La salud y el bienestar no son un coste, sino una inversión para la sociedad y la economía: políticas para una Europa saludable

23 Sep 2019

Están surgiendo nuevas formas de definir los objetivos económicos y sociales. El antiguo modelo centrado en el PIB está dando paso a enfoques que sitúan el bienestar humano y ambiental en el centro de las políticas gubernamentales. Un ejemplo crucial de ello, son los Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como el énfasis creciente en la necesidad de garantizar un «crecimiento inclusivo» y una reducción de las desigualdades. Si la Unión Europea debe responder a las necesidades y preocupaciones de sus ciudadanos, es vital que las nuevas instituciones europeas adopten un cambio de paradigma: el bienestar de los ciudadanos debe estar en el centro de las políticas de la Unión Europea.

Con esta introducción se presenta un manifiesto suscrito por diversas organizaciones e instituciones europeas, entre ellas, la EUFAMI (European Federation of Associations of Families of People with Mental Illness/Federación Europea de Asociaciones de Familiares de Personas con Enfermedad Mental) -organización internacional sin ánimo de lucro orientada a mejorar la atención y el bienestar de las personas con trastorno mental-, a través del cual se insta a conseguir una Europa Saludable, garantizando para ello la salud y el bienestar de los ciudadanos, como prioridad fundamental para Europa y objetivo estratégico para la próxima Comisión.

Tal y como señala el manifiesto, la salud y el bienestar están intrínsecamente vinculados. Sin embargo, lamenta que, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud los considera inseparables (“la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social»), a nivel europeo la «salud» aún se interpreta con demasiada frecuencia en sentido estricto, “en el sentido del tratamiento y la atención de las personas con enfermedades crónicas u otras afecciones médicas”.

A este respecto, el documento defiende una visión más amplia: una que toma en serio el papel de Europa al abordar los determinantes multidimensionales de la salud y el bienestar (económico, social, ambiental, comercial y político).

Para realizar su propuesta, el manifiesto parte de una serie de datos clave relacionados con el tema abordado y que ponen de relieve la trascendencia de emprender medidas inmediatas:

  • De acuerdo con una encuesta de 2018 llevada a cabo por la OCDE, sobre los riesgos económicos y sociales que más importan, la mayor preocupación de los encuestados para los próximos dos años, fue «enfermarse o ser discapacitada». Entre las personas de hogares de bajos ingresos, «asegurar y/o mantener una vivienda adecuada» también se consideraba un riesgo importante.

  • El gasto en atención a la salud es de 190 mil millones de euros. Cada año, los problemas de salud mental afectan a más de 1 de cada 6 personas en toda la UE. De acuerdo con los datos, los costes totales asociados con los problemas en este ámbito de la salud, se estiman en 600 mil millones de euros.

  • 1,2 millones de personas mueren anualmente de forma prematura en un país de la UE. Las cifras revelan que 790.000 ciudadanos mueren prematuramente cada año por fumar tabaco, consumir alcohol, dietas poco saludables y por falta de actividad física. La contaminación del aire, incluidas las partículas, el dióxido de nitrógeno y el ozono a nivel del suelo, es la principal causa ambiental de mortalidad temprana en la Unión Europea, causando aproximadamente 400.000 muertes prematuras. De hecho, el 74% de la población urbana de la UE está expuesta a concentraciones de partículas que superan las directrices de la OMS.

    Sin embargo, solo el 3% de los presupuestos sanitarios se destinan a la prevención; aun así, el gasto público en salud y atención a largo plazo va en aumento, y las proyecciones sugieren que podría alcanzar el 12,5% del PIB en 2060.

  • En promedio, 1 de cada 8 niños en la Unión Europea, de 7 a 8 años son obesos. En 2017, había 32,7 millones de diabéticos en Europa, un incremento significativo de 18,2 millones en 2000, y se estima que otros 12,8 millones tienen diabetes sin diagnosticar.

  • Si bien la esperanza de vida sigue aumentando, cada año en la UE, las enfermedades crónicas conducen a la muerte prematura de más de medio millón de personas de entre 25 y 64,2 años. Persisten importantes desigualdades en la salud entre los países, las regiones y los grupos socioeconómicos (según el género, el ingreso, el origen étnico).

    Las enfermedades crónicas conllevan una carga económica importante para los Estados miembros, desde la reducción del empleo y la jubilación anticipada hasta el aumento de la asistencia sanitaria y el gasto social. Europa tiene un papel vital que desempeñar para ayudar a los Estados miembros a abordar todos estos desafíos.

Dado lo anterior, el manifiesto afirma que en el marco de una estrategia de la UE para el desarrollo sostenible y los mayores esfuerzos para garantizar un crecimiento inclusivo, la acción intersectorial en materia de salud y bienestar debe estar en el centro de las prioridades de la UE para los próximos cinco años y más. Eso significa que las consideraciones de salud y bienestar deben cimentar las políticas y la toma de decisiones en todos los sectores, en interés de los ciudadanos.

Concretamente, la Agenda de Desarrollo Sostenible es un marco clave para avanzar en la acción intersectorial sobre salud y bienestar, y los temas centrales del Documento de Reflexión «Hacia una Europa Sostenible para 2030» de la Comisión Europea también se destacan en este manifiesto.

Según indica, la acción europea en materia de salud y bienestar debe guiarse por principios sólidos de equidad, de modo que todos los sectores de la sociedad se beneficien (especialmente aquellos en mayor riesgo de mala salud y exclusión social), “y que nadie se quede atrás”.

Asimismo, las nuevas instituciones europeas deberían fomentar mecanismos de gobernanza que faciliten la acción intersectorial y la cooperación multinivel en materia de salud y bienestar: las ciudades, las regiones, los gobiernos nacionales y las organizaciones de la sociedad civil a nivel europeo y de base deben trabajar en colaboración con los organismos de la UE en diferentes contextos y formatos. Al hacerlo, la UE puede convertirse en un líder mundial en la innovación de nuevos enfoques para la inversión social, la economía circular y la transformación digital de los sistemas de salud.

El manifiesto completo se encuentra disponible en la página Web de la iniciativa que ha impulsado el manifiesto, o bien directamente a través del siguiente enlace:

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