MÉDICOS SIN FRONTERAS ALERTA DE LA NECESIDAD DE ASISTENCIA PSICOLÓGICA EN ZONAS AFECTADAS POR EL CONFLICTO ARMADO

30 Jul 2010

Recientemente, la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha publicado un informe titulado «Tres veces víctimas. Víctimas de la violencia, el silencio y el abandono. Conflicto armado y salud mental en el Departamento de Caquetá, Colombia» en el que demanda la necesidad de ofrecer atención psicológica a las personas sometidas a un conflicto armado, puesto que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad psicosocial.

En 1999, MSF comenzó a trabajar en el departamento de Caquetá, una zona neurálgica de Colombia castigada por el conflicto de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Los habitantes de esta zona no sólo están sometidos a una situación de violencia directa (amenazas, asesinatos, extorsiones, desapariciones, desplazamientos, violencia sexual, etc.), sino que también viven en un contexto caracterizado por otros tipos de violencia menos evidentes -la violencia estructural o indirecta, ejercida por las instituciones que actúan en dicho entorno y que estaría derivada de la estructura política y económica principalmente (exclusión, marginación, fragmentación social…), y la violencia cultural, es decir, aquellos aspectos socioculturales que legitiman o refuerzan la violencia directa o indirecta mediante mecanismos religiosos, ideológicos, a través de los medios de comunicación o del propio sistema educativo, entre otros-. Este contexto general supone consecuencias muy negativas para la población, puesto que tiene un impacto directo en la salud mental tanto a nivel individual como familiar y social, lo cual no sólo perpetúa sino que también incrementa su vulnerabilidad psicosocial y reduce su calidad de vida.

Por todo ello Médicos Sin Fronteras inició en el año 2005 un proyecto cuyo objetivo era el de ofrecer asistencia psicológica a las víctimas de esta zona de Colombia. En el informe que se esta analizando se presentan los logrados por este servicio entre el mes de marzo de 2005 y el mes de septiembre de 2009. En total, en dicho periodo de tiempo, se atendieron a 5.064 personas con un rango muy amplio de edad (1 a 89 años), de las cuales la mayoría eran mujeres (65%) frente a un 35% de hombres, tanto pertenecientes a la población urbana (60%) como rural (40%). Este servicio tiene el objetivo principal de promover y prevenir los problemas relacionados con la salud mental de la población ofertando asistencia psicológica individual, familiar y grupal, pero también desarrolla actividades de psicoeducación de carácter psicosocial, así como trabaja con la red de contactos para llegar a las personas que necesitan atención. Para ello, disponen de un equipo integrado por psicólogos clínicos y sociales y por técnicos de prevención y promoción que desarrollan su labor en los hospitales municipales, pero también en clínicas móviles de salud primaria para poder dar cobertura a las zonas rurales.

A raíz de la aplicación de este proyecto de asistencia psicológica en zonas de conflicto armado, Médicos Sin Fronteras concluyen que el perfil psicopatológico de los pacientes de Coquetá es el que típicamente aparece en los países con esta circunstancia. Así, se han detectado cinco factores principales que incrementan el riesgo de padecer un problema psicológico: disfunciones familiares o problemas relacionados con la red primaria de apoyo, desplazamientos forzados, problemas económicos o de residencia, exposición directa a conflicto armado y fallecimiento de familiares o personas significativas, además de la presencia de maltrato infantil, violencia de género o violencia sexual. Por su parte, las alteraciones psicológicas que presentan una mayor prevalencia serían los trastornos del estado de ánimo como la depresión mayor de episodio único, los trastornos de ansiedad como el trastorno adaptativo, el trastorno de estrés postraumático o el trastorno de estrés agudo, el duelo patológico o los problemas de relación y los problemas asociados con el abuso o la negligencia, entre otros, sin olvidar los trastornos de la conducta y/o emocionales de la infancia.

Los pacientes tratados por MSF expuestos directamente a factores de riesgo relacionados con el conflicto armado fueron más proclives que el resto de pacientes a presentar diagnósticos propios de contextos de guerra, como por ejemplo, depresión, trastornos de ansiedad o duelo.

Aunque casi la mitad de los pacientes (49,2%) atendidos en el proyecto de salud mental habían estado sometidos de manera directa al conflicto, el resto de la población no estaba exenta de presentar problemas psicológicos. Consecuentemente, el conflicto armado colombiano no solamente constituye en sí mismo un factor de riesgo para la salud mental de las personas expuestas, sino que además genera condiciones en las cuales emergen otros factores de riesgo que adicionalmente contribuyen al deterioro de la salud y la calidad de vida de las personas y las comunidades. Los cual estaría claramente interconectado, siendo imposible desligarlo, con la violencia estructural o indirecta y la violencia cultural.

El 56% de los pacientes atendidos por el proyecto de MSF experimentaron una mejoría clínicamente significativa.

En consecuencia, el informe de MSF concluye que es evidente la necesidad de ofertar servicios de salud mental accesibles y apropiados a las condiciones y necesidades presentes, necesidad que no está siendo cubierta por las instituciones públicas en la zona, puesto que este tipo de servicios no sólo ha demostrado su eficacia, sino también su viabilidad y eficiencia.

Fuente:
Médicos Sin Fronteras
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