Ante esta situacional tan excepcional y de incertidumbre ante la que nos encontramos, algunos trabajadores y trabajadoras, sea cual sea su labor y nivel de responsabilidad, tienen que seguir acudiendo a su lugar de trabajo para prestar su valiosa contribución a la sociedad: profesionales de la salud y de la seguridad, personal de pequeños comercios o supermercados, del transporte público, de equipos de limpieza, etc. Todos ellos, se ven obligados a intentar adaptarse a esta nueva situación. Hasta hacerlo, hay que señalar que es normal experimentar cierto nivel de ansiedad, preocupación y nerviosismo. Es lógico, nos encontramos ante una situación nueva, con importantes medidas y restricciones, y lo que es más importante, relacionadas todas ellas con la salud, argumenta Pilar del Pueblo, psicóloga del Trabajo, de las Organizaciones y RR.HH., vocal de la Junta de Gobierno del COPCV. |
Por ello, va a ser crucial la gestión emocional en el lugar de trabajo que hagamos en este contexto. Del Pueblo, ofrece algunas orientaciones para que esta gestión emocional y por tanto la adaptación a este nuevo escenario, sea la mejor posible: Comprender y aceptar la situación, no intentar resistirse a ella, (por qué a mí me toca ir a trabajar, por qué no cierran mi empresa, tendría que ser igual para todo el mundo, etc.) Si es nuestro caso y nuestra empresa así lo considera, seguro que es porque nuestra labor sea importante en estos momentos y es necesario ser responsables y contribuir con nuestro compromiso a la sociedad, sea el que sea nuestro trabajo seguro que será de gran utilidad para los demás. Aceptemos la situación y dejemos de luchar contra ella. Centrémonos en hacer todo lo que está en nuestras manos: es muy importante cumplir las medidas sanitarias, es nuestra labor protegernos y luego proteger a nuestras familias cuando lleguemos a casa; no compartir mensajes negativos e intentar huir de esas fuentes. No compartir rumores ni malas prácticas con los compañeros. Esto es una labor de equipo. En estos momentos, es cuando más necesitamos unirnos y afrontar esta realidad, darnos apoyo unos a otros, tranquilizarnos, ayudarnos cumpliendo cada uno con nuestra responsabilidad y vigilar también cómo están los demás y transmitir seguridad (no alimentar quejas, críticas, desánimo, mensajes catastrofistas, etc.). Seguir las recomendaciones que los expertos en Psicología estamos haciendo para controlar la ansiedad. Ante los pensamientos negativos y catastrofistas, reconocerlos, saber que es normal que aparezcan y centrarse en otros más tranquilizadores y que cada uno puede formular (esto pasará, son unos días, sé cómo hacer bien mi trabajo, voy a respirar y a concentrarme en lo que tengo que hacer, tengo lo necesario para hacer mi trabajo de manera segura y si no es así lo pregunto). Buscar momentos y pausas para respirar y centrarse. Una buena idea sería poner carteles en el lugar de trabajo con mensajes positivos de control, elaborados por el equipo para esta situación. Cada uno de nosotros tenemos que comprometernos con lo que está en nuestra mano hacer, intentar no dejarnos influir por lo que hagan o dicen los otros (clientes alterados, nerviosos, mensajes catastrofistas
). Pensemos que quizás ellos, no saben gestionar la situación y necesitan proyectarla en los demás.
Los responsables de las empresas y los mandos intermedios tienen una gran labor. Ahora más que nunca, necesitan ejercer su influencia en el equipo: Velar en primer lugar por las condiciones de seguridad, que todo el mundo las conozca y las cumpla. Buscar sólo fuentes fiables y manejar información contrastada. Mantener la calma para transmitir tranquilidad. Pueden reconocer su preocupación y que sienten ansiedad ya que por ello, saben lo que está sintiendo el equipo, empatizar, y con todo, terminar con un mensaje positivo: este es un momento en el cual es fundamental permanecer unidos y hacer bien nuestra labor o si estamos aquí, es porque somos importantes y necesarios. Agradecerles y reconocer la labor de cada uno de los miembros del equipo. Crear espacios para que los trabajadores y trabajadoras puedan descansar y compartir cómo están. Intentar aportar algo diferente (un desayuno apetitoso, comida especial, etc. Será la manera de que se sientan más atendidos.
En resumen, ACEPTACIÓN, RESPONSABILIDAD, ADAPTACIÓN, y APOYO MUTUO. Tanto si se trabaja en casa como en la empresa, es conveniente pensar que estamos realizando una labor necesaria. A partir de aquí, cada persona debe de comprometerse en tomar las medidas de seguridad apropiadas, en primer lugar, con ella misma, y posteriormente, con el equipo y con los clientes. Y al regresar a casa, de camino, pensar en la labor tan importante que han realizado, y que con ésta, contribuyen además de a la sociedad, a sus propias familias igual que muchos otros profesionales. |