Propuestas para la mejora de la calidad del Sistema Educativo-Conclusiones del XII Desayuno de Infocop

17 Dic 2015

El pasado día 20 de noviembre, la sede del Consejo General de la Psicología (COP) acogió el XII Desayuno de Infocop, un evento que sirvió como punto de encuentro para que representantes de diferentes partidos políticos y asociaciones de nuestro país, junto con expertos en el ámbito académico y profesional de la educación y la Psicología Educativa, debatieran en un ambiente distendido y de diálogo, sobre la mejora del Sistema Educativo, la Orientación y la Psicología Educativa en España.

Esta nueva edición del Desayuno de Infocop, contó con la coordinadora de la División de Psicología Educativa del COP, Dña. Pilar Calvo Pascual –quien actuó de moderadora-, Juan Fernández Sánchez, presidente de la Asociación Científica de Psicología y Educación-ACIPE, Hipólito Puente Carracedo, experto en Psicología Educativa y vocal de la División de Psicología Educativa del COP, Alberto Arriazu Agramonte, presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos-FEDADI, José Moya Otero, coordinador del programa de Educación del PSOE, María Teresa de la Iglesia Vicente, portavoz de Educación de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid y Mª Teresa Pina Ledesma, miembro del área federal de Educación de Izquierda Unida.

La responsable de Educación del Consejo Ciudadano estatal de Podemos, Sandra Mínguez Corral, que había aceptado la invitación a esta jornada, excusó su asistencia por motivos personales de última hora. Tampoco asistió al Desayuno la portavoz adjunta de Educación del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien, si bien en un primer momento confirmó su participación en el mismo, a día de hoy desconocemos los motivos por los que finalmente no concurrió a este encuentro.

Durante aproximadamente dos horas y media, se debatió en un ambiente relajado y cordial la realidad actual del Sistema Educativo Español, analizando la situación y planteando una serie de propuestas orientadas a la mejora de su calidad. De forma más específica, se abordó también la situación de la Orientación y el rol esencial de la Psicología Educativa en este ámbito.

Asistentes al XII Desayuno de Infocop

Como punto de partida, se pusieron sobre la mesa de debate algunos datos que dejan entrever cómo nuestro Sistema Educativo es susceptible de mejora. Estos datos son los que se desprenden de dos conocidos indicadores: la Oficina Europea de Estadística, EUROSTAT, que alerta de un incremento en la tasa media de abandono escolar en nuestro país -llegando a duplicar la de la Unión Europea-, y especifica que un 22% de los jóvenes no terminan la Educación Secundaria Obligatoria, y el informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) cuyos últimos resultados sitúan el rendimiento educativo en España en matemáticas, lectura y ciencias por debajo de la media de los países de la OCDE.

A lo largo del Desayuno, los diferentes participantes alinearon posturas y abogaron por la necesidad de establecer un Pacto por la educación, fomentando la cooperación entre todas las instituciones implicadas y fijando de forma conjunta objetivos y soluciones comunes.

Entre las diferentes cuestiones que surgieron en torno al debate se hizo hincapié en la necesidad de equilibrar las ratios profesores/alumnos, disminuyendo las ratios de alumnado por clase, lo que se traduciría en una atención más personalizada y de mejor calidad. Asimismo, hubo convergencia de opiniones en torno a la reforma de los actuales marcos curriculares y se planteó rediseñar nuevamente los mismos, adaptándolos de un modo coherente a las características de los alumnos y orientándolos al aprendizaje de competencias que les son propias de acuerdo con el nivel correspondiente.

En el transcurso de la jornada, los asistentes abordaron en profundidad el tema del abandono escolar temprano y su posible reducción, un ambicioso proyecto para el cual se esbozó una serie de recomendaciones, entre ellas, la universalización de la educación desde los 0 hasta los 18 años. En este aspecto, coincidieron en resaltar la trascendencia de la intervención temprana y la prevención desde la Educación Infantil.

Todos los participantes concordaron también en señalar las ventajas de contar en los centros educativos con equipos multiprofesionales, donde cada miembro pueda aportar su propia experiencia de acuerdo con su formación, reconociendo aquí de forma unánime el rol fundamental del psicólogo educativo para dar una respuesta eficaz a las demandas y las necesidades de índole psicológica que pueden surgir en el ámbito escolar.

A este respecto, valoraron muy positivamente la creación de una especialidad de orientación educativa psicológica, así como la propuesta de un máster en Psicología de la Educación con competencias en orientación educativa y de acceso reservado a titulados en Psicología. A su vez, se insistió en la mejora de la capacitación profesional de los docentes y el fomento de la capacidad de autonomía de los centros educativos.

En sintonía con lo anterior, se planteó sobre la mesa de debate la posibilidad de implantar un MIR Educativo, similar al que ya existe en el ámbito sanitario, una idea que cada vez parece estar más arraigada entre las propuestas de los diferentes representantes políticos.

Ante los retos actuales de nuestro Sistema Educativo, todos los presentes propugnaron la importancia de tener en consideración la realidad de las diferentes Comunidades Autónomas, analizando la variabilidad de puntuaciones en las evaluaciones de rendimiento internacionales, de cara a averiguar el núcleo del éxito en los buenos resultados que recogen algunas de ellas, y así poder determinar qué estrategias pueden implementarse en pro de una mejora de la calidad del Sistema.

A continuación, se ofrecen las principales aportaciones de los invitados en este provechoso encuentro, tras las cuestiones planteadas por la moderadora del debate, Dña. Pilar Calvo Pascual.

Dña. Pilar Calvo Pascual, coordinadora de la División de Psicología Educativa del COP

Dña. Pilar Calvo inauguró el Desayuno agradeciendo su asistencia a todos los participantes y expresando su convicción de poder extraer conclusiones fructuosas del mismo, alcanzando así acuerdos comunes orientados a la mejora del Sistema Educativo.

A este respecto, se congratuló por la profusión de experiencias aportadas por cada uno de los asistentes, todas ellas derivadas de su práctica directa en educación y desde distintos ámbitos, que pueden conformar un completo caleidoscopio de opiniones emitidas bajo diferentes puntos de vista.

A modo personal, la coordinadora de la División de Psicología argumentó su presencia en este encuentro, no sólo por su mera pertenencia a dicha División, sino impelida por “la pasión de contribuir de un modo positivo, especialmente en la solución de las problemáticas que conciernen a los muchachos y las muchachas, tanto a nivel preventivo como de intervención, dando respuestas adecuadas al momento en el que se encuentran”.

Dña. Pilar Calvo Pascual

Como moderadora, Dña. Pilar Calvo sentó las bases del encuentro aludiendo al título de este XII Desayuno: “la mejora del Sistema Educativo, y, específicamente, la orientación y la presencia de la Psicología Educativa en este ámbito”, recordando a los presentes que: “los retos actuales son diferentes a los que teníamos hace una década y que, precisamente el sistema educativo necesita que respondamos a los desafíos de este siglo XXI”.

A continuación, siguiendo la misma línea secuencial de este título, estructuró el debate en dos momentos diferenciados:

Una primera parte, orientada al “diagnóstico” del sistema educativo y ulterior planteamiento de propuestas y recomendaciones dirigidas a su mejora, cuya eficacia, especificó, vendrá dada por “la medida en que pueden dar respuesta a las necesidades actuales de los diferentes miembros de la comunidad educativa”.

Para facilitar la afluencia de propuestas, formuló una amplia variedad de preguntas vertebradoras, tales como: “¿Qué necesidades tienen actualmente los niños y jóvenes en nuestro Sistema Educativo? ¿Podemos detener el abandono escolar temprano? ¿A qué se debe? ¿Obedece únicamente a causas cognitivas, o ese nivel elevado de un 22% está indicando que hay otras causas de índole personal, emocional, social que lo sustentan? ¿Es posible prevenir los problemas que llevan a esta situación? ¿Desde dónde hacerlo y en qué momento? ¿Cómo intervenir cuando estos chicos y chicas padecen un sufrimiento emocional profundo? ¿Debemos derivarlos exclusivamente a un servicio externo o podemos responder dentro del ámbito educativo, porque es el medio en el que se encuentran y es posible detectar antes? ¿Se está trabajando en la dirección adecuada para hacerlos competentes frente a la realidad social que se van a encontrar?”

Un segundo momento del Desayuno se dedicó al análisis de la importancia de la Orientación en los centros educativos, y, concretamente, del papel esencial que puede jugar aquí la Psicología Educativa.

En este punto, Dña. Pilar Calvo insistió en la multiplicidad de demandas del alumnado ante las que se pueden encontrar los equipos de orientación, tales como problemas emocionales, trastornos del aprendizaje, conductas disruptivas, violencia escolar, etc., y que pueden repercutir directamente sobre el bienestar del profesorado: “los profesores están saturados con un estrés elevado, que tal vez podría mitigarse con un buen apoyo y una buena información para responder adecuadamente”.

Con este breve bosquejo de la realidad educativa actual, apeló a los distintos participantes a que valoraran las bondades de contar con la intervención especializada de un equipo multiprofesional dentro de los departamentos de orientación, donde los profesionales que lo conforman tengan distintos cometidos, y, en función de las necesidades que surjan, “puedan intervenir de acuerdo con su formación teórico-práctica, mejorando así la calidad y la eficacia de cada una de estas intervenciones”. La coordinadora de la División Educativa del COP resaltó aquí la relevancia del diagnóstico y la intervención temprana: “debemos poner en valor la riqueza del Sistema Educativo así como la capacidad de responder (…) El poder intervenir precozmente contribuye a prevenir muchos de los problemas desde su inicio, evitando así un posterior coste personal y/o económico”.

Asimismo, apuntó que la naturaleza de las demandas surgidas dentro del contexto escolar pone de relieve cómo la mayoría de ellas precisa de la intervención específica de un psicólogo educativo, e instó a todos los participantes a valorar la solución que propone a este respecto el COP, al plantear la posibilidad de crear una nueva especialidad denominada “Orientación Educativa Psicológica”, sin detrimento de otros profesionales, reservada a aquellos licenciados o graduados en Psicología, con el título del Máster Oficial en Psicología de la Educación, y cuyas funciones específicas sean: “realizar evaluaciones, diagnósticos, informes e intervenciones psicológicas necesarias para la atención al  alumnado que presente cualquier problema de índole cognitiva, emocional, conductual, social, en cualquier etapa,  así como asesorar a las familias, al profesorado y a los agentes externos que estén interviniendo en casos específicos. Todo ello con el propósito de que las distintas tareas que conlleva la orientación educativa estén realizadas por profesionales de acuerdo a su formación y competencia”.

En esta misma línea, recordó las condiciones actuales de los psicólogos educativos, que están obligados a realizar el Máster en Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas, “que no les aporta nada”, pese a estar en posesión de un Máster en Psicología Educativa. Ante esta arbitraria situación, exhortó a los asistentes a reflexionar sobre los beneficios de contar “por justicia” con una oposición para estos profesionales.

Dña. Pilar Calvo finalizó su intervención invitando a todos los participantes a expresar su opinión y desarrollar sus propias propuestas acerca de las diversas cuestiones esbozadas a lo largo de su discurso introductorio.

D. Juan Fernández Sánchez, presidente de la Asociación Científica de Psicología y Educación-ACIPE

D. Juan Fdez Sánchez

D. Juan Fernández quiso comenzar su intervención haciendo alusión a tres Premios Nobel: James Heckman (Nobel de economía en el año 2000), Eric Stark Maskin (Nobel de economía en 2007) y Mario Vargas Llosa (Nobel de literatura en 2010).

Tal y como relató, los dos primeros –ambos economistas y profesores estadounidenses-, defienden que “una de las mejores inversiones que una sociedad puede hacer es en la educación previa a la escolarización obligatoria”. Vargas Llosa, por su parte, describía, en uno de sus artículos, a un colegio situado en un barrio del sur de Estocolmo, considerándolo como el espejo de lo que debería ser la sociedad humana y resaltando las reformas implementadas por el director y por los dos psicólogos educativos del centro, por su significativa influencia en la calidad educativa del mismo.

Según expresó el presidente de ACIPE, la relevancia de estas citas radica en la idea que los tres propugnan en relación con un sistema educativo de calidad, que concuerda plenamente con la “demanda que realizamos los psicólogos educativos”.

Ante esto, se mostró tajante: “Si queremos tener los resultados de los países nórdicos, tenemos que hacer algo semejante a lo que hacen en esos países”.

A modo de ejemplo, apeló a un informe elaborado por la Asociación Nacional de Psicólogos Educativos de EE.UU. (National Association of School Psychologists, NASP), donde se destacaban los beneficios de incorporar psicólogos educativos en los centros escolares al posibilitar el avance en la individualización de los procesos de aprendizaje, en la creación de climas escolares positivos y entornos seguros y sin violencia, y en la mejora de la relación y del trabajo conjunto entre la familia y la escuela. Además, la mejora del bienestar emocional y la ayuda al alumnado en los procesos de aprendizaje, incrementaron el rendimiento escolar, a la luz de multitud de ejemplos específicos de intervenciones eficientes, avaladas científicamente.

Sin embargo, puntualizó, no es necesario ir tan lejos para comprobar la necesidad de un cambio en nuestro Sistema Educativo. En Europa, la introducción del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) «ha dejado descolgada a España con respecto a otros países europeos».

De hecho, aunque en el nuevo marco creado por el EES, la cualificación profesional del psicólogo educativo establece la necesidad de contar con un máster específico, en nuestro país se da una situación “singular”: para que el psicólogo educativo pueda trabajar como tal, “tiene que venir enmascarado”, dado que precisa realizar un máster en formación del profesorado, a pesar de contar con un máster específico en Psicología de la Educación en la línea de lo que se pide desde la EEES, y que ya por sí solo le capacitaría o habilitaría para poder trabajar dentro de los contextos formales educativos.

D. Juan Fernández deploró que en estos tiempos se dé esta condición que, según mostró, ha despertado el escepticismo de la OCDE al no suceder ningún otro país.

Ante esto, trazó dos propuestas fundamentales: una “muy elemental” sería que, ante la imposibilidad de realizar un cambio legislativo abrupto, exista una doble vía para que aquellos que quieran cursar un máster en Psicología de la Educación puedan acceder directamente a las oposiciones de Secundaria, como ocurre con los que cursan la especialidad de Orientación Educativa dentro del Máster de Formación del Profesorado.

La otra sugerencia es que “si hay unas necesidades psicológicas sentidas y expresadas, y lo han tenido que poner de manifiesto premios Nobel de economía (¡no psicólogos!), entonces que sean psicólogos educativos los que puedan satisfacerlas”.

Centrándose nuevamente en la mejora del Sistema Educativo, el presidente de ACIPE apeló a los resultados del informe PISA, encauzando la atención en la variabilidad de puntuaciones entre las distintas Comunidades Autónomas y en la necesidad de tomar como ejemplo a aquellas comunidades cuyas evaluaciones se sitúan por encima de la media europea, analizando las medidas que se han ido implantando en cada una de ellas para alcanzar tan buenos resultados.

Pese al panorama actual, D. Juan Fernández se mostró optimista (“creo que podemos mejorar”), e interpeló a los representantes de los diferentes partidos políticos a que impulsen las reformas educativas pertinentes, sin atender a cuestiones ideológicas y partidistas, alcanzando entre todos un Pacto por la Educación, que se sustente sobre una base científica: “Estamos en una sociedad no exclusivamente de la enseñanza, sino esencialmente del aprendizaje, por lo que tenemos que estar coordinados los políticos, los académicos, los profesionales y los representantes de los centros y de los padres, a fin de poder ofrecer servicios de enseñanza y aprendizaje de calidad”.

D. Alberto Arriazu Agramonte, presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos-FEDADI

El presidente de FEDADI comenzó su intervención manifestando su interés por la mejora de la educación, un hecho que dejó patente al simultanear su presencia en este desayuno con su asistencia a otro Congreso donde también se debatían las Necesidades del Sistema Educativo Español.

Como director de un instituto de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato (IES Navarro Villoslada), explicó el estado actual de los centros públicos y el estrés que suscita en los directivos de estos centros el no poder cambiar la situación presente y actuar de forma más autónoma.

Partiendo del “paradigma de lo importante y lo urgente”, puso en evidencia la impotencia de los equipos directivos al tener que trabajar desde lo urgente, “resolviendo constantemente problemas que no inciden en la realidad de los alumnos”.

Bajo su punto de vista, la solución implica reorientar el foco de atención hacia el aprendizaje de los alumnos. Para que esta realidad sea posible, señaló la necesidad de un Pacto social por la educación entre todos los políticos, que confiera cierta estabilidad y permita “a los centros educativos trabajar en lo importante, no en lo urgente”.

D. Alberto Arriazu

Para D. Alberto Arriazu, la mejora del Sistema Educativo pasa necesariamente por una mejora en los centros. Esta labor implica impulsar la formación inicial y continua del profesorado -que se reflejaría en un cambio en la metodología del aula-, así como una reforma en el planteamiento de los currículums, convirtiendo “una serie de áreas y materias inconexas entre sí” en un proyecto curricular que enseñe unas competencias más adaptadas al alumno y a sus capacidades.

Reiterando que el agente fundamental del proceso educativo es el alumno, abogó por la autonomía de los centros: “que las administraciones nos permitan tener nuestros propios proyectos, nuestra propia formación, y no únicamente obligaciones y tareas burocráticas”.

En relación con las tasas de abandono escolar en España, indicó como factor relevante que influye en el fracaso y abandono escolar, la falta de expectativas escolares. A su juicio, esta situación podría mitigarse si los centros pudieran decidir y actuar en consecuencia: ofreciéndoles a un nivel emocional “algo más que las clases”, “generando experiencias altamente motivadoras (por ej., teatro, deporte, música, etc.), en la misma línea que ya se está haciendo en Finlandia, donde son los centros y los propios profesores quienes deciden cómo y qué tienen que estudiar sus alumnos.

Un paso fundamental para potenciar la capacidad de gestión de los centros es la posibilidad de contar con unos recursos: “El centro tiene que tener la autonomía suficiente para elaborar un proyecto, establecer qué resultados quiere obtener, y, posteriormente, las ayudas que obtenga se destinarán a cumplir estos objetivos”. Sin embargo, para poder aprovecharlos de forma adecuada, es clave la potenciación de la profesionalidad del equipo directivo (“La diferencia entre un centro y otro es el equipo directivo, cohesionado, formado, con un proyecto claro, que es capaz de liderar a un grupo de profesores hacia un objetivo común”). En este sentido, no es tanto la cantidad de recursos, sino que los centros tengan claro para qué se destinan y qué resultados quieren obtener.

D. Alberto Arriazu abogó por la capacitación profesional de todos los miembros del equipo docente y mostró su acuerdo con la presencia de un equipo multidisciplinar especializado, valorando positivamente la creación de una especialidad de Psicología como “un recurso de apoyo y orientación al profesorado”, aunque insistiendo en que debe ser el equipo docente “el que tiene que trabajar la mayor parte de las cosas”.

D. Hipólito Puente Carracedo, experto en Psicología Educativa y vocal de la División de Psicología Educativa del COP

D. Hipólito Puente

Por su parte, D. Hipólito Puente Carracedo, siguiendo la misma línea que los dos participantes anteriores –“si bien matizando algunas cuestiones”-, señaló dos aspectos imprescindibles para la mejora del Sistema Educativo: el apoyo al profesorado y la intervención temprana desde la Educación Infantil: “El mejor profesorado debería estar en educación infantil, pues ellos van a ser los pilares del sistema educativo”.

Su argumentación se fundamenta en su vasto conocimiento teórico-conceptual (actualmente es profesor de Psicología del desarrollo y del aprendizaje en la Universidad de Vigo), así como en su amplia experiencia como Psicólogo dentro de un Equipo de Orientación Escolar.

Para justificar su razonamiento inicial, el representante de la División de Psicología Educativa del COP comenzó su intervención aportando un ejemplo basado en una serie de casos observados durante la época en que llevó a cabo labores de apoyo en Educación Infantil.

Según refirió, en un aula de segundo ciclo de educación infantil con 25 alumnos había niños que presentaban algunos problemas de conducta (desobediencia, inatención, etc.), ante los cuales el profesor se sentía desbordado y solicitaba su apoyo.

Tras hablar con los padres, se observaba un cierto factor de sobreprotección en la base de la inmadurez emocional y la falta de autonomía de estos niños. Seguidamente se actuaba en consecuencia, orientando a la familia y ofreciéndoles pautas. Mediante esta intervención, se incidía positivamente en la mejora de la situación.

La otra cara de la moneda se daba en situaciones en las que, por falta de profesionales adecuados, no se llevaba a cabo ningún tipo de intervención, por lo que se incrementaban las dificultades de los niños y se acumulaban a medida que iban pasando de curso. En algunos de estos casos, a pesar de tener buenas capacidades cognitivas no alcanzaban los objetivos curriculares. Tal y como indicó, “este alumnado inicia la Educación Primaria sin la suficiente madurez para hacer frente a las exigencias de la nueva etapa y se van incrementando las diferencias competenciales en todos los terrenos, con relación al resto de sus compañeros. Por ejemplo, un buen indicador son las dificultades en el aprendizaje de la lecto-escritura, que no se deben a dificultades cognitivas, sino, en muchos casos, al hecho de que sus necesidades emocionales están sin cubrir. Consecuentemente, muchos de estos alumnos llegan a Secundaria después de repetir en Primaria, con materias pendientes y muy desmotivados, convirtiéndose en casi objetores del Sistema”.

En palabras de D. Hipólito Puente, “entre el 20-30% llegan al instituto con déficits de aprendizaje, pero lo peor no es este déficit, sino la falta de motivación (…) su autoestima académica viene rasgada por todos estos acontecimientos anteriores”. Desde su experiencia como psicólogo, afirmó que las dificultades detectadas con mayor frecuencia son de tipo emocional: problemas de ansiedad (“algunos con rasgos depresivos”), una sensación de inseguridad que les impide tomar decisiones, sentimientos de inferioridad, falta de autoestima, sensación de incapacidad para asumir los retos, etc.

A su modo de ver, el proceso secuencial anterior podría elucidar el origen del fracaso y posterior abandono escolar: “En Secundaria llegamos con este panorama, a los alumnos se les hacen adaptaciones curriculares, y a los 15 años quieren marcharse del sistema porque no tienen ningún incentivo, no hay nada que les motive. Les estamos ofreciendo cosas que no conectan con ellos, y la metodología que se está utilizando es del siglo XIX”.

Para el representante de la División de Psicología Educativa, la solución para evitar este tipo de situaciones es clara: el sistema educativo y las políticas educativas deberían implementar acciones orientadas a impulsar la presencia de profesionales especializados que puedan detectar los problemas en el segundo ciclo de educación infantil (y, si es posible, desde el primer ciclo), e intervenir para prevenir dificultades posteriores.

A este respecto, defendió la presencia de los equipos multiprofesionales en los centros y, concretamente, la del psicólogo educativo. Basándose en el conocimiento de las necesidades expresadas por las familias, declaró que “la figura del psicólogo educativo especializado, hoy en día, con la problemática que existe, es la que más me están demandando”.

La labor del psicólogo se extendería también al apoyo y orientación del profesorado, para que “sean capaces de detectar, no de solucionar, cuando hay un problema y sepan derivarlo, llevando a cabo una intervención conjunta”.

No obstante, recalcó que estas funciones requieren de unas competencias que no vendrían dadas con el máster de Secundaria, el cual, según su opinión como miembro docente del mismo “no forma para ejercer como psicólogo educativo en absoluto”.

D. Hipólito Puente concluyó recordando que antes de establecer cualquier recomendación, es imprescindible tener en cuenta que cada país obedece a una serie de valores y circunstancias diferentes, y las dificultades que se dan en el ámbito de la educación responden a necesidades distintas en cada uno de ellos, por lo que la comparación no puede ser exactamente igual: “hay que analizar la realidad de cada país para determinar las circunstancias concretas de cada uno, y creo que el nuestro no coincide con otros, las circunstancias en Finlandia, por ejemplo, sociales y educativas no tienen nada que ver con las nuestras”

Dña. Mª Teresa Pina Ledesma, miembro de la Permanente Federal de Educación de Izquierda Unida

Mediante una breve exposición preliminar, Mª Teresa Pina explicó su dilatada trayectoria en el ámbito de la educación, que abarca desde la enseñanza a niños de Educación Infantil y la docencia en organizaciones vinculadas con la formación del profesorado, hasta el impulso del movimiento educativo a través de las asociaciones de madres y padres, siendo sobre la base de estas que fue elegida presidenta de la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos). Asimismo, perteneció al Consejo Escolar de Madrid y al Consejo Escolar del Estado.

Tal y como señaló, en la actualidad es miembro de la Permanente Federal de Educación de Izquierda Unida, una posición que le permite “continuar ligada a los temas educativos en cierta medida”.

De entrada, Dña. Mª Teresa Pina manifestó un acuerdo total con la visión de Alberto Arriazu sobre la situación actual de nuestro sistema educativo, así como con sus propuestas de cara a solventarla. Como experta en el tema, destacó el papel fundamental de la Educación Infantil como base de todo el proceso educativo, dado que es en esta etapa donde se sientan los cimientos del desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y niñas.

Dña. María Teresa Pina

En cuanto a la metodología docente en Infantil, quiso hacer especial hincapié en la asamblea, un momento de encuentro en el aula donde los niños se reúnen en torno al tutor o la tutora con el propósito de hablar sobre un tema determinado o para resolver algún conflicto, fomentando así la comunicación y la socialización entre iguales y entre adultos e iguales.

A este respecto, la concejala de Izquierda Unida destacó el cambio abrupto que se produce en el currículo del primer ciclo de Educación Primaria, expresando su desconcierto ante el hecho de que un recurso tan importante por su labor socializadora -concebido en Infantil como el motor primordial del aula-, desaparezca en Primaria, donde los niños “se convierten en sujetos en los que se depositan los conocimientos, en saquitos receptivos”.

Dña. María Teresa Pina señaló la necesidad de fomentar la socialización en todas las etapas del ciclo educativo, tanto desde núcleo familiar y social (“permitiendo que se extienda más allá del centro”), como dentro del aula. En este contexto, censuró el planteamiento actual de las tutorías, una labor que se ve dificultada, entre otros factores, por las ratios de alumnos por profesor: “Es cierto que con 35 alumnos es difícil hacer una labor de tutoría, entonces habría que plantearse qué ratios estamos teniendo (…) La ratio es fundamental para muchísimas cosas y para la labor socializadora también. Tú puedes interactuar con los alumnos cuando tienes un número que te permite saber quién es cada uno”.

Asimismo, calificó de “auténtica locura” los currículums de Educación Primaria y, concretamente, las competencias que se exigen a los niños que cursan esta etapa, las cuales resultan incongruentes con las capacidades correspondientes al momento evolutivo del desarrollo en que se encuentran. En ese sentido, aseveró: “tenemos que ponernos de acuerdo en qué es lo básico y lo fundamental para que forme parte del currículum”.

En cuanto a la asignación de materias, expresó su desaprobación ante el abuso que se da hoy en día con la impartición de asignaturas afines, un hecho debido en su mayor parte, a “los recortes en recursos, que ha provocado que el mismo profesor imparta diferentes asignaturas”.

Por otro lado, la concejala de izquierda Unida recordó que, bajo su experiencia, en el aula pueden darse una serie de problemáticas (trastornos de alimentación, problemas familiares, dificultades emocionales, etc.) que afectan tanto al alumnado como a la labor del docente, que, en determinadas circunstancias no posee ni los conocimientos ni las competencias necesarias para solventar muchos de estos problemas.

Ante este panorama, resaltó la necesidad de poder contar con un equipo multiprofesional dentro de los departamentos de orientación, donde cada miembro tenga sus propias funciones, y que intervenga en todas las etapas educativas, desde el primer nivel de educación inicial. Sin embargo, dado el amplio abanico de situaciones que pueden darse, apeló a la cautela a la hora de decidir los profesionales que deberían integrarlo: “no me atrevería a decir qué perfiles debería haber dentro de un equipo (…) Como ejemplo, en un centro hay un elevado porcentaje de casos de niñas que han desarrollado problemas de alimentación, a lo mejor en ese equipo podría haber también un nutricionista que les enseñara a comer bien”.

En línea con su exposición, su propuesta apunta a dos pilares básicos: la formación del profesorado y la intervención en Educación Infantil, matizando que “los equipos tienen que ayudar al conjunto” e insistiendo en que “el derecho a la educación no es reivindicable porque lo tenemos todos, debemos empezar a reivindicar el derecho al aprendizaje”.

Con respecto a la recomendación del COP sobre la creación de una especialidad de Orientación Educativa Psicológica, Dña. María Teresa Pina mostró una valoración positiva hacia la misma -si bien matizó en que “le daría unas cuantas vueltas al Máster de Educación”-, y analizó las ventajas de contar con un MIR Educativo, teniendo siempre en cuenta al considerar su posible implantación, “qué perfiles pueden entrar dentro del sistema educativo y analizando cuáles podrían entrar por oposición”.

Dña. María Teresa de la Iglesia Vicente, portavoz de Educación de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid

D. María Teresa de la Iglesia

Por su parte, la portavoz de Educación de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid expresó su aquiescencia total con las intervenciones anteriores -que evidencian las diferentes situaciones y problemáticas que se dan actualmente dentro del contexto educativo-, admitiendo sentirse identificada con las mismas. Precisamente, especificó, “mi vínculo con la política nace de la pretensión de poder aportar al mundo político la visión real del sistema educativo” derivada de su amplia experiencia teórico-práctica (como profesora de Educación Secundaria –especialidad Economía- y como Inspectora de Educación en su momento).

Teniendo en cuenta el panorama planteado, Dña. María Teresa de la Iglesia puso el énfasis en “cómo queremos afrontar las soluciones”, proponiendo como remedio principal la consecución de un Pacto Nacional por la Educación y rompiendo así con la tendencia que hasta ahora había caracterizado cada cambio de legislatura: la implementación de una nueva reforma en el Sistema Educativo.

Partiendo de la noción conjunta de lo que se considera un buen Sistema Educativo (“aquel que fomenta la calidad y la igualdad de oportunidades, y que compatibiliza ambos principios”), esbozó los fundamentos de su propuesta general para alcanzar los objetivos establecidos en materia educativa.

De acuerdo con su argumentación, un Pacto de esta naturaleza implica un necesario diálogo entre todos los partidos políticos, así como un ajuste que establezca las bases sobre una serie de elementos primordiales. A tenor de su propuesta, los cimientos sobre los que deben asentarse estas bases se sustentan en un buen sistema de selección del profesorado, garantizando “las funciones que debe tener un profesor del siglo XXI”.

A este respecto, reprobó los actuales sistemas de selección del profesorado y propuso ser más precisos en el acceso a los mismos, de cara a garantizar que estos profesionales cuenten con una sólida formación académica en sus materias y dispongan de una capacidad de comunicación y una formación pedagógica suficiente para trabajar con los alumnos recursos de aprendizaje social y emocional, considerando esto último como un aspecto clave en el programa de Ciudadanos: “Educar la mente no está reñido con educar el corazón; gran parte del fracaso se produce por una falta de gestión de las emociones”.

En este punto, destacó la necesidad de un MIR Educativo, “una formación específica para el profesorado que se va a enfrentar a una realidad determinada”. Para Dña. María Teresa de la Iglesia, esta oposición se concibe como el equivalente al MIR en Medicina, y tendría en consideración tanto el desarrollo de los criterios académicos como la adquisición de competencias clave para el desempeño de la labor de docente dentro de un contexto real.

Asimismo, en palabras de la portavoz de Educación de Ciudadanos, el Pacto por la educación debería tener en cuenta el reconocimiento del profesorado, “ya que sus niveles de motivación son  bajos: no se sienten reconocidos, los maltratamos con reformas y con falta de formación”. Por ello, propone volver a dignificar la profesión y dotarla de los medios e incentivos adecuados para el desarrollo profesional.

Igualmente, señaló la importancia de la profesionalización de los equipos directivos, garantizando su formación, autonomía y promoción (profesional y económica), y planteó dotar progresivamente de una mayor responsabilidad y autonomía, tanto curricular, como organizativa (incluyendo la selección de plantilla), a los centros, en la medida que puedan asumirla y/o acompañarla de mejoras en los resultados de sus alumnos.

Según apuntó Dña. María Teresa de la Iglesia, en España se detecta como una necesidad básica la formación específica dentro de un equipo. No obstante, con independencia de que “formemos a nuestros docentes en habilidades”, proclamó la importancia de contar con otros profesionales más especializados que aborden las cuestiones específicas, afirmando tajantemente en este punto que “Ciudadanos considera que figuras profesionales como la del psicólogo educativo tienen un papel importante que jugar. Esa orientación especializada es necesaria para atender a la diversidad de problemas”.

D. José Moya Otero, coordinador del programa de Educación del PSOE

El representante de Educación del Partido Socialista quiso agradecer la invitación a este Desayuno en nombre de su Partido y, especialmente, de su secretario Federal de Educación, D. José Miguel Pérez que, por razones de agenda no pudo asistir al mismo.

Previo a su intervención, D. José Moya describió escuetamente su experiencia en el ámbito educativo, ejerciendo tanto de director general de Formación profesional y de educación de adultos, como de Orientador (un cargo que, según admitió, le ha permitido “conocer de primera mano cómo se creó la licenciatura en Psicopedagogía y cómo se aborda la orientación en nuestro sistema educativo”).

Como profesor universitario de métodos de investigación y diagnóstico en educación, su planteamiento propugna realizar un encuadre previo del sistema educativo. En esta línea, si bien afirmó coincidir plenamente con el argumento inicial de arranque de este Desayuno (resultados del informe PISA y tasas de abandono escolar), puntualizó que esta visión debe complementarse con más datos para poder emitir un diagnóstico adecuado de la realidad actual, dado que “dos indicadores son sólo media verdad”.

D. José Moya Otero

A este respecto, especificó que dichos indicadores se encuadran entre los cinco Objetivos Educativos Europeos y Españoles, fijados por la Unión Europea (UE) para el año 2020 (a saber, (1) Participación en Educación Infantil, (2) Rendimiento en Educación Secundaria Obligatoria, (3) Abandono Temprano de la Educación y la Formación, (4) Titulación en Educación Superior y (5) Formación a lo largo de la vida).

Partiendo de un análisis de los objetivos anteriores, D. José Moya advirtió que los indicadores de convergencia europea que valoran el grado de cumplimiento de los Objetivos de Educación y Formación 2020, constatan que nuestro sistema educativo ha logrado resultados académicos similares al resto de los sistemas educativos, superándolos en algunos casos.

Así, con respecto a la Educación Infantil, las tasas netas de escolarización de 3 a 6 años en nuestro país se sitúan por encima de los puntos de referencia establecidos por la UE con previsión a cinco años: “tenemos un nivel de escolarización en Educación Infantil más alto que en Alemania”.

También a diferencia de otros países, indicó que España ha cumplido con las expectativas en cuanto a la Educación Superior: “el nivel de escolarización de los chicos que optan por el Bachillerato está prácticamente asegurado, independientemente de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre”.

Dado que se hablaba del informe PISA, quiso mencionar también los resultados recogidos en el estudio PIAAC-Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (la versión de PISA dirigida a la población adulta), para poner de manifiesto un dato significativo: “en España, junto con Corea del Sur, los adultos de más edad obtienen, en general, peores resultados que los más jóvenes, una disparidad de más de 30 puntos, debida, en gran medida, a la calidad del sistema educativo”.

Por otro lado, alertó de la importancia de prestar una atención especial a las tasas de abandono escolar temprano, puesto que, si bien se ha logrado una reducción significativa en los últimos años –e incluso algunas Comunidades Autónomas han alcanzado el objetivo previsto-, todavía no cumplimos con las previsiones marcadas por la Estrategia de Europa en este punto.

Repasando las cifras de hace 4 años, observó que en 2011 la tasa se situaba en 10 puntos por encima de la actual. No obstante, a pesar de que nuestro país tenía la más elevada junto a Malta, también presentaban la tasa más alta de empleo juvenil (“hace 4 años los jóvenes encontraban una salida laboral”). El problema surge a raíz de “la modificación en las condiciones de mercado que implican consecuentemente una reducción en las oportunidades de empleo”.

Seguidamente, analizó las posibles causas que conllevan al abandono escolar temprano en España, resumiendo en tres puntos los problemas que, a su juicio, pueden originar este grave problema que asola nuestras aulas:

  1.  El incremento en la tasa de absentismo escolar, que comienza a darse principalmente en los primeros niveles de Educación Secundaria.

  2.  El descenso en la cifra de alumnos que logran titular; “esto es un problema español: España es el único país europeo de nuestro entorno que exige un título para promocionar”.

  3. La desvalorización de la educación, estimándola por debajo del valor de mercado.

En este aspecto, se mostró bastante crítico con las medidas implantadas por el Gobierno en los últimos años en el ámbito educativo, y, concretamente, en materia de prevención del abandono escolar: “Una de las cosas que ha caracterizado esta legislatura es que ha traído problemas que no deberían existir y no ha resuelto algunos de los que deberían existir”.

Para justificar esta reprobación, aportó un “ejemplo paradigmático”: según los datos recogidos en el Mapa de la oferta de Formación Profesional en España (2011) el número de titulados y tituladas en FP es claramente insuficiente, un inconveniente que prevé continuará si no se pone remedio a la escasez de plazas y alumnado de Formación Profesional de Grado Medio.

Empero, en lugar de atender a este problema, se creó otro nuevo: la Formación Profesional Básica. Esta medida, ideada como una de las grandes propuestas del Ministerio de Educación para reducir la tasa de abandono escolar temprano, se instituyó en el curso 2014-2015 para ir remplazando a los antiguos PCPI (Programas de Calificación Profesional Inicial). Para ello, se establecieron dos cursos obligatorios (cada uno de los cuales puede repetirse una vez) dirigidos a alumnos de 15 y 17 años con dificultades del aprendizaje que hayan terminado tercero o, dependiendo del caso, segundo de la ESO. Su finalidad era la obtención del título de la ESO y pasar a FP de grado medio.

Sin embargo, su implantación no ha sido completa y su ineficacia en la resolución del grave problema del abandono escolar ha quedado patente, de modo que, en lugar de solucionarlo “se ha creado otro donde no lo había”.

En contraposición, lamentó la desaparición del Programa de Cooperación Territorial para la reducción del abandono temprano de la educación, a pesar de su eficacia justipreciada por el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), mediante un informe donde concluía que dicho Programa se asociaba a una reducción significativa del abandono escolar y podría haber contribuido en torno a 2 puntos porcentuales a la caída observada en sus tasas.

En su opinión, de cara a elaborar una Estrategia dirigida a solventar este grave problema, debería tenerse en consideración “las bases sobre las que se fundamentaba el programa de cooperación territorial”.

A razón de todos los datos compendiados, el coordinador del programa de Educación del PSOE identificó los dos niveles de desarrollo pendientes de mejora: la Formación Profesional y el primer ciclo de Educación Infantil (0-3 años), pues el segundo ciclo “lo tenemos prácticamente universalizado”.

En palabras de D. José Moya, la imagen más acertada de nuestro Sistema Educativo viene dada por la consultora externa McKinsey, que a través de su informe sobre la Educación en España, lo califica entre aceptable y bueno. Según este documento, esta valoración del sistema implica una resolución prácticamente total de todos los problemas estructurales excepto dos: el desarrollo del profesorado y el desarrollo de los centros educativos.

Por lo tanto, partiendo de la base de que nuestro sistema educativo es entre aceptable y bueno, la propuesta del PSOE “se centra en reforzar y ampliar el derecho a la educación, entendiendo la ampliación en tres sentidos”:

  • Incrementar el índice de escolarización desde los 0 a los 18 años, impulsando y facilitando la ampliación de la oferta pública de plazas y de servicios en todas las enseñanzas, especialmente en la Educación Infantil y la Formación Profesional.

  • Dejar en claro que el derecho a la educación no es únicamente la obtención de un puesto escolar, sino el derecho “a una efectiva igualdad de oportunidades de aprendizaje”, por tanto, hay que crear las condiciones no sólo para que entrar en un centro educativo sino para poder aprender en el mismo, situando aquí todos los servicios de apoyo “desde la orientación a los psicólogos, o cualquier otra institución o profesional que pueda facilitar el ajuste entre las condiciones de educatividad, que es lo que proporciona el centro, y las condiciones de educabilidad, que son las características de los alumnos”.

  • La creación de un MIR Educativo, similar al que ya existe en Medicina.

Según expresó, “esta será la legislatura dedicada al profesorado, a cambiar el modelo de profesionalidad”, un compromiso que pasa por la derogación inmediata de la LOMCE.

En relación con estas recomendaciones de mejora, adelantó que el Partido Socialista cuenta ya con una propuesta general de acuerdo social y político, “que se ha presentado a todas las organizaciones educativas”, recordando que el consenso debe sustentarse sobre una base científica, y recomendando que “sea quien sea quien Gobierne en el Ministerio debe entender que la educación es una competencia compartida, una corresponsabilidad de todas las administraciones públicas”.

Para finalizar, D. José Moya manifestó que, a la hora de realizar un diagnóstico del sistema educativo, es necesario tener en cuenta la realidad de nuestro país: la disparidad de cifras entre las diferentes Comunidades Autónomas, tanto en las tasas de abandono escolar (“hay algunas Comunidades, como País Vasco o Canarias que tienen resuelto este problema”) como en las pruebas de rendimiento internacionales. A su modo de ver, la solución no debe buscarse en otros países, “pues no compartimos ni los mismos valores ni las mismas características”, sino que debemos basarnos en nuestra propia experiencia, tomando como ejemplo aquellas CCAA que han obtenido mejores resultados, para determinar qué acciones han emprendido para lograrlo.

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