La participación en un deporte promueve oportunidades positivas de desarrollo en niños/as, adolescentes y jóvenes, incluidos valores prosociales, como el buen espíritu deportivo y la ayuda a otros cuando están heridos. Sin embargo, la participación deportiva también puede fomentar valores antisociales, como el ‘boicot’ y la mentalidad de ‘ganar a toda costa’. Que un/a atleta desarrolle una moral prosocial y/o antisocial en el deporte puede depender en parte del entorno social, que configura las experiencias de los/as jóvenes dentro del deporte. A este respecto, los padres son un agente social importante que puede moldear el comportamiento deportivo de sus hijos e hijas, por lo que es clave promover conductas parentales positivas.
Con esta introducción, se presenta un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology, a través del cual se aborda el rol fundamental que desempeñan los padres en la motivación de sus hijos/as a la hora de practicar un deporte y el modo en que su comportamiento influye en su conducta deportiva.
Los padres desempeñan un papel esencial en la experiencia deportiva de niños/as, adolescentes y jóvenes
Tal y como señalan sus autores, el entorno del deporte juvenil puede estar moldeado por una variedad de agentes sociales, siendo clave la influencia de entrenadores/as y compañeros/as. Sin embargo, los padres también desempeñan un papel esencial en la experiencia deportiva de los jóvenes y pueden influir en el comportamiento de los/as jóvenes a través de procesos como el modelado, el refuerzo y la colaboración.
Estudios previos han identificado la presencia de comportamientos positivos y negativos de los padres, así como el vínculo entre los padres y el comportamiento deportivo de los niños y las niñas. Aquellas investigaciones orientadas a explorar la conducta parental (utilizando un observador externo) ponen de relieve una correlación significativa entre los comportamientos positivos y negativos de los padres y el comportamiento positivo y negativo de los y las atletas jóvenes.
Otras investigaciones abordan la relación entre el comportamiento de padres y atletas jóvenes a través de informes de los propios padres. En este caso, los padres suelen informar con mayor frecuencia de conductas positivas y con menor frecuencia de conductas negativas.
Este estudio analiza la relación entre la conducta de los padres y los/las atletas jóvenes desde la perspectiva de estos últimos
Sin embargo, hay pocos estudios que analicen la relación entre la conducta de los padres y los/as atletas jóvenes desde la perspectiva de estos últimos. Precisamente, este es el objetivo de este estudio piloto.
Basándose en la teoría del aprendizaje social, sus autores parten de la hipótesis de que las conductas positivas de los padres se asocian positivamente con la conducta prosocial de sus hijos/as atletas, mientras que las conductas negativas de los progenitores se asocian positivamente con conductas deportivas antisociales en sus hijos/as.
Para llevar a cabo el estudio, han contado con una muestra de 67 atletas jóvenes australianos/as (de 12 a 17 años) que han practicado un deporte en equipo (p. ej., fútbol, baloncesto, rugby…), con la asistencia de un padre/cuidador principal durante el último mes.
Los/as jóvenes completaron una encuesta online de forma independiente (sin la influencia de otras personas, incluidos sus padres, hermanos o amigos), que incluía preguntas sobre la demografía de los/as participantes -incluida la edad, el sexo, el estado de residencia- y los deportes practicados, la duración de su participación deportiva y el nivel deportivo. Asimismo, se les pidió reflexionar sobre su último mes de participación deportiva y qué percepciones tenían sobre la conducta de sus padres, y sus propios comportamientos positivos y negativos dentro del entorno deportivo.
Dado que no hay en la literatura una herramienta de medida válida y confiable para evaluar los comportamientos positivos y negativos de los padres, los autores de este estudio han desarrollado escalas especialmente diseñadas para medir este tipo de comportamientos.
Ejemplos de comportamientos positivos incluyen animar, alentar a los/as atletas y comentarios útiles sobre cómo apoyar y ayudar a otros a levantarse o si están lesionados. Por otro lado, se incluye como ejemplos de comportamientos negativos el gritar, maldecir, menospreciar, enfadarse, intentar lastimar/amenazar/herir/faltar/distraer/vengarse de otros, reaccionar mal ante una pérdida/falta o romper las reglas.
Se pidió a los/as jóvenes participantes que reflexionasen sobre la frecuencia de comportamientos específicos (en relación con ellos mismos y sus padres), y no si los percibían como comportamientos positivos o negativos per se.
Los/as jóvenes perciben más comportamientos positivos por parte de los padres
Los resultados revelan que los/as jóvenes perciben que los padres tienen comportamientos positivos (por ejemplo, animar/aplaudir) con frecuencia. Estos comportamientos positivos por parte de los padres constituyen un predictor significativo de la participación de niños, niñas y adolescentes en comportamientos prosociales. Los resultados también indican que los/as atletas jóvenes perciben como poco comunes los comportamientos negativos de sus padres (por ejemplo, ser críticos o alentar a los jóvenes a lastimar a sus rivales).
Sin embargo, pese a la escasa prevalencia de este tipo de conductas, se identifica una relación significativa entre los comportamientos negativos de los padres y los comportamientos antisociales de los atletas. Así, las conductas negativas de los padres se asocian con una mala actitud deportiva hacia los oponentes, así como con la agresión y frustración de los/as jóvenes durante el deporte.
Aunque los comportamientos negativos se perciben como poco frecuentes, siguen siendo preocupantes por sus consecuencias
Si bien los/as atletas jóvenes percibieron niveles bajos de comportamientos negativos por parte de los padres (como ser críticos o alentarles a lastimar al rival), la presencia de este tipo de conductas “sigue siendo motivo de preocupación”.
En este sentido, la evidencia señala que la mala comunicación de los padres y el enfado en el deporte tienen un impacto negativo en el bienestar psicológico y físico de los y las jóvenes. El comportamiento negativo de los padres también se asocia con una mayor tristeza, una menor confianza y una mayor probabilidad de que los/as jóvenes abandonen el deporte. Como tal, la presencia de comportamientos negativos en los progenitores, incluso si son poco frecuentes, “podría conducir potencialmente a experiencias deportivas juveniles negativas y requiere una atención cuidadosa”.
Los resultados ponen de relieve la importancia de fomentar comportamientos positivos de los padres en el deporte
Teniendo en cuenta que el comportamiento positivo por parte de los padres en el deporte mejora la autoestima de los/as atletas jóvenes, el desarrollo de habilidades para la vida y reduce la ansiedad, los autores de este estudio consideran que sus resultados son prometedores, por lo que ponen de relieve la trascendencia de fomentar los comportamientos positivos de los padres. De hecho, las investigaciones han demostrado que los y las jóvenes disfrutan más de su experiencia deportiva cuando hay una participación activa y positiva de los padres en forma de estímulo desde la grada.
Por otro lado, los datos del estudio muestran una correlación positiva entre el comportamiento positivo de los padres y la edad de los/as participantes. Los/as más mayores calificaron a sus padres como participantes en comportamientos más positivos que los/as más jóvenes. A juicio de los autores, a medida que los atletas se hacen mayores, los padres se van manteniendo más al margen del deporte, lo que hace que, con el tiempo, se vayan modificando sus comportamientos para que sean de naturaleza más alentadora. Los padres pueden percibir menos estrés asociado con la participación deportiva de sus hijos/as, ya que estos/as se apropian más de su experiencia (por ejemplo, ir y volver solos de los entrenamientos) o la presión para llegar al nivel de élite puede haber cambiado. Estos resultados pueden ser de interés en investigaciones futuras.
Es crucial un enfoque integrado entre los diferentes contextos donde niños/as, adolescentes y jóvenes practican deporte
Los autores concluyen manifestando que, para reducir el comportamiento antisocial y aumentar el comportamiento prosocial entre los y las atletas jóvenes, es trascendental fomentar la presencia de comportamientos parentales positivos, mientras que se deben desalentar e idealmente eliminar los comportamientos parentales negativos dentro del entorno deportivo.
Específicamente, para promover comportamientos positivos y reducir los comportamientos negativos de los padres, las organizaciones deportivas podrían incorporar una guía de comportamiento deportivo para padres y/o un seminario educativo. Investigaciones previas han demostrado que una guía de comportamiento para padres y un seminario de 45 minutos producen mejoras en el apoyo de los padres, reducción de la presión y los conflictos.
Los programas e intervenciones de educación para padres pueden mejorar significativamente el conocimiento y las habilidades de los padres y los/as niños/as, así como las conductas deportivas de los padres. Medidas implementadas en otros países, como el “Programa de respeto en el deporte” dirigido a padres (curso online para brindar educación sobre el abuso, la intimidación, la discriminación y el acoso para promover una experiencia deportiva juvenil segura, gratificante y positiva), o exigir a los padres la firma de “un código ético de conducta” al comienzo de la temporada deportiva, pueden ser eficaces.
Para lograr un cambio efectivo en la conducta parental, el estudio subraya la necesidad de un enfoque integrado que apunte a una variedad de contextos donde los y las jóvenes practican deportes (por ejemplo, organizaciones deportivas, centros educativos, etc.).
Fuente: Gao, Z., Chee, C. S., Norjali Wazir, M. R. W., Wang, J., Zheng, X., & Wang, T. (2024). The role of parents in the motivation of young athletes: a systematic review. Frontiers in psychology, 14, 1291711.