Suzanne Bennett Johnson (presidenta de la American Psychological Association - APA) visitará España durante los días 26, 27 y 28 de abril  con motivo de la celebración del V Congreso Internacional de Psicología Clínica organizado por la Asociación Española de Psicología Conductual (AEPC). Aprovechando la visita de esta personalidad, Gualberto Buela-Casal, como presidente del Comité Organizador del Congreso y presidente de la AEPC, le ha realizado la entrevista que reproducimos a continuación.


Suzanne Bennett 

ENTREVISTA

En primer lugar y en nombre de la Asociación Española de Psicología Conductual deseo agradecerle su participación en el V Congreso Internacional de Psicología Clínica que se celebrará del 26-28 de abril en el incomparable marco del Palacio de la Magdalena de Santander. Es un honor para esta asociación y para los psicólogos españoles contar con la presencia de la presidenta de la APA en España, en este congreso que cuenta ya con cerca de mil participantes de 15 países y que presentarán más de 700 trabajos.

Es un gran honor participar en este importante congreso.

Desde su creación, la APA es considerada la asociación científico/profesional de psicología más importante a nivel mundial, y ello no sólo por el número de afiliados sino también por las importantes contribuciones que ha hecho al desarrollo de la psicología a lo largo de la historia. Usted es la actual presidenta desde el mes de enero, ¿cuáles son sus principales objetivos para su mandato?

La APA tiene un plan estratégico, con tres metas: 1) Maximizar la eficacia organizacional; 2) Expandir el papel de la psicología en el desarrollo de la salud; 3) aumentar el reconocimiento de la psicología como ciencia. Como presidenta de la APA, estoy comprometida con este plan estratégico y elegí mis aspiraciones presidenciales con estas metas estratégicas en mente. Atraer a la próxima generación a la psicología y a la APA es mi primera iniciativa presidencial, y está directamente relacionada con la meta de la APA de maximizar la eficacia organizacional. La ciencia y práctica interdisciplinar es mi segunda iniciativa, y está directamente relacionada con la segunda y tercera metas estratégicas de la APA – expandir el papel de la psicología en el avance de la salud y aumentar el reconocimiento de la psicología como ciencia. La obesidad es mi tercera iniciativa presidencial, y esto también está relacionado con la segunda y tercera estrategia de la APA. Puedes leer más sobre mis iniciativas presidenciales en la web http://www.apa.org/about/governance/president/index.aspx

Recientemente se ha publicado en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology un estudio sobre el índice h (un indicador de la producción científica en artículos y citas) de los presidentes de la APA desde su fundación hasta el 2010. En este artículo se pone de manifiesto que la APA ha tenido épocas en las que la presidencia era ejercida por psicólogos con orientación más profesional y en otras por psicólogos con un perfil más investigador. Usted, sin duda es de estos últimos, pues sus investigaciones han tenido como resultados más de cien artículos en revistas científicas y varios libros, por ello le pregunto si cree que actualmente y en un futuro próximo tendrá un perfil más académico o es algo que no se valora actualmente cuando se votan las opciones de los distintos candidatos.

Tanto la ciencia como la práctica son importantes para la APA y sus miembros. De hecho, la mayoría de psicólogos clínicos en los Estados Unidos también han sido bien formados en la ciencia psicológica. Por su puesto, muchos presidentes de la APA no son clínicos y únicamente realizan investigación. Sin embargo, muchos (como Alan Kazdin) son científicos-profesionales. Los científicos-profesionales ven pacientes y realizan investigaciones sobre la mejor forma de ayudar a esos pacientes. Yo soy una científica-profesional que ha dedicado su carrera a la aplicación de los principios psicológicos para el cuidado de los pacientes que tienen diabetes o otros serios problemas de salud. Así que puedo parecer de primeras una investigadora, pero, de hecho, soy las dos cosas: investigadora y profesional. Aunque los psicólogos que se dedican únicamente a la investigación o a la práctica clínica son aptos para la presidencia de la APA, pienso que existe una ventaja en ser científico y profesional, ya que esta experiencia y destrezas simpatizan con toda la membresía de la APA.

El Colegio de Psicólogos de España es, en cuanto a número de miembros, la segunda asociación más importante de psicólogos, después de la APA, actualmente cuenta con más de 55.000 afiliados ¿no cree que debería haber más vinculaciones entre estas dos sociedades de psicólogos? ¿es algo que tenga previsto durante su mandato?

Me genera mucho entusiasmo el aumentar las colaboraciones entre nuestras dos organizaciones y definitivamente me gustaría perseguir este objetivo como parte de mi presidencia de la APA.

En los últimos años en España hemos tenido una importante discusión acerca de si la psicología es o no una profesión sanitaria. Anteriormente la psicología se consideraba oficialmente en este país como una disciplina del ámbito de las ciencias sociales, lo cual tenía importantes consecuencias en el contexto profesional. Hace unos años, desde la perspectiva académica se considera una ciencia de la salud en la formación universitaria y desde el pasado año en el contexto profesional se considera por Ley una profesión sanitaria. Usted como experta en Psicología de la Salud ¿qué opinión tiene sobre esto?

Ya que la psicología es el estudio de la conducta humana, es una ciencia que debería tener un impacto mayor. Según mi punto de vista, la práctica de la psicología no debería limitarse a problemas de salud mental. La ciencia psicológica es relevante a la promoción de la salud, prevención de la enfermedad, y manejo de la enfermedad cuando ésta ocurre. Restringir los servicios psicológicos a la "salud mental" sólo promueve el dualismo mente-cuerpo y limita injustamente la aplicación de la ciencia psicológica a la salud y bienestar de todos los pacientes.

En este congreso hay una mesa redonda titulada "¿Los psicólogos deberían recetar psicofármacos?", sabemos que ya en algunos estados de USA esto es una realidad, pero ¿cuál es su opinión sobre esto?

Existen 2 Estados (de los 50 en USA) que permiten a los psicólogos recetar fármacos, y esta facultad está limitada a fármacos psicotrópicos. Éste es un asunto controvertido tanto dentro de la comunidad psicológica como la comunidad sanitaria más general; la mayoría de médicos estadounidenses se oponen a darles a los psicólogos la facultad para recetar. La mayoría de los psicólogos se oponen por principios o por no empeorar su relación con sus colegas médicos. Mi propia opinión es que los psicólogos son muy inteligentes y podrían ser entrenados para recetar medicación psicotrópica de una forma segura y eficaz. Sin embargo, esto requiere formación adicional- con sus costes inherentes en tiempo y dinero- que la mayoría de psicólogos estadounidenses no tienen interés por seguir. Para aquellos que quieran seguir este tipo de formación, existen otras vías (profesional de enfermería, asistente de médico) que podrían permitir a los psicólogos ser entrenados para recetar todo tipo de fármacos –y no únicamente los psicotrópicos- en el mismo período de tiempo y sin oposición de la comunidad médica. Seguramente podrían existir países o jurisdicciones alrededor del mundo donde no haya oposición a la formación de psicólogos para recetar fármacos. De hecho, algunos lugares pueden hasta darle la bienvenida a la propuesta. En ese contexto político, tiene sentido apostar por la formación de psicólogos clínicos para la receta de fármacos psicotrópicos como parte de sus herramientas de tratamiento. En aquellos lugares donde la comunidad sanitaria se oponga a este aumento de competencias por parte del psicólogo, la comunidad psicológica necesitará decidir si quiere gastar sus recursos en este asunto.

Otro tema de máxima actualidad es el estado actual del DSM-5 y del CIE-11, tema sobre el que tratan dos conferencias en el congreso. En el ámbito de las clasificaciones diagnósticas de los trastornos psicopatológicos tradicionalmente la APA se ha inclinado por recomendar el uso del DSM, de hecho es el más utilizado por la mayoría de los psicólogos clínicos españoles, sin embargo, actualmente parece que la postura de la APA es más partidaria del uso del CIE, ¿podría comentarnos a qué se debe este cambio en el caso de que realmente sea así?

Como sabrás, el DSM es el producto de la APA psiquiátrica. Aunque muchos de los psicólogos estadounidenses han participando en el desarrollo de algunos aspectos del DSM o de su revisión, la APA psicológica no tiene relación formal con el desarrollo o revisión del DSM. Sin embargo, los programas estadounidenses de formación clínica utilizan el DSM en sus currículos de formación y este precedente histórico ha continuado hasta hoy. Dado que la psiquiatría americana ha sido influyente en el desarrollo del CIE, históricamente había poca diferencia entre el DSM y el CIE. Como resultado, muchos psicólogos estadounidenses no conocían bien el CIE y fueron entrenados con el DSM. Esto está cambiando, por varios motivos. Primero, la expansión de la práctica de la psicología en el contexto más amplio de salud ha resultado en que los psicólogos que trabajan en una clínica se han familiarizado con el CIE- que es usado por el resto de la comunidad médica en Estados Unidos y en el resto del mundo. Segundo, el CIE-11 ha permitido una participación psicológica total en esta revisión. A través de la Unión Internacional de la Ciencia Psicológica, la APA ha sido capaz de apoyar a un psicólogo –Dr. Geoffrey Reed- en su rol de líder para el desarrollo del CIE-11. Como consecuencia, el CIE-11 no será una modificación del DSM-V. Tercero, el gobierno estadounidense ha estipulado que todos los proveedores, incluidos los psicólogos, deben usar el CIE para fines de facturación en los próximos años- aunque se están haciendo esfuerzos por parte de algunos grupos dentro de Estados Unidos para retrasar la fecha exacta de la entrada en vigor de este requisito. Por estas razones, la APA ve esto como una oportunidad ideal para ofrecer formación a psicólogos clínicos en el uso del CIE. El CIE tiene además ventajas adicionales, incluido su desarrollo por parte de la Organización Mundial de la Salud y su distribución gratuita. Por el contrario, el DSM es desarrollado por una única organización de un único país- la APA psiquiátrica- con ánimo de lucro. Personalmente, estoy fuertemente a favor de cambiar nuestra formación y práctica al CIE. Estoy encantada de ver que el Dr. Reed estará en el congreso para discutir este asunto contigo en detalle.