU se está planteando la inclusión de la asistencia psicológica en los servicios de Atención Primaria en el actual proceso de reforma sanitaria que está teniendo lugar en este país. Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo de la celebración del día de la salud mental el pasado 10 de octubre, ha lanzado una importante campaña bajo el lema «salud mental en Atención Primaria», donde hace un llamamiento a los responsables de las políticas de salud, para que implementen un nuevo modelo de atención sanitaria más eficaz y cooperativo, y que tenga en cuenta la atención integral del paciente (es decir, la atención de su salud física y mental).

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