“La Guardia Civil posee un plan efectivo de prevención de conductas suicidas”-Entrevista a Pedro Algaba, Jefe del Servicio de Psicología de la Guardia Civil

7 Jun 2018

“En relación con los problemas de salud mental en la Guardia Civil, de los casos de miembros del Cuerpo que han presentado una baja en los últimos 5 años y que han sido evaluados por el Servicio de Psicología, la mitad aproximadamente manifestaban trastornos adaptativos y un quinto del total presentaban fundamentalmente procesos ansiosos y depresivos, todos ellos de etiología multicausal.”

Así lo afirma Pedro Algaba García, Coronel de la Escala de Oficiales y Jefe del Servicio de Psicología de la Guardia Civil, en la siguiente entrevista, a través de la cual aborda en detalle el tema del suicidio dentro de los Cuerpos de Seguridad, y, más concretamente en la Guardia Civil, así como el papel, la estructura y el funcionamiento del Servicio de Psicología de esta institución.

Pedro Algaba es Licenciado en Psicología, en la Especialidad de Psicología Clínica y de la Salud, y actualmente es coordinador del Plan de Prevención de Conductas Suicidas, del Protocolo de Intervención en situaciones de Emergencias y Catástrofes y del Programa de Atención a Víctimas del terrorismo, de la Guardia Civil.

Pedro Algaba García

ENTREVISTA

En los últimos meses ha habido un creciente interés por el estudio del suicidio dentro de los Cuerpos de Seguridad, y, de forma específica, en la Guardia Civil. A este respecto, ¿hay estadísticas fiables que permitan afirmar que la tasa de suicidio en la Guardia Civil es significativamente más alta en relación con otros Cuerpos de Seguridad?

Nosotros también observamos un creciente interés en los medios de comunicación generalistas con relación al suicidio policial y, en concreto, con el que se produce en la Guardia Civil. Y sin embargo, no encontramos que ese mismo interés haya suscitado la aparición de publicaciones en la literatura científica relacionada con estudios que contengan datos empíricos sobre suicidio policial.

Interpretamos esta reacción social como un buen indicador de cambio en la conciencia de la sociedad española, consecuencia de una sensibilización, cada vez mayor, de la importancia que supone un elevado nivel de salud mental en la población. Y hay que tener en cuenta que, aunque a nivel estatal, España carece todavía de un programa de prevención del suicidio, no ocurre esto en la Guardia Civil donde este tema siempre ha suscitado un gran interés a nivel interno por lo que, desde hace ya casi tres décadas, se viene manteniendo un grupo de trabajo dentro del Servicio de Psicología, que se constituye como un observatorio permanente del fenómeno en nuestra organización.

No se puede sostener la existencia de diferencias significativas en las tasas de prevalencia de suicidios consumados entre Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, en el periodo comprendido de 1991 a 2016, como consecuencia del análisis de los datos objetivos conocidos y publicados por el Gobierno.

Ofrecer alguna comparativa más con respecto a cualquier otro cuerpo policial español entra sólo en el campo de la especulación, porque no existen series de datos publicados que lo permitan. En lo que respecta a la relación de las tasas de suicidio policial presentadas en el entorno de Europa, nuestras cifras son de las más bajas; pero esto sólo refleja la realidad del fenómeno de las poblaciones generales de los respectivos países, de las que sus policías forman parte.

¿Cómo deben interpretarse entonces los resultados de algunos estudios que afirman que la tasa de suicidio es más elevada en la Guardia Civil en comparación con otros Cuerpos de Seguridad y la población en general?

Compartimos la opinión con varios investigadores (Aamodt y Stalkner, 2015; Bergen, Deusch y Best, 2001) acerca de que la falta de disponibilidad pública de series de datos oficiales, ha generado, junto con notables deficiencias metodológicas en la elaboración de algunos estudios epidemiológicos, una errónea opinión generalizada en relación a la dimensión, naturaleza e intensidad del fenómeno del suicidio en los colectivos policiales.

Sin embargo, la ausencia de datos públicos no significa que nosotros, a nivel interno, no dispongamos de dicha información sobre este fenómeno en nuestra población de guardias civiles. Información fiable que permite realizar los análisis adecuados por nuestros investigadores, para sostener de manera inequívoca lo ya mencionado: que no existen diferencias significativas entre ambos cuerpos policiales. Y en relación con la población general española, debidamente equiparada ésta en sexo y edad, la tasa de riesgo relativo obtenida durante el periodo de 2012 a 2016 determina que un Guardia Civil no ha tenido más riesgo de presentar suicidio que cualquier otro ciudadano español de su mismo sexo y edad y esto sin considerar el nivel de riesgo asociado a la tenencia de armas cortas de fuego.

De hecho, hemos podido comprobar que durante los años más duros de la crisis económica hubo un crecimiento del número de suicidios en la población general española, mientras en la Guardia Civil se mantuvo la tendencia a la baja.

¿Con qué medios cuenta el Cuerpo para poder atender los problemas psicológicos y/o emocionales de los guardias civiles?

La Guardia Civil cuenta desde hace casi treinta años con un Servicio de Psicología propio, dotado con medio centenar de profesionales de la psicología con los que damos respuesta a las necesidades y demandas de la Institución en las áreas clínica, educativa y organizacional.

En lo relativo a la salud mental, la Guardia Civil dispone de una red de centros asistenciales distribuidos por todo el territorio nacional, debidamente inscritos en los registros de centros, servicios y establecimientos sanitarios de cada Comunidad Autónoma. Centros sanitarios en los que desarrollan su actividad profesionales especializados en Psicología Clínica o General Sanitaria. De esta forma, cualquier guardia civil dispone, además de todos los medios que el Sistema Nacional de Salud le otorga, del servicio asistencial adicional especializado en salud mental al que puede acudir voluntariamente de manera física en cualquier momento en demanda de asistencia, tanto para sí mismo como para sus familiares directos; y puede hacerlo en primera demanda o como complementario del que pueda recibir en su cobertura de seguro médico.

Además, desde el año 2005, disponemos de una línea propia de servicio telefónico gratuito de asistencia psicológica, que es atendido por psicólogos las 24 horas del día, los 365 días del año, y ofrece asistencia especializada con carácter gratuito, privado y confidencial, a cualquier guardia civil o familiar que la demande. A este respecto, esta cartera de servicios asistenciales convierten a la Guardia Civil en un organismo policial único a nivel nacional en lo que se refiere a la cobertura de la asistencia psicológica a sus miembros; e incluso en una organización singular a nivel internacional tanto por la cualificación de los profesionales ofertados como por su número y posibilidades.

Desde este teléfono se atienden numerosas llamadas de compañeros con problemas psicológicos y/o emocionales sin que sea necesaria la identificación de quien llama y sin que dicha conversación quede grabada en soporte alguno. Solamente se procede a identificar a la persona llamante si ella desea ser identificada con el fin de proporcionarle los apoyos que precise, propios o ajenos. También la página web de la Intranet corporativa ofrece la posibilidad de contactar a través del correo electrónico en cualquier hora y lugar, del que se puede derivar una atención psicológica en caso necesario.

Como Jefe del Servicio de Psicología de la Guardia Civil, ¿podría explicarnos cómo se estructura dicho Servicio y qué funciones y tareas desempeña? ¿Cuentan con recursos suficientes para llevar a cabo su cometido?

El Servicio se estructura en una Jefatura y un Órgano Central de apoyo, compuesto por una Plana Mayor y tres Áreas Funcionales: Clínica, Organizacional y Educativa; y una estructura territorial consistente en Gabinetes de Psicología desplegados en las cabeceras de las Comandancias territoriales (una por provincia), Centros de Enseñanza y algunas Especialidades.

Las funciones a realizar por el Área Clínica son las de evaluación, diagnóstico y, si se requiere, tratamiento en situaciones de incapacidad laboral transitoria por enfermedad, evaluaciones para determinación de idoneidad a misiones internacionales en zonas de conflicto, para la continuidad o reingreso a la actividad laboral tras periodos de excedencia, por conductas desadaptadas o situaciones postraumáticas, etc.

También se realizan seguimientos periódicos orientados hacia la recuperación e integración a la actividad laboral; tratamientos psicológicos, apoyo, consejo y orientación psicológica a demanda; actividades de promoción de la salud; apoyo asistencial en momentos críticos de carácter personal o familiar, prevención de conductas anómalas, de riesgo y/o autolíticas y, en general, todas aquellas propias de la Especialidad de Psicología Clínica y de la Salud.

Las del Área Organizacional son el apoyo en la Selección de personal, tanto de nuevo ingreso como de promoción interna y cursos de especialización; creación, desarrollo y aplicación de profesiogramas; definición de puestos de trabajo; intervención en gestión de conflictos de relación interpersonal dentro de las Unidades; estudios y análisis psicosociales; estudios sobre clima laboral y necesidades personales, liderazgo, estilos de comunicación etc.

Y las del Área Educativa son el apoyo psicopedagógico a tutores y alumnos de los centros de enseñanza; colaborar en los estudios de evaluación de la calidad de centros de enseñanza; impartición de talleres y conferencias formativas en las unidades sobre distintos aspectos concernientes a la Psicología (habilidades directivas, manejo de incidentes, gestión del estrés, primeros auxilios psicológicos, adaptación a zonas hostiles, coaching, etc.).

La cobertura territorial se está completando progresivamente, a medida que se ponen a disposición de la Guardia Civil los medios humanos necesarios.

Según su experiencia, ¿cuáles son los principales problemas de salud mental que atienden los servicios psicológicos de la Guardia Civil? ¿Considera que su naturaleza y prevalencia son diferentes a los que se encuentran en la población general? En el caso de que así sea, ¿por qué razones?

En relación con los problemas de salud mental en la G.C., de los casos de miembros del Cuerpo que han presentado una baja psíquica en los últimos 5 años y que han sido evaluados por el Servicio de Psicología, la mitad aproximadamente manifestaban trastornos adaptativos y un quinto del total presentaban fundamentalmente procesos ansiosos y depresivos, todos ellos de etiología multicausal. El resto son casos en los que no se aprecia la existencia de un trastorno definido, apareciendo en esta categoría sujetos con cuadros de sintomatología leve o inexistente.

No disponemos de datos en población general que nos permitan llevar a cabo comparaciones con los nuestros, con relación a los problemas mentales.

¿Podría decirnos qué factores de riesgo se han detectado que suelen influir en la conducta suicida en la Guardia Civil y cómo interactúan entre ellos?

Blumenthal y Kupfer (1988), propusieron un interesante modelo que explica las conductas autodestructivas en base a la interacción de múltiples factores de riesgo, los cuales se agrupan en 5 ejes o dominios, que constituyen esferas de vulnerabilidad: factores biológicos, rasgos de personalidad, trastornos psiquiátricos, factores familiares y genéticos y factores psicosociales, entre los que se incluyen los acontecimientos vitales (life events), los factores ambientales y las enfermedades médicas. Los investigadores en su modelo no hicieron mención expresa a que los guardias civiles o que los policías fueran una excepción. Tampoco se hace en otros modelos existentes. Y en el marco de los denominados “life events” o acontecimientos vitales, y de los factores ambientales, hemos observado la importante incidencia que tienen las relaciones familiares y de pareja en la decisión de suicidio de guardias civiles. Sin embargo, no hemos visto esa incidencia respecto a factores psicosociales directamente relacionados con el ambiente o el tipo de trabajo en la unidad, las relaciones entre compañeros y con el mando. Como ocurre en otros entornos laborales, sí se da el caso de guardias civiles que no saben cómo gestionar estas relaciones con compañeros y con el mando, y sí es cierto que presentan dificultades para adaptarse a su puesto de trabajo, pero le puedo asegurar que ese no es el motivo de suicidio en la gran mayoría de los casos. De hecho, al ponderar los múltiples factores influyentes en cada uno de los suicidios de guardias civiles ocurridos entre 2011 y 2017, hemos encontrado problemas de pareja y/o familiares en un 34,8% de los casos. Trastornos psicopatológicos y/o rasgos anómalos de la personalidad en un 44,6%. Existencia de una enfermedad grave en un 5,2% y problemas legales un 3,2%, problemas económicos un 2,7%, problemas disciplinarios en un 0,4%. Factores como Organización del Tiempo de Trabajo, Organización de Tareas y Funciones, Entorno de Trabajo, Relaciones con Compañeros o Relaciones con el Mando, aparecen sólo de forma residual, y junto a otros estresores, con porcentajes entre el 0,3 y el 1,3%.

Nuestra conclusión, después de años investigando y manteniendo un conocimiento exhaustivo sobre cada uno de los suicidios ocurridos durante este periodo, es que los guardias civiles se suicidan por las mismas razones que se suicidan el resto de ciudadanos españoles y del mundo.

Y estoy obligado a hablar de las armas de fuego. Existe una amplia literatura de investigación con relación ellas, como medio para cometer suicidio. Se han estudiado componentes como el grado de su disponibilidad en la población, las condiciones de accesibilidad en su custodia, la preferencia asociada al rol sexual del suicida y el nivel de letalidad asociado al medio; determinantes que modulan y condicionan la conducta suicida en tal forma que les convierten en un factor de riesgo altamente destacado. Estudios de revisión y metanálisis (Anglemyer, Horvath y Rutherford, 2014), estiman que el riesgo de suicidio asociado al hecho de poseer armas de fuego se incrementa en OR = 3,24 IC 95% [2,41 – 4,40]. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los guardias civiles poseen una o más armas cortas particulares, además de su arma corta reglamentaria. No siempre es esta última la utilizada.

A su juicio, ¿qué medidas de acción considera que deberían emprenderse con el fin de prevenir de forma eficaz esta problemática? ¿Dispone el cuerpo de un Plan de Prevención de Conductas Suicidas? ¿Podría explicarnos brevemente en qué consiste?

El Servicio de Psicología de la Guardia Civil viene desplegando desde hace más de tres décadas un panel de medidas de amplio espectro, acordes todas ellas a los más altos estándares de la evidencia científica y a las recomendaciones de las organizaciones de salud nacionales e internacionales (OMS y SNS España), para dar con ellas abordaje de manera preventiva a un fenómeno de carácter multicausal como es el suicidio.

Este Programa Preventivo se sostiene sobre acciones de selección y promoción de la salud mental, otras son propias de la intervención y, finalmente, otras de tipo post-intervención. Dentro de las acciones preventivas se lleva a cabo la constante y permanente modificación para su mejora, de los procesos de selección y cribado en todos los concursos de oposición para el ingreso y ascenso en el Cuerpo, lo que propicia la detección de candidatos con alta vulnerabilidad. Igualmente dentro de estas medidas preventivas se mantiene un amplio abanico de acciones psicoeducativas y de sensibilización hacia el fenómeno, implementando programas de fortalecimiento de la resiliencia, que favorezcan la autoidentificación del riesgo y la sensibilización.

En las medidas interventivas actuamos una vez detectada la intencionalidad, el riesgo o la vulnerabilidad. En este caso se procede a adoptar medidas de tipo psicoterapéutico, de restricción del acceso a medios letales y de limitación y modulación de estresores vinculados al entorno o la actividad laboral.

Y, finalmente, acciones de tipo postventivo con tratamiento, recuperación y seguimiento de la evolución a los supervivientes; así como asistencia psicológica en acompañamiento al duelo con familiares y compañeros.

Y, complementario a todo lo anterior, mantenemos un permanente proceso de análisis, revisión, autoevaluación y mejora de las medidas implementadas con el fin de alcanzar el mayor nivel de eficiencia posible; lo que nos lleva a mantener programas de colaboración con Universidades y otras organizaciones vinculadas especialmente a la prevención del suicidio, con las que mantenemos línea directa.

Este programa de prevención de conductas suicidas del que no hemos encontrado ejemplo similar en nuestro entorno social o profesional, se mantiene activado de manera ininterrumpida con medidas específicas desde principios de los 90 y, ya oficialmente como Plan de Prevención de Conductas Suicidas, desde el año 2002 en el que se implantó el I Plan de Prevención, continuando en el 2005 como II Plan de Prevención y en el 2010 como Plan Preventivo de Asistencia Psicológica hasta la actualidad. Quiero insistir en esto porque la Guardia Civil es pionera en la implantación de este Programa.

Gracias a estos Programas y a otras muchas medidas implantadas por la Dirección General del Cuerpo, en el periodo que va de 2001 a 2015 (tres últimos quinquenios estudiados) el número de suicidios en la Guardia Civil se ha mantenido en constante descenso respecto al decenio anterior (1991 a 2000), con un porcentaje de descenso medio del 17%. Por lo que respecta a los dos últimos años completos estudiados (2016 y 2017), si bien se ha mantenido la tendencia descendente experimentada en el período quinquenal explicado, el repunte habido en el año 2017 ha suavizado dicho descenso. De momento, sólo puede considerarse un pico aislado en la curva estadística y no achacable a factores laborales.

En resumen, sí. La Guardia Civil sí posee un plan de prevención de conductas suicidas y, además, resulta efectivo. Nos gustaría alcanzar porcentajes de disminución de la tasa aún más elevados pero, en materia de prevención del suicidio, hay que ser realistas y aceptar que requiere esfuerzo y constancia para poder alcanzar resultados. Y que todos rememos en el mismo sentido.

Para finalizar, ¿desea añadir algún otro comentario?

Me gustaría aprovechar la ocasión para dar las gracias al Consejo General de la Psicología por ofrecerme este espacio para expresar mis opiniones, y para enviar un mensaje a todos los lectores de su revista Infocop, en el sentido de que, los psicólogos que formamos parte del Servicio de Psicología de la Guardia Civil, trabajamos sin descanso y cada día con una ilusión renovada, por cumplir con nuestras obligaciones como profesionales de la Psicología y ateniéndonos rigurosamente a su Código Deontológico.

Pedimos el apoyo de todos los profesionales de la Psicología, como Ciencia Positiva que es, para evitar que se difundan mensajes basados en “trabajos” que no se sujeten con rigor al método científico. También pedimos el apoyo para dar visibilidad a nuestro Servicio, de forma que produzca un acercamiento del guardia civil hacia él, como primer recurso que tiene a su disposición para encauzar sus posibles problemas psicológicos.

Finalmente, pedir a todos los que manifiestan su interés porque disminuyan los suicidios en la Guardia Civil, que respeten con rigor las normas dictadas por la Organización Mundial de la Salud para el tratamiento de los suicidios en los Medios de Comunicación Social. Igual que los periódicos no abren su portada diariamente con mensajes alarmistas y reduccionistas sobre los numerosos suicidios que ocurren cada día en España y en el mundo, no deberían hacerlo con los que afectan a la Guardia Civil y al resto de policías. Porque los policías y los guardias civiles somos también ciudadanos y merecemos el mismo trato que los demás. La pérdida de un compañero nos duele lo bastante ya de por sí.

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