CONTENER EL DOLOR Y FAVORECER LA EXPRESIÓN EMOCIONAL

6 Jul 2006

Entrevista a Marcelino Yagüe, Responsable del Equipo de Psicólogos que ha atendido a las víctimas del accidente de metro en Valencia

El equipo de intervención en catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, está atendiendo a los afectados del accidente de metro ocurrido en Valencia el pasado 3 de julio y en el que resultaron 47 personas heridas y 41 fallecidas.

La intervención psicológica en situaciones de crisis y catástrofes es decisiva, no sólo para evitar mayor sufrimiento de las personas afectadas en los primeros momentos y favorecer la manifestación adecuada de las emociones, sino, también, para prevenir y minimizar las posibles consecuencias psicológicas.

Infocop Online entrevista para sus lectores a Marcelino Yagüe.

 

Yagüe es responsable y coordinador del grupo de intervención en catástrofes del Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia. En esta entrevista, habla de cómo surgió la iniciativa de crear un grupo de estas características y en qué consiste esta intervención psicológica, al mismo tiempo que relata los primeros momentos después accidente.

ENTREVISTA

¿Cómo surgió esta iniciativa del Colegio Oficial de Psicólogos?¿Cómo contactaron contigo para ser el responsable del grupo?

El grupo de intervención en catástrofes se creó en el año 1997, a partir de una iniciativa que ya existía previamente en el Colegio Oficial de Psicólogos de Valencia, organizada a raíz de lo ocurrido en Biescas y ante la posibilidad de que ocurriera algo de ese nivel en Valencia. Coincidió también con otro accidente que tuvo lugar en Valencia, en el que fallecieron 18 personas en una explosión de un barco y donde tuvimos la ocasión de ofrecer nuestros servicios 5 psicólogos.

En este sentido, yo ya contaba con cierta experiencia profesional, ya que he sido policía durante más de veinte años. Debido a mi trabajo, he visto situaciones y escenas complicadas y difíciles que podía asumir mejor que mucha gente y es, quizás, por este motivo por el que el Presidente del Colegio de Psicólogos de Valencia de entonces, Francisco Santolaya, consideró que yo podría ser la persona responsable para coordinar este grupo.

¿Cómo se ha organizado el equipo de psicólogos para este caso concreto? ¿Cómo funciona el equipo ante una situación tan fatídica como la ocurrida el 3 de julio en Valencia?

Tenemos, desde hace ya algún tiempo, un convenio con la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas de la Generalitat, que por cierto, ha pasado por muchos altibajos. Siempre que nos han solicitado ayuda hemos atendido la llamada. En casos de emergencia como la ocurrida, se ponen en contacto con nosotros a través del 112 y, a partir de ahí, se organiza toda la respuesta. Como responsable del equipo, el centro de emergencias se pone en contacto conmigo y, desde ese momento, organizo el trabajo y movilizo a los miembros del equipo que se consideren oportunos para desempeñar todas las funciones de atención psicológica a los afectados.

En este caso concreto, coincidió que la línea de metro accidentada es la que yo tomo habitualmente y yo me encontraba a unos cientos de metros en el momento en que ocurrió todo el desastre. Directamente me fui al centro de asistencia habilitado para las víctimas y familiares y, acto seguido, comenzaron a llegar los miembros del grupo de intervención en catástrofes.

En los primeros momentos empezamos a atender a los afectados en las dependencias de la Jefatura Provincial de Tráfico, que se encuentra ubicada muy cerca de la entrada del metro donde ocurrió el accidente. Cuando ya se clarificó un poco la situación inicial, y todos los heridos habían sido trasladados a los hospitales, fue cuando se empezó a ver con más claridad las personas que podrían estar en el túnel, al llegar gente que no contactaban con sus familiares.

¿Quién se encarga de la formación de estos psicólogos?

Desde el Colegio Oficial de Psicólogos nosotros organizamos la formación. Todos aquellos psicólogos que estén interesados en formar parte del equipo deben haber recibido el curso específico; ya hemos hecho uno de inicio y otro de perfeccionamiento. Cada año o cada dos, como máximo, organizamos uno nuevo y todo el que esté interesado lo puede realizar.

No obstante, lo que ocurre es que también esta formación la pueden recibir de manera externa, como ya ocurrió hace algunos años, cuando se organizó un curso de estas características en la Escuela de Protección Civil de Rivas Vaciamadrid. Con posterioridad, este encuentro nos ha servido para reunirnos alguna vez y hacer alguna jornada al respecto.

Como se ha hecho en otras ocasiones, es organizando un curso en Protección Civil y se le pide a los asistentes, como delegados de cada colegio, que se comprometan a que con una vez terminado tienen que transmitir los conocimientos adquiridos organizando cursos para todos aquellos psicólogos que estén interesados en formar parte del grupo.

¿Cómo está conformado este grupo? ¿Lo componen psicólogos de forma permanente o se van seleccionando profesionales según la necesidad?

Todos los miembros del grupo cuentan con experiencia específica en este área de intervención, y, según el caso, dependiendo de la cantidad de profesionales que se requiera, los voy convocando, aunque por supuesto, hay ciertos límites a la hora de llamar a los profesionales. Lo que yo hice en este caso fue contactar con el coordinador que lleva el grupo de Castellón y acudieron 13 de ellos, los cuales nos ayudaron mucho, ya que a mitad de la tarde nos trasladamos al Instituto de Medicina Legal, donde se iban recibiendo a los cadáveres y a las familias.

¿En qué consiste, de manera general, la atención psicológica en estos momentos de crisis ante una catástrofe?

Lo primero es que el profesional se encuentre preparado para afrontar tensiones emocionales altas y soportar situaciones que nos van a afectar. Por ejemplo, se pueden dar casos difíciles de tener que ver a niños destrozados a causa de un accidente. Esto nos va a impactar, pero tenemos que transmitir algo de tranquilidad y serenidad en una situación muy difícil…, y desde luego, manejar muy bien las emociones y las respuestas de las personas afectadas, para poder actuar en consecuencia.

En estos casos se desbordan las emociones negativas y nuestro trabajo se debe dirigir, en la medida de lo posible, a aliviar el sufrimiento y el dolor por el que están pasando. En este caso, es un trabajo de contención, ya que, como digo, las emociones negativas se desbordan.

La manifestación de estas emociones se suelen dar a través de llantos, gritos, etc., que pueden llegar a impresionar mucho, por lo que tratamos de transmitir tranquilidad a los allegados y familiares para que no se asusten por ello, y de esta manera, también favorecer el hecho de que alguien esté manifestando lo que se está sintiendo.

Yo creo que sirve mucho explicarles con mucho detenimiento qué es lo que pueden sentir y que lo que sienten es totalmente normal, sin necesidad de tener que recurrir a etiquetas negativas. Todo eso dicho por un psicólogo es más reconfortante para la persona en mucho casos y le llega mucho más que si se lo dice una persona que no tiene nada que ver con la profesión.

El hecho de que los psicólogos estemos junto a los familiares afectados, no significa que no vayan a tener dolor y angustia, pero nuestro trabajo debe consistir en que tengan el menor posible. En este sentido, yo digo que nadie está preparado para una situación así, pero tiene que entender y asumir que su vida va a cambiar mucho a partir de ahora.

En estos momentos, el papel de los psicólogos es el de ofrecer compañía y conceder permiso a los familiares para que expresen su dolor y exterioricen las sensaciones del shock y el impacto anímico posterior, así como hacerles ver que no están solos.

No obstante, el trabajo psicológico en estas situaciones de crisis es puntual. ¿Os planteáis seguir trabajando con los afectados del accidente? ¿Cómo os planteáis la intervención psicológica a medio o largo plazo con estas personas?

Realmente nosotros no planteamos una intervención a medio o largo plazo. Nuestro trabajo se circunscribe a las 24-48 horas tras lo sucedido y poco más. Entendemos que este trabajo posterior lo deben realizar los servicios sociales y sanitarios habituales del área. Es decir, las personas tienen que recurrir a los recursos disponibles de la red de atención normalizada. No obstante, procuramos señalarles qué es lo que está pasando y proponerles a aquellas personas que lo necesiten acudir a los centros de atención adecuados, pasados unos días.

¿A cuántas personas estimas que vais a atender, entre afectados, familiares y allegados en esas 24-48 horas de las que hablas? ¿y cuántos psicólogos se están haciendo cargo?

Podemos estar hablando de unas 400 personas y de unos 18 ó 20 psicólogos, al menos de los que yo tengo conocimiento, entre los que han acudido de Castellón y los de Protección Civil.

No obstante, aunque llegan personas que quieren ayudar, nosotros queremos hacer un cierto filtro, ya que la experiencia del 11 M en Madrid demostró que existe la necesidad de controlar adecuadamente quiénes pueden ayudar y quienes no. En eso tenemos bastante autoridad y contamos con el apoyo de la consejería correspondiente para decidir al respecto.

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