Lo más probable es que, tras el diagnóstico de diabetes, se produzca una crisis, ya que la enfermedad de uno de los miembros de la familia generará una modificación del sistema familiar que afectará a todos sus miembros.
La actitud de la familia y de las personas que rodean a la persona con diabetes a partir de este momento es crucial para el establecimiento de pautas saludables en el manejo adecuado de la diabetes.
Así lo indica la primera guía de acompañamiento emocional para las familias de niños y adolescentes con diabetes, una herramienta de consulta para familias con niños y adolescentes que viven con la diabetes elaborada por dos psicólogos expertos en diabetes y miembros de la Sociedad Española de Diabetes.
Esta guía es fruto del Proyecto Diguan (un proyecto de intervención emocional desarrollado por psicólogos expertos en la materia con el objetivo de prevenir y manejar adecuadamente las emociones negativas que pueden surgir en los adolescentes con diabetes tipo 1, desde el diagnóstico y durante la enfermedad), y su objetivo es facilitar pautas y recursos a nivel emocional para gestionar las propias emociones de la familia y así poder ayudar a los hijos de la mejor forma posible.
Tal y como señalan sus autores, el proceso de cronicidad en niños y niñas afecta emocionalmente a toda la familia. Asimismo, el diagnóstico suele suponer un evento traumático para los padres, manifestado con enojo, culpa y preocupaciones. |