“Vivir con esquizofrenia” – Día Mundial de la Salud Mental

13 Oct 2014

Como cada año, el 10 de octubre, se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, un evento con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende alertar sobre los desafíos y necesidades que plantea esta área de la salud, tan olvidada. El lema elegido para este año 2014 es “Vivir con Esquizofrenia”, que pretende concienciar de las dificultades cotidianas que experimentan estos pacientes, pero además, incluye a la familia, amigos y al resto de la comunidad, como integrantes del problema que supone vivir con este trastorno.

Con motivo de este día, la Federación Mundial de la Salud Mental (World Federation for Mental Health – WFMH) ha publicado el informe “Living with Schizophrenia” (Vivir con Esquizofrenia) en el que dedican 40 páginas a la situación actual de las personas con esquizofrenia y sus familias, los tratamientos más adecuados, su recuperación y las posibles actuaciones futuras a llevar a cabo con el fin de mejorar los problemas  que implica vivir con esquizofrenia, como es el aislamiento social o el estigma asociado a este trastorno.

Se estima que unos 26 millones de personas viven con esquizofrenia a nivel mundial. Estas personas mueren entre 15 y 20 años antes que la población general, y tienen más probabilidades de quedarse sin hogar. Según la OMS, es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial. Por este motivo, es necesario llevar a cabo tratamientos eficaces para que estas personas puedan llevar una vida cotidiana normalizada, y disminuir el riesgo de recaídas e ingresos.

A este respecto, el informe dedica un capítulo a las intervenciones psicológicas en la esquizofrenia, fundamentales en la intervención con estos pacientes y sus familias. La WFMH, presenta 4 mensajes clave en este documento:

  • Los tratamientos psicológicos son imprescindibles para ayudar a las personas con un diagnóstico de esquizofrenia y sus familias.
  • La terapia cognitivo-conductual es eficaz para el tratamiento de este trastorno.
  • Las familias son a menudo las principales cuidadoras de las personas con esquizofrenia.
  • La psicoeducación familiar (o intervención familiar) es eficaz en el tratamiento de la esquizofrenia; entre otras cosas, ayuda a disminuir el aislamiento social y la estigmatización.

En el informe, se describe el tratamiento psicológico como el trabajo de las creencias irracionales, las experiencias perceptivas extrañas y los síntomas disociativos. En concreto, existe gran evidencia científica de que la terapia congnitivo-conductual es eficaz para esta población. Las investigaciones muestran que entre el  50 y el 70% de las personas que reciben este tipo de terapia mejoran.

Según el documento, el tratamiento cognitivo conductual para personas con esquizofrenia debe consistir en, al menos 16 sesiones, durante 6-12 meses, y debe centrarse en los problemas que el propio paciente identifica como importantes (como por ejemplo, la ansiedad, el bajo estado de ánimo, la inactividad, los problemas de sueño, hacer frente a las voces, el manejo de las preocupaciones paranoides o la gestión de las tensiones que conducen a la recaída). Esta terapia se basa en la suposición de que las propias experiencias de la persona deben ser tomadas en serio, ya que de esta forma se les puede ayudar a tener el control de sus pensamientos y comportamientos.

La WFMH también da mucha importancia a la familia como parte implicada en el problema de “Vivir con Esquizofrenia”, tanto como posibles damnificados de los efectos del trastorno, como parte fundamental en la recuperación de estos pacientes.

Es sabido que el papel del cuidador, mantenido a largo plazo, puede producir un agotamiento emocional, ya suele ir acompañado de muchas cargas. Por este motivo el informe recuerda que los familiares necesitan apoyo psicológico para hacer frente al estrés asociado con la esquizofrenia y para ayudar mejor a su familiar. Esto es de gran importancia, ya que, según las investigaciones, el bienestar y el resultado clínico de una persona con esquizofrenia, puede verse perjudicado o beneficiado significativamente por los comportamientos de los miembros de la familia.

La psicoeducación familiar, también llamada intervención familiar, ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la esquizofrenia, ya que ayuda a reducir las recaídas y los ingresos hospitalarios de los propios pacientes. Esta intervención, consiste en una serie de programas destinados a proporcionar información sobre la enfermedad, administración de medicamentos y planificación del tratamiento a los miembros de la familia. Estos programas suponen que 1) las acciones de los miembros de la familia influyen en la persona para hacer frente a la enfermedad y su tratamiento y 2) los miembros de la familia necesitan información y apoyo para el cuidado de un familiar con una enfermedad mental grave. Esta intervención suele hacerse de forma grupal, ya que de esta forma, además, se ayuda a las familias a disminuir el aislamiento social y la estigmatización.

Finalmente, la WFMH incide en que aunque la investigación da unas líneas generales, los tratamientos psicológicos siempre deben adaptarse a cada familia y paciente, con sus circunstancias y cultura.

Vemos que en los últimos años ha habido una evolución positiva en el tratamiento de esta enfermedad. El uso de tratamientos empíricamente avalados, junto con un cambio de actitud en la sociedad sobre la enfermedad mental, han dado lugar a importantes cambios, que han permitido que “vivir con esquizofrenia” sea sinónimo de llevar una vida cotidiana más normal.

Se puede consultar el documento completo en el siguiente enlace:

“Living with Schizophrenia”

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