¿POR QUÉ LA GENTE CAMBIA EN TERAPIA?

27 Feb 2007

María Xesús Froján, Montserrat Montaño y Ana Calero

Universidad Autónoma de Madrid 

 

El interés de la Psicología Clínica por la eficacia de los tratamientos psicológicos se ha multiplicado en los últimos años, pero la mayoría de los estudios realizados hasta el momento se centran más en comparar las distintas alternativas terapéuticas que en investigar cuáles son las variables responsables del cambio. La gente cambia en terapia, eso es un hecho, pero, lamentablemente, en muchas ocasiones no podemos decir a qué se debe ese cambio, más allá de explicaciones muy generales («por la aplicación de una técnica determinada») o simplistas («por sentirse ayudado»).

El interés de nuestro grupo de investigación se centra en el análisis del proceso terapéutico como un conjunto de interacciones, eminentemente verbales, que tienen lugar durante la sesión clínica. Consideramos, al igual que otros muchos autores, que gran parte de la conducta del cliente es moldeada y mantenida por procesos de reforzamiento que ocurren de forma natural durante la sesión y que tanto terapeuta como cliente, al margen del enfoque psicoterapéutico que se esté manejando, moldean inevitablemente el comportamiento del otro. De ahí que planteemos que la clarificación de los procesos de aprendizaje que subyacen a la interacción verbal desarrollada durante la terapia, permitirá explicar los cambios comportamentales que tienen lugar a lo largo de ésta y que dan, como resultado final, la solución del problema clínico.

Nuestro trabajo consiste, en un primer momento, en el análisis de la conducta verbal del terapeuta para la identificación de las posibles funciones que dicha conducta pueda tener respecto a la conducta verbal del cliente; en este sentido, hablamos de funciones discriminativa, evocadora, reforzante, motivacional, instruccional, informativa y de castigo (ver figura 1), cuya emisión da lugar a distintos tipos de conducta en el cliente.

Figura 1

Hemos dividido el proceso terapéutico en cuatro fases, con base en los objetivos perseguidos en cada momento por el clínico:

1. Fase de evaluación:

Objetivo: delimitar la/s conducta/s problema, entendiendo por conducta la interacción del organismo con su entorno.

2. Fase de explicación del análisis funcional y del tratamiento:

Objetivo: explicar al cliente las hipótesis que el psicólogo ha formulado sobre la génesis y mantenimiento de su problema así como acordar los objetivos del tratamiento y el desarrollo del mismo.

3. Fase de tratamiento:

Objetivo: aplicación de los procedimientos de intervención adecuados al análisis funcional previamente presentado.

4. Fase de afianzamiento del cambio:

Objetivo: comprobar el mantenimiento y la generalización de los cambios terapéuticos obtenidos durante la fase anterior.

Después de la observación de más de 80 horas de grabación de sesiones de terapia, hemos elaborado un esquema general de la actuación del psicólogo en la clínica a partir de las funciones prioritarias en cada una de las fases (figura 2), que deberá ser validado con el análisis riguroso de los registros de observación.

Figura 2

Nuestra hipótesis última es que el conocimiento de estas funciones por parte del psicólogo y su manejo voluntario, intencionado, facilitará sobremanera la consecución de los cambios que constituyen el objetivo terapéutico. En la actualidad, nuestra investigación se encuentra en una fase inicial y falta todavía mucho hasta que podamos afirmar que, efectivamente, son las funciones de la conducta verbal del terapeuta las responsables, en última instancia, de los cambios clínicos y que el entrenamiento en dichas funciones mejoraría la eficacia del psicólogo clínico. En cualquier caso, los resultados obtenidos hasta el momento abren una prometedora línea de trabajo en el intento de desentrañar el proceso terapéutico.

El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista Psicothema: Froján, Mª X., Montaño, M. y Calero, A. (2006): ¿Por qué la gente cambia? Psicothema, Vol. 18 (4), 797-803.

Sobre las autoras:

María Xesús Froján Parga es Profesora Titular de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora del programa de doctorado Ciencia de la Conducta que se imparte en dicha universidad. Ha desarrollado una larga trayectoria investigadora, tanto en el campo clínico como de la salud, que se refleja en la gran cantidad de libros y artículos publicados en prestigiosas revistas científicas.

 

 

Montserrat Montaño es Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y Máster en Terapia de Conducta por el Instituto Terapéutico de Madrid (ITEMA). En la actualidad lleva a cabo su actividad investigadora en el campo de la Psicología Clínica, dentro del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la UAM, actividad ésta que ha dado lugar a varias publicaciones en distintas revistas nacionales; así como a diversas participaciones en congresos de reconocido prestigio nacional e internacional. Montaño ha sido miembro organizador del VIII Congreso Internacional sobre el Estudio de la Conducta.

Ana Calero Elvira es Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid, donde también obtuvo el Diploma de Formación Superior en Psicología Clínica. Complementó su formación clínica con el Máster en Terapia de Conducta del Instituto Terapéutico de Madrid y actualmente se encuentra realizando la tesis doctoral en el Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de la Universidad Autónoma. Ha publicado diversos artículos fruto de la investigación que realiza en importantes revistas nacionales, al tiempo que ha difundido su trabajo mediante su participación en congresos de ámbito internacional. Tiene experiencia en la organización de eventos de I+D, destacando su participación en el VIII Congreso Internacional sobre el Estudio de la Conducta como miembro del Comité Organizador.

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