UN SISTEMA EDUCATIVO CON UNA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD DEFICITARIA – ENTREVISTA A J. PALACIOS, ESPECIALISTA EN PSICOLOGÍA EDUCATIVA

7 Feb 2011

El pasado mes de diciembre de 2010, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dio a conocer los resultados del Informe PISA 2009, que, desde hace diez años, evalúa los conocimientos en lectura, matemáticas y ciencias de los alumnos de 15 años de un total de 65 países. De acuerdo a este último informe, España sigue situándose por debajo de la media de los países que componen la OCDE, lo que cuestiona la efectividad de nuestro sistema educativo. Para analizar el estado de la cuestión en relación con estos resultados, Infocop Online tiene el placer de entrevistar a Jesús Palacios, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla y especialista en desarrollo infantil en los contextos escolar y familiar. 


Jesús Palacios

ENTREVISTA

El pasado mes de diciembre de 2010 se han hecho públicos los resultados del Informe PISA 2009, realizado por la OCDE. Respecto a ediciones anteriores de este informe, ¿en qué se ha avanzado? Por el contrario, ¿se ha retrocedido en algún aspecto?

Los datos muestran, fundamentalmente, estabilidad. Desde que se empezaron estos estudios hace 10 años, la situación española no ha cambiado sustancialmente. Para entendernos, estamos en la zona de aprobado bajo. En el último informe, hemos mejorado un poco en comprensión lectora, pero sólo para recuperar el ligero atraso en el informe anterior. No es correcto interpretar los datos como un gran fracaso de nuestra educación, pero tampoco los pequeños avances pueden ser motivo de especial satisfacción. Un aspecto muy importante en el que los datos españoles se muestran estables es nuestra muy buena posición comparativa en lo que se refiere a la equidad del sistema, es decir, su capacidad para responder de forma no discriminatoria a alumnos y alumnas con muy diversas condiciones (sobre todo, socioeconómicas) de partida.El porcentaje de alumnos repetidores españoles que se presentó a las pruebas realizadas para el Informe PISA fue muy elevado, ¿a qué cree que es debido? ¿Qué factores serían los que explicarían este problema?

Tiene en parte que ver con la metodología del estudio PISA, donde se evalúa a alumnos y alumnas de 15 años, con independencia del curso en que se encuentren. Y tiene que ver también, y sobre todo, con la forma en que entre nosotros se trata el tema de los alumnos con dificultades, a los que el sistema tiene muchas dificultades para sacar adelante. Los datos de PISA muestran, en realidad, que en España tenemos un doble problema, que contribuye mucho a tirar hacia abajo nuestra media: tenemos más alumnado del deseable en la parte baja de rendimiento y menos alumnado que en otros países en la parte más alta de rendimiento. Parecería que los datos indican que el sistema funciona mejor para el alumnado promedio que para el que se encuentra en la parte baja o en la parte alta de capacidades y rendimiento. Diversidad mal atendida, por tanto.

Como especialista en la materia, ¿qué habría que realizarse para mejorar estos resultados? ¿Qué beneficios supondría la incorporación del psicólogo educativo en los centros escolares para el propio alumno, los profesores, las familias y, en definitiva, la calidad de nuestro sistema educativo?

El informe PISA está lleno de datos interesantes. Muestra, por ejemplo, la importancia del contexto familiar (el número de libros en casa guarda una relación significativa con el rendimiento), la importancia del trabajo que se hace en cada centro educativo (las diferencias de rendimiento dentro de un mismo centro son mayores que las que se dan entre unos centros y otros), la relativa importancia de la comunidad autónoma en relación con el rendimiento (en parte en relación con atrasos educativos en el pasado, que implican nivel de estudios familiar más bajo), etc. Son datos, pues, que dan para mucha reflexión y muchas posibilidades de mejora. Destacaría sólo dos aspectos que considero esenciales. El primero acaba de quedar sugerido: es mucho lo que dentro de cada centro se puede hacer para mejorar la educación que en él se imparte y el rendimiento de todo su alumnado. Seguir haciendo lo mismo llevará a los mismos resultados. Por tanto, proyectos sustanciales de cambio y mejora dentro de los centros educativos, con creciente autonomía de gestión y planificación. El segundo tiene que ver con los contenidos y los métodos de la educación. Desde luego que PISA no nos da la vara de medir de la calidad, ni es el oráculo que indica el camino a seguir. Pero las dificultades de nuestro alumnado para comprender textos, particularmente cuando son no lineales (cuadros, gráficos, tablas de doble entrada…) son enormes. Y mientras, esos mismos alumnos y alumnas se pasan horas y horas, años y años, enfrentados a los aspectos estructurales de la lengua, los más alejados de su uso para entender y expresar contenidos. Por tanto, me parece imprescindible replantear qué se enseña y cómo se enseña. Con demasiada frecuencia los grandes cambios educativos sirven para cambiar la estructura del sistema, pero no los contenidos y los métodos de enseñanza. Avanzando en estas direcciones mejoraríamos nuestros resultados en PISA y, lo que es mucho más importante, la calidad de nuestra educación. 

La incorporación de psicólogos educativos a los centros aportaría muchos beneficios sobre todo si ayudara a manejar mejor el problema de la diversidad, que antes he analizado como una de nuestras dificultades. Y que pudiera hacerlo trabajando en la prevención desde muy pronto, pues los problemas que PISA detecta a los 15 años no se han originado el curso anterior. Y que su trabajo formara parte de la imprescindible tarea de diagnosticar áreas de mejora en cada centro y formas de abordar los cambios.

Para finalizar, ¿le gustaría realizar algún comentario más?

Lo que PISA no analiza es mucho más que lo que analiza. Pero si tuviéramos un diagnóstico más completo, creo que el panorama no cambiaría radicalmente respecto a lo que nos dice sobre matemáticas, conocimiento científico y comprensión lectora. Me parece que el tema debería tomarse más en serio por todos los implicados, desde cada centro escolar, a las consejerías de educación autonómicas, hasta el Ministerio de Educación. Hay siempre un cierto barullo alrededor de la publicación de los resultados… y en el informe de dos años después seguimos encontrando los mismos o muy parecidos problemas, porque seguimos haciendo lo mismo que hacíamos porque nada sustancial cambia. Las discusiones políticas son sobre si un año más de bachillerato o menos, sobre la repetición de curso o no, etc. Mientras, en el día a día del aula, los libros de texto siguen imponiendo su ley, su homogeneidad, su frecuente ausencia de sentido educativo, pero facilitando mucho las cosas al profesorado. Si no cambiamos no mejoraremos, eso es seguro. Siendo muchas las cosas que hay que cambiar, hay que asegurarse de no perder uno de nuestros más preciados valores, que es el de la equidad, siempre amenazada por el discurso liberal meritocrático.

Informe PISA 2009.

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