Si tenemos en cuenta los datos de hábitos de consumo de los adolescentes, los resultados no son buenos: tanto el consumo de alcohol como el de cannabis, entre los adolescentes de 14 a 18 años, ha aumentado en los últimos años.
Todos los indicadores de bienestar material también muestran que la situación está empeorando: existe un mayor porcentaje de niños en riesgo de pobreza o exclusión social, también aumenta el porcentaje de niños en riesgo de pobreza relativa, y casi se ha duplicado el porcentaje de niños que viven en hogares con privación material severa; llegando a un 21,4% de niños que viven en hogares que sufren pobreza crónica.
Otro aspecto importante es el bienestar subjetivo. A este respecto el 91% de los niños de 11 a 18 años consideran que su estado de salud es excelente o buena; valoran con una nota de 7,6 sobre 10 este momento de su vida; y el 16,3% declara haber tenido bajo estado de ánimo en los últimos meses. Cabe destacar que los datos subjetivos de los adolescentes con respecto a la amabilidad y servicialidad de sus compañeros de clase han empeorado con respecto a mediciones anteriores, llegando a tasas en torno al 40% los que consideran que sus compañeros no se comportan de esta forma.
Según Unicef, la importancia de medir todos estos datos radica en cuestiones como que es necesario identificar a los niños más vulnerables, permite planificar políticas públicas equitativas, evalúa el cumplimiento de los derechos de los niños, y sobre todo, argumenta que para cambiar algo, primero hay que medirlo.
Algunos de los datos obtenidos se pueden ver resumidos en el siguiente documento:
Bienestar Infantil en España 2016
Si se quieren consultar todos los indicadores desgregados, se puede hacer en la siguiente Web:
Infancia en Datos |